Ilustro para no olvidar se trata de una iniciativa de documentación, investigación y registro encabezada por la arquitecta Natalia Karbabian que plantea ilustrar aquellas arquitecturas patrimoniales demolidas o que se encuentran en riesgo dentro de la ciudad de Buenos Aires. Actuando como fuente de testimonio y denuncia, este proyecto artístico busca honrar a estas arquitecturas de valor patrimonial (arquitectónico, cultural y emocional) que definen identidad, pertenencia y relato de nuestra historia como ciudad y ciudadanía, entendiendo a la ciudad de Buenos Aires como ese crisol que representa una mezcla de tiempos, culturas y clases sociales. Actualmente, lleva registradas más de 50 ilustraciones y restan más de 250 por ilustrar.
En diálogo con Natalia Karbabian, nos propusimos conocer cómo ha sido el origen de este proyecto que aspira a reunir en un libro todas las ilustraciones en integración con las anécdotas, recuerdos y vivencias de quienes las han habitado. A su vez, comprender cómo es el intercambio con las organizaciones civiles y vecinales que se ha despertado e indagar sobre el rol que juegan dichas arquitecturas en las ciudades y cómo podrían implementarse demás iniciativas en la ciudad de Buenos Aires en un camino hacia la recuperación del patrimonio arquitectónico que se está perdiendo.
Agustina Iñiguez (AI): ¿Cómo surge Ilustro para no olvidar?
Natalia Karbabian (NK): Ilustro para no olvidar es el nombre de esta pulsión que me baja en una noche, sin plan alguno, después de un día en el que veo demolerse las casonas de Olazabal y Vidal. Casonas que el arquitecto italiano Alfredo Olivari había proyectado y construido en el año 1888, que se mantenían en pie, vivas, y conformaban parte del espíritu y esencia del barrio de Belgrano.
Ese día se condensó todo lo que fui percibiendo y acumulando durante el 2021 mientras caminé nuestra ciudad de Buenos Aires, en una mezcla de sensaciones y emociones que van de la incertidumbre a la impotencia. No daba crédito ni encontraba razón coherente a tanta pérdida irreparable. Jamás había visto tantos carteles de venta que anunciaran "oportunidad lote en venta" habiendo una belleza viva detrás… o ventas de 2 o 3 parcelas contiguas. Ese día llegué y me senté a dibujar las casonas. Ese día, el 6 de junio del 2022 nació Ilustro para no olvidar y no paré de ilustrar.
La red fue creciendo exponencialmente. La ciudadanía se sentía interpelada por esta manifestación que también era su voz, y no tardó en llegar la conexión con las organizaciones civiles y vecinales que vienen bogando por la esencia y calidad de sus barrios hace tiempo. Hoy somos un montón con una misma pregunta: ¿Cuál es el plan?
Por día recibo cantidad de datos específicos sobre demoliciones recientes y arquitecturas en venta como "lote"… Registro en carpetas: demolidas y tapiadas. Hoy son más de 250 arquitecturas que me faltan ilustrar.
AI: Desde tu perspectiva, ¿cuál es el rol que cumple la arquitectura patrimonial en las ciudades?
NK: Las ciudades nacen desde el pensamiento - intención. Luego se van expandiendo en las proyecciones de quienes las habitarán. La arquitectura es una forma de manifestación y lenguaje de nuestros modos de habitar y comprender la vida en diferentes tiempos determinados de la historia. Una forma de piel que habitamos y nos habita.
Nuestra vida transcurre en los escenarios de esa piel, nuestra ciudad. Sus tiempos, sus formas y costumbres, nos interpelan y entonces hay un ida y vuelta sutil, inefable e intangible, en el que vos la vivís, pero te vive, y que, al mismo tiempo, también modificas, la afectas. La vida es movimiento. Hay un proceso sutil, imperceptible, que deviene en cambios de paradigmas y modos de habitar que luego se condensan y en un momento, se ven proyectadas y toman dimensión. Pero en esencia esa ciudad, es aún tu ciudad. Y el sentimiento de pertenencia que se crea y vive en su gente, es relato de memorias y vivencias, que también son cultura y futuro.
Hacia donde queremos "evolucionar" implica tener claro nuestro origen (gen original). Además de ser una forma de gratitud y honra. Podemos proyectar nuevos modos de habitar y responder a necesidades actuales con compromiso de estima, conciencia habitacional y planetaria, respetando el origen y el propósito de ciudad antigua, pues habría una intención de fondo que actuaría como estructural en las decisiones políticas. Entonces pasado, presente y futuro reúnen pertenencia e identidad. Hoy no veo para nada que esté sucediendo eso. No se comprende en qué tipo de ciudad se está transformando.
Sobre la esencia de Buenos Aires: Nuestra Buenos Aires es una de las ciudades más peculiares y hermosas del mundo por su crisol y mixtura en tiempos, historias, pensamientos, nacionalidades. Una melodía que reúne diferencias en una armonía única y está grabada en las formas, desde su fundación hasta hoy (a excepción de un par de años de gran pérdida, en los 70). Esos relatos y memorias se están perdiendo.
La arquitectura patrimonial, personalmente la siento presente en varios planos: en el arquitectónico indiscutido por la academia, en el cultural y en el emocional. Podes recorrer arquitecturas de Bereterbide, Desplats, Kalnay, Clorindo, M.R. Álvarez y mucho más, desplegando sus genialidades y saberes, y también podés recorrer al tano que llegó, sobrevivió y levantó su casa chorizo. La Boca es otro hermoso ejemplo. Podes verla en obras literarias y artísticas, como Borges, Cortázar, Quinquela, y tantísimos ejemplos más, conocidos y anónimos, de manifestaciones sensibles diversas. Cultura.
Podes sentirla en los relatos de la ciudadanía (emocional), describiendo anécdotas y características de sus barrios, en los que nacieron o eligieron para vivir, pero que lamentablemente hoy están perdiendo su esencia. Muchas personas me comparten lo difícil de caminar algunas calles, porque no las reconocen, no las sienten, o porque su escuela de toda la vida, hoy es un edificio que rompió la trama, causó complicaciones de asoleamiento y no propuso cultura o pertenencia.
Hay demoliciones recientes muy dolorosas, como son la Escuela Taller en el Casco Histórico por dar un ejemplo. Escuela de oficios, que databa de principios del siglo XX y estaba viva, en funcionamiento. Demolición que podía haberse evitado.
Y así, se va conformando el patrimonio que también es cultural y emocional, que nos define y que es un legado, una herencia, por ende, un derecho y una obligación. Estas formas de patrimonio necesitan ser discutidas, habladas y reflejadas en leyes.
AI: ¿Qué otras iniciativas crees que podrían llevarse a cabo en la ciudad de Buenos Aires para recuperar el patrimonio arquitectónico?
NK: Se me van ocurriendo varias formas de visibilizar y concientizar. No todas las personas perciben la gran baja simultánea que se está dando en este momento, que estoy casi segura, va a ser recordado como un tiempo de gran pérdida patrimonial. Contar, hablar del tema, mostrar, así como lo estoy haciendo en Ilustro, es una forma. Muchísimas personas me dicen que caminan las calles con otros ojos y comienzan a involucrarse.
Me parece importante poder acerar herramientas tangibles y reales que tenemos como ciudadanos/as y usarlas. No las conocemos. Estamos viendo cómo se demuele la historia y a veces no sabemos que hacer (no solo en la ciudad de Buenos Aires). Por eso es que con entidades civiles como Basta de Demoler, estamos pensando en algún video didáctico – explicativo. Para que todes podamos accionar y reclamar o denunciar.
Se me ocurren movidas en la calle. Salir a la calle en forma pacífica, desde el cariño que le tenemos a la ciudad, me parece una opción siempre. Por ejemplo, se me ocurre hacer como una noche del patrimonio perdido, proyectando en simultáneo todas las ilustraciones de las arquitecturas demolidas… o las fotos, con relatos o anécdotas. O que se apaguen todas las luces de la ciudad y se enciendan luces solo en las demoliciones que tuvieron lugar desde el 2018, posterior cambio de Código urbanístico. Nos sorprenderíamos. Se me ocurren tours o recorridos a partir de cuentos o novelas de escritores argentinos…
Todos estos ejemplos no van a recuperar lo perdido. Si honrarlo y recordarlo. Sí, pueden servir para no perder más. Para no des-identificarnos más.
Los dibujos pertenecen a Ilustro para no olvidar.
