Las renovaciones urbanas generalmente implican grandes demoliciones, que resultan en la desaparición de la identidad histórica local y generan una enorme cantidad de residuos junto al transporte de nuevos materiales para la construcción. Algunos proyectos, sin embargo, aportan nuevos horizontes y muestran diferentes posibilidades. Este es el caso de LAPI, abreviatura de "Largo" y "Pinheiros", un ejemplo de ocupación y recalificación urbana que respeta la identidad local y promueve una nueva experiencia de ocupación repensando el espacio urbano a partir de sus preexistencias. Con una arquitectura de SuperLimão y masterplan de Spol, el proyecto ocupa un área de 20.000 m² y abarca 29 propiedades distribuidas en tres manzanas en un barrio tradicional de la Zona Oeste de São Paulo, punto estratégico de intersección con las principales vías de la ciudad, por donde circulan miles de personas diariamente. Conversamos con Thiago Rodrigues, arquitecto y socio de la firma, sobre los desafíos y oportunidades de trabajar en un proyecto de este tipo.
Preservar la identidad y crear nuevos horizontes: una renovación urbana en São Paulo
¿Cómo integrar la cocina de tu apartamento?: 25 reformas de interiores en Argentina, Brasil y Ecuador
Más allá de la amplia variedad de particularidades paisajísticas, ambientales, económicas, sociales y culturales que distinguen a cada región de América Latina, la renovación de los espacios interiores que componen la vida doméstica presenta, por lo general, un enfoque centrado en alcanzar la mayor integración de los ambientes posible junto al aporte de flexibilidad, amplitud y mejores condiciones de ventilación e iluminación natural. Buscando revalorizar aquellos espacios en desuso y/o darles una segunda vida, las reformas se plantean transformar los modos de habitar mediante estrategias capaces de envolver la restauración de materiales, la preservación de estructuras, el mantenimiento de instalaciones y demás.
La restauración como método de revalorización del patrimonio construido en España
En la vorágine del día a día, una gran mayoría de los centros urbanos se transforman para dar paso a nuevas funciones y/o necesidades que demandan sus poblaciones buscando mejorar, renovar o actualizar aquellas infraestructuras, equipamientos, redes y espacios que posibilitan la vida en comunidad. Si bien los tiempos van cambiando y con ellos varias edificaciones, por ejemplo, que en su momento cumplían funciones importantes de protección o resguardo, comienzan a quedar obsoletas. Sin embargo, el legado patrimonial que dejan da cuenta del paso del tiempo y aporta un testimonio vivo de su historia que colabora en la consolidación de la identidad y el reconocimiento de un sentido de pertenencia.
¿Cómo hacer que los edificios del movimiento moderno sean más eficientes energéticamente?
En la historia de la arquitectura, las cuestiones de eficiencia energética y emisiones de CO2 eran consideradas marginales hasta finales del siglo XX. La puntuación ínfima de algunos icónicos edificios modernistas en el programa de certificación energética Energy Star ilustra esta situación. El edificio MetLife/PanAm de 1963 (Walter Gropius y Pietro Belluschi), obtuvo una puntuación sombría de 39 (en una escala de 0 a 100), la Lever House (Skidmore, Owings e Merrill, 1952), obtuvo 20. El peor desempeño de todos fue del icónico edificio Seagram de Mies Van der Rohe, construido en 1958, con solo 3 puntos. Por otro lado, dos venerados edificios de la década de 1930 considerados Art Déco, el Chrysler Building y el Empire State Building, alcanzaron 84 y 80 puntos como resultado de amplias actualizaciones de sus sistemas mecánicos y de aislamiento.
De fábricas a espacios de trabajo: la evolución de edificios industriales en oficinas modernas
El patrimonio industrial, que alguna vez fue central para el crecimiento urbano y la prosperidad económica, actualmente ha quedado en general descuidado y subutilizado. En todo el mundo, varias fábricas, molinos y almacenes están abandonados y sus estructuras distintivas caen en desuso. Estos edificios fueron típicamente construidos con materiales como ladrillo, acero, concreto y grandes ventanas de vidrio. Conocidos por su resistencia y longevidad, estos materiales hacen que las estructuras sean ideales para la renovación, manteniendo la integridad estructural.