¿Qué elementos y cualidades necesita un espacio determinado para una recuperación física y espiritual equilibrada? ¿Cómo diseñar espacios que sean saludables tanto para nuestra mente como para nuestro cuerpo? ¿Qué hace que un entorno sea habitable y sostenible a largo plazo?
Estas son las cuestiones que debemos abordar en la era del rápido desarrollo del mercado inmobiliario. ¿Por qué tendemos a habitar cada vez más torres residenciales de alta densidad? ¿Estamos necesariamente más seguros mentalmente? Si no es así, ¿Cuáles serían las posibles estrategias que nos llevarían a diseñar edificios y entornos capaces de aportarnos equilibrio y tranquilidad? En este artículo pretendemos desvelar las diferentes características que hacen de un espacio un lugar de bienestar y serenidad.