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Arquitectos: Juan Carlos Sabbagh Arquitectos
- Área: 410 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Cristobal Palma
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Proveedores: AutoDesk, Cutek, MK, Melón Hormigones, WoodArch
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El encargo consistió en desarrollar un Salón de eventos y una Casa de Huéspedes para una Viña en el Valle de Casablanca. Anteriormente habíamos desarrollado una Bodega de Vinos en el año 2005. El proyecto de la Bodega era de tamaño pequeño pero debía considerar mucha flexibilidad para futuros crecimientos.
Como no se conocía el futuro desarrollo de la viña, pensamos que lo más flexible y la mejor forma de crecer era que cada etapa de crecimiento fuese un edificio terminado, conformando una especie de “ciudadela del vino” con los futuros edificios que se fueran agregando.
Con esto se eliminaba el riesgo de dejar edificios a medio hacer por ampliaciones que finalmente nunca se concretaron. Además, permitía que los futuros proyectos pudieran acoger nuevas tecnologías de vinificación sin entrar en conflicto con la estructura del edificio de la etapa inicial.
Para esto, se debía diseñar un master plan que permitiera ordenar el territorio acogiendo los posibles edificios de esta “ciudadela del vino”, donde existiría un área productiva, como bodegas, salas de máquinas y servicios asociados, pero también programas turísticos y administrativos asociados al negocio del vino.
Esta estrategia finalmente fue muy acertada, pues el crecimiento precisamente no fue en el área productiva, sino más bien en el sector turístico, donde se hizo necesario acoger a los huéspedes y eventos que se hacían cada vez más frecuentes.
El proyecto propone agregar dos volúmenes escultóricos que entran en consonancia con el volumen original de la bodega, conformando tres esculturas que se posan a distintas alturas en el cerro, para buscar las mejores vistas al valle y las viñas, como “tres rocas de granito esculpidas en la ladera”.
Cada “escultura”, se conforma por un zócalo de hormigón que la fija y asienta en el terreno y encima una cáscara de madera arma el espacio interior. En la bodega la envolvente de madera se recorta para incorporar luz y ventilación natural. En el Salón y la Casa, ésta cáscara se recorta para incorporar luz pero sobre todo para atrapar las vistas horizontales del paisaje lejano.
Esta envolvente, a su vez se fragmenta y separa al modo de una grieta para incorporar luz cenital en los recintos más interiores. Los espejos de agua reflejan el paisaje y refrescan el ambiente en los calurosos días de verano. Las esculturas de granito y el agua en las piscinas, hacen referencia a una de las características propias del vino de esta zona , muy influenciado por la tierra, rica en este mineral.