![Circular de Morelia 4 / Quintanilla Arquitectos - Fotografía exterior, Casas, Fachada](https://snoopy.archdaily.com/images/archdaily/media/images/633c/ae9a/7120/0270/2cf4/9ac8/slideshow/circular-de-morelia-4-quintanilla-arquitectos_1.jpg?1664921278&format=webp&width=640&height=580)
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Arquitectos: Quintanilla Arquitectos
- Área: 1325 m²
- Año: 2016
A través de los años, el diseño de interiores ha ido evolucionando de acuerdo a las necesidades que se van presentando pero sobre todo a las experiencias que busca evocar en el usuario. En los últimos dos años pudimos ser testigos de un cambio radical y de un especial interés en este tema debido a que la pandemia nos obligó a poner específica atención a la configuración de los lugares que habitamos. Esto trajo consigo diseños mucho más integrales que buscan atender el bienestar del usuario, que combinan colores, experiencias sensoriales, tecnología y elementos naturales que promueven la salud.
Como parte de una iniciativa de LIGA, un espacio independiente fundado en la Ciudad de México en 2011, que promueve la arquitectura contemporánea latinoamericana a través de exposiciones, publicaciones, eventos, conferencias y talleres, el 21 de abril se inauguró la muestra “Registro: Museo Tamayo”, la cual forma parte de esta iniciativa LIGA-ARCHIVOS. En esta ocasión se presentó una relectura del edificio diseñado por el arquitecto Teodoro González de León y construido en 1981 dentro de la Primera Sección del Bosque de Chapultepec.
Volvamos a la primera clase de arquitectura sobre estructuras y la clasificación de los esfuerzos estructurales. En la mayoría de las estructuras, ya sean naturales o artificiales, las fuerzas de compresión son los actores principales. Son esfuerzos realizados con cargas iguales y opuestas, aplicadas en el interior de la estructura, que tienden a acortar la pieza en un sentido -o a comprimirla, como su nombre indica. No es difícil encontrar ejemplos de esto: por ejemplo, un muro de piedra o un tronco de madera pueden resistir el peso de un revestimiento a través de esfuerzos de compresión internos que son inherentes a cada material.
Los esfuerzos de tensión, por otro lado, tienden a alargar los componentes en la dirección de la fuerza de acción aplicada. El acero, por ejemplo, es un material con buena resistencia a la tracción. Se utiliza en hormigón armado precisamente en las partes donde la pieza está en tracción. Pero también es posible que una estructura tenga sólo partes tensadas, como es el caso de las estructuras de membrana, tensadas o tensoestructuras, que consisten en superficies traccionadas por la acción de cables o cuerdas en las que los mástiles absorben los esfuerzos de compresión.
Por revolucionaria que pueda parecer la industria de la construcción hoy en día, actualmente es responsable de casi el 40% de las emisiones de dióxido de carbono del mundo, el 11% de las cuales son el resultado de la fabricación de materiales de construcción como el acero, el cemento y el vidrio. Unos años más tarde, después de una pandemia global que trajo cambios rutinarios y evidencia indiscutible del cambio climático, las emisiones de CO₂ siguen aumentando y alcanzaron un máximo histórico en 2020, según el Informe sobre el estado mundial de los edificios y la construcción de 2020. Si bien se ha avanzado mucho a través de la tecnología, las estrategias y conceptos de diseño y los procesos de construcción, todavía queda un largo camino por recorrer para reducir las emisiones de carbono al mínimo o casi a cero en el desarrollo de entornos construidos.