En su quinto aniversario, Encuentro de Intervenciones Efímeras celebra la apertura de los patios históricos de Puebla al arte, la creatividad y la comunidad. A lo largo de estos cinco años, el evento ha recibido orgullosamente más de 150 propuestas en sus convocatorias de Patio Efímero. De estas, 42 instalaciones se han realizado con la colaboración de 132 artistas, interviniendo 42 patios históricos para el disfrute de más de 45,000 personas. Este éxito ha sido posible gracias al apoyo de más de 130 colaboradores, entre propietarios e instituciones públicas y privadas. Además, 24 investigadores han presentado sus trabajos en Patio Académico. Este año, se celebra a la maravillosa comunidad Patio.
Equipo Patio
Cómo los esfuerzos colaborativos están dando forma al futuro del paisaje arquitectónico de Puebla
8 instalaciones efímeras en patios históricos de la ciudad de Puebla reflexionan en torno al agua
Como parte de una iniciativa de un grupo de jóvenes que conforman Patio Efímero, a principios de este 2023 se lanzó la convocatoria sobre el "Concurso Patio 4: encuentro de intervenciones efímeras" en colaboración con el Sistema Nacional de Creadores de Arte de la Secretaría de Cultura Federal, CREST EVOCA, El Parral Departamentos y la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural del Municipio de Puebla, en donde se extendió la invitación a artistas plásticos, gráficos, visuales, multidisciplinarios, arquitectas y arquitectos, con trayectoria y emergentes, a participar en la cuarta edición de Patio Efímero.
14 instalaciones efímeras intervienen patios históricos en Puebla, México
La ciudad de Puebla –ubicada en el altiplano central de México–, es particularmente conocida por el trazo de sus calles y su arquitectura principalmente barroca. Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987, alberga una dinámica cultural de amplio espectro que se centra en la preservación del patrimonio edificado y su apreciación a la distancia, como si se tratara de una obra en un museo. Es así que en nuestros trayectos cotidianos nos percatamos de la monumentalidad de sus fachadas, pasando desapercibido, en la mayoría de las ocasiones, que tras los grandes portones de madera se esconden lo que hemos llamado “el corazón de la casa poblana”.