La ropa que usan los pueblos nómadas del desierto (beduinos, bereberes, tuareg, entre otros) suele ser oscura, larga y de tela gruesa. Contrariamente al sentido común, que recomendaría ropa ligera, pálida y corta para un clima cálido; la ropa pesada y holgada favorece la convección del aire, creando un flujo constante de aire a lo largo del cuerpo, brindando confort térmico en climas áridos. Para los edificios, la analogía funciona. Al abordar la eficiencia energética y el rendimiento del proyecto, inevitablemente hablaremos de su envolvente, entre otros aspectos del proyecto. Una solución exitosa en un lugar, no siempre será eficiente en otro.
Durante los últimos 2 años hemos creado una serie de artículos sobre bienestar y sustentabilidad enfocados en la industria de la construcción. Pero, ¿cómo los proyectos, de acuerdo con sus demandas y contexto, aplican las soluciones para que sean, de hecho, eficientes y funcionen bien?