En 1997, en San Andrés Itzapa, Guatemala, la asociación Maya Pedal comenzó a reciclar restos de bicicletas para transformarlas en bicimáquinas. Las bicimáquinas son lavadoras, batidoras o máquinas trituradoras a pedales, que aprovechan la energia cinética para eliminar la necesidad de combustible y electricidad. También pueden utilizarse como bombas de agua, con la capacidad de extraer 30 litros de agua por minuto desde pozos a 30 metros de profundidad (las bombas electrónicas alcanzan sólo 12 metros).
Aunque no soluciona totalmente los problemas urbanos actuales relacionados con la escasez energética y la búsqueda de nuevas fuentes de energía, esta iniciativa local sostenible puede dar pequeñas luces de las medidas que podamos desarrollar a futuro y es un notable primer paso para reducir el gasto en electricidad y combustible, sin contaminar la ciudad.