En los últimos años, el tema de la sostenibilidad ha estado presente en distintos debates que involucran a todas las disciplinas debido a la crisis medioambiental en la que nos encontramos. Uno de los conceptos a los que el diseño, la arquitectura y el urbanismo se han apegado es la “Economía Circular” ya que la experiencia ha develado en el gremio que los esfuerzos tienen que dirigirse no solo a incluir el reciclaje dentro de nuestras estrategias, sino que, es necesario apuntar a compartir, arrendar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes durante el mayor tiempo posible, evitando el desperdicio.
Según el Instituto de Economía Circular: “Una economía circular se define como una alternativa a la economía lineal actual en la que tomamos recursos, producimos, consumimos y generamos residuos. En una economía circular, los sistemas y productos están diseñados para eliminar el concepto de desperdicio , al permitir la recuperación y reutilización de todos los materiales al mayor valor posible en todo momento."
En septiembre de 2015, 193 jefes de Estado y de Gobierno se reunieron en la Sesión 70 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la cual se aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Esta Agenda contiene 17 objetivos y 169 metas de aplicación universal que, desde el 1 de enero de 2016, rigen los esfuerzos de los países para lograr un mundo sostenible para el año 2030. En 2021 se creó la Coalición de Economía Circular para América Latina y el Caribe y actualmente se sigue trabajando para incluir a otras regiones del mundo. Sin embargo, la Visión Nacional hacia una Gestión Sostenible “Cero Residuos” basada en la Economía Circular fue publicada por la SEMARNAT en 2019. En 2020 fue publicada por el INECC la evaluación de la situación actual de la economía circular para el desarrollo de una guía para México que se realizó junto con la de Brasil, Chile y Uruguay. Finalmente, el 14 de febrero de 2023, el Pleno del Congreso de la Ciudad de México aprobó la Ley de Economía Circular de la Ciudad de México.
El término de Economía Circular se refiere a generar la menor cantidad de desechos posibles, cero por ciento, busca evitar el desperdicio de recursos materiales, agua, suelo y biodiversidad. Se trata de un modelo de diseño, producción y consumo que hace posible que los recursos sigan generando valor a través del tiempo, reduciendo al mínimo los residuos de los procesos productivos y su impacto en los ecosistemas. Reemplaza al modelo lineal heredado de la Revolución Industrial de “extraer, producir y desechar”.
Existen distintas vías para involucrarse en el camino de la Economía Circular; en contextos como México y Latinoamérica es importante volver a las raíces prehispánicas ya que, entender al mundo lejos de la visión eurocentrista de consumo es crucial para conectar y reaprender desde una consciencia medioambiental intrínseca. La arquitectura vernácula de estas regiones heredó diversos materiales como tierra, paja y diferentes tipos de piedras, los cuales han sido estudiado para desarrollar diferentes tipos de sistemas constructivos que se combinen con las nuevas tecnologías. Sin embargo, cada vez más son los descubrimientos de cómo utilizar otros elementos que logren alinearse con estos principios.
Un ejemplo de ello es el caso del laboratorio que se llevó a cabo en la Ciudad de México a cargo de SPACE10, en donde se convocó a cinco diseñadores quienes a través de la experimentación e investigación, identificaron y exploraron nuevas posibilidades y usos de algunos de los materiales que están presentes en el día a día de la población como son la tierra, el tamarindo, el rambután, la cera de abejas y el maíz.
Otro ejemplo es el caso de Omar Vázquez Sánchez quien fundó Blue-Green de Puerto Morelos, una empresa que demostró la utilidad del sargazo como biomaterial en el sector de la construcción erigiendo en tan solo 15 días una casa con bloques hechos a base de adobe y sargazo. Actualmente, se encuentran trabajando en Belice y República Dominicana. Además, firmaron un convenio con la Embajada de Francia para las Antillas francesas. El material se está popularizando debido a que los costos se reducen a entre un 30% y 40% de lo que normalmente cuesta construir una casa, esto se se logró gracias al diseño del sistema constructivo, el cual permite ahorrar un 70% de materiales como cemento y varilla. Además, el material ha demostrado grandes propiedades térmicas y acústicas lo cual despertó el interés del sector de la construcción.
Por otro lado, es importante pensar en las grandes ciudades ya que no puede haber economía circular sin eficiencia energética de los edificios. Los edificios revisten una importancia capital para la política de eficiencia energética dado que representan cerca del 40% del consumo final de energía. Es por eso que se requiere una estrategia integral para un entorno construido sostenible que fomentara los principios de circularidad en los edificios y en las ciudades. Algunos ejemplos de edificios en Ciudad de México que buscan implementar estos principios son:
- Torre Virreyes o Torre Pedregal 24 / Teodoro González de León: el sistema eléctrico está basado en la división de las cargas del inmueble ayudado por paneles solares; cuenta con recolectores de agua y una planta de tratamiento que recicla el 100 por ciento de las descargas hídricas para reutilizarla en la evaporación de las torres de enfriamiento y riego.
- Torre BBVA Bancomer / Rogers Stirk Harbour + Partners + LEGORRETA: el único edificio en México de más de 230m de altura en obtener la certificación LEED, por contar con un sistema donde se trata 100 por ciento el agua gris, pluvial y aguas negras que se reutiliza.
- Torre Reforma / LBR&A: cuenta con un sistema de captación pluvial y de tratamiento de aguas residuales de 100 por ciento, una reducción de 40 por ciento en el consumo del edificio.
- Punta Reforma / Grupo Moraval: aprovecha las aguas pluviales para riego y tiene un sistema de tratamiento del 100 por ciento de aguas residuales para que su consumo sea el mínimo posible. Tiene luminaria de bajo consumo y sistemas de uso eficiente de energía. Además, cuenta con jardines internos, cada 4 niveles hay triple altura para que habiten árboles esbeltos y vegetación baja, a fin de disminuir las emisiones de CO2.
Aunque es solo una parte de muchos de los esfuerzos que actualmente se están llevando a cabo, estos son algunos de los que competen al ámbito de la arquitectura en México. Sin embargo, no hay que dejar de estudiar las demás ramas dentro del diseño ya que quizá, lo mejor que podemos hacer desde nuestro alcance no es inventar un nuevo material o construir un nuevo complejo de departamentos con la más nueva tecnología. No hay arquitectura más sostenible que la que ya está construida, necesitamos pensar en cómo desde la pequeña escala, desde nuestro día a día podemos generar cambios importantes en la forma de habitar el mundo.
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