-
Arquitectos: Marta Maccaglia, Semillas
- Área: 134 m²
- Año: 2022
-
Fotografías:Eleazar Cuadros
-
Proveedores: Cemento INKA, Klar, Makrosun
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto “Laboratorio de ambiente y tecnología, Mencoriari” se encuentra ubicado en la comunidad nativa de Mencoriari, en la selva central de Perú. El proyecto busca generar un espacio educativo complementario a las aulas tradicionales a través de una propuesta de aula taller: un espacio de rescate de los saberes milenarios sobre las plantas y el bosque. Los beneficiarios y protagonistas del proyecto son 58 estudiantes y las 67 familias de la comunidad, así como 3 de las comunidades aledañas. La propuesta vincula el espacio arquitectónico al espacio pedagógico con el objetivo de promover espacios adaptados al lugar que fomentan una enseñanza orientada a la revalorización de la riqueza ambiental y cultural de la selva y a generar accesibilidad a las ofertas laborales locales.
El proceso de ideación, diseño y construcción se ha desarrollado a través de talleres participativos con los y las alumnas y sus familias. Los talleres de diagnóstico han permitido conocer el entorno, las actividades comunitarias y sus necesidades. Asimismo, han permitido definir el rol de la nueva infraestructura en la comunidad como espacio polivalente y de carácter público y productivo. El concepto, objetivo, y sueños comunitarios se ve reflejado en la propuesta arquitectónica y programática: un espacio educativo para el secado de plantas y raíces medicinales y un “aula abierta” donde investigar y estudiar temas de medicina natural, agricultura y forestales. Ambos espacios divididos por un almacén/oficina. Además, se desarrolló la ampliación de los servicios higiénicos y la construcción de un baño con accesibilidad universal. El módulo asume la apariencia de un galpón y se ubica al lado sur-oeste del lote, al frente del bosque y el valle. El edificio así, en su forma sigue la silueta de la montaña y a través de sus aberturas enmarca el bosque. Se coloca un piso de cemento y una estructura enteramente de madera, recubierta en algunas partes de calamina de polipropileno trasparente en las paredes y una cubierta de calamina termoacústica. Mientras que en la parte central se desarrolla un volumen de ladrillos de arcilla. Todas las superficies e implementos utilizados tienen una finalidad pedagógica. El edificio al lado derecho, hacia las aulas de la escuela, se desarrolla como un “aula abierta”, una plaza cubierta que enmarca sus accesos a través de bancas que bordean el edificio y generan un espacio de encuentro. En la pared se coloca una gran pizarra que se puede usar para proyecciones.
El espacio central, que es el bloque de ladrillos de arcilla recibe un almacén y una oficina. Esto genera dos pasillos de distribución a los lados en donde se pueden colgar infografías y periódicos murales. En el lado izquierdo, en el aula/laboratorio de secado, la misma estructura de viguetas de madera funciona de soporte para colgar plantas y raíces. Al ser un lugar de secado y de vivencia, el espacio tiene la posibilidad de abrir su gran puerta para permitir la ventilación, disminuir la temperatura en su interior y conectarse con el espacio exterior. El laboratorio asume así, la apariencia de un invernadero, que toma vida y color con su uso. Se limita este ambiente con el resto de espacios a partir de un gran lavadero de cemento con una mesada de trabajo que contiene un sistema de captación de agua de lluvias (sistema CASA [Ciudades Auto-Sostenibles Amazónicas]) para el riego y el lavado de plantas. El aula/galpón asume en la comunidad de Mencoriari un rol educativo para todos, un centro de investigación del bosque, un espacio de reencuentro entre generaciones, entre los sabios de la comunidad y los y las estudiantes y un espacio de recepción turística. El proyecto celebra el encuentro de los conocimientos locales milenarios con la pedagogía contemporánea, un espacio de producción de patrimonio intangible para la preservación ambiental y cultural.