"Espacios, líneas, luz y sonido" son los componentes esenciales de la experiencia de la arquitectura y las más profundas obras han capturado esos momentos a través de un diseño seriamente orquestado.
Recientemente, los arquitectos que han diseñado iglesias con estos elementos primarios en mente han sido objeto de críticas por parte del Vaticano por desviarse de la iconografía y formas tradicionales de las iglesias: en 2013, según un artículo publicado en el periódico británico The Telegraph, una iglesia diseñada por Massimiliano y Doriana Fuksas en Foligno (Italia) ha sido etiquetada como problemática por el Cardenal Gianfranco Ravasi, Presidente del Consejo Pontificio para la Cultura del Vaticano, por su parecido a una museo en vez de un lugar de culto, basado en los valores tradicionales católicos.
A pesar de las críticas del nuncio sobre el enfoque estético de los arquitectos que rompen con la tradición, esto parece más un problema de falta de comunicación entre los arquitectos y las organizaciones que encargan los proyectos que están siendo criticados.
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