En un contexto de recuperación integral del Centro Histórico de Lima, el Proyecto Especial Paisajístico Río Rímac (PEPRR) desarrolla una propuesta para la regeneración de los emblemáticos espacios de la Alameda y Plazuela de Acho. Este proyecto -en conjunto con las otras 50 intervenciones planteadas en el plan maestro del PEPRR- aspira a detonar una recuperación multidimensional del entorno ribereño y patrimonial, y al mismo tiempo, defender y fortalecer las cualidades ciudadanas de los espacios públicos en Lima mediante un enfoque sistémico que articula movilidad, entorno urbano, patrimonio y paisaje.
Nueva Alameda y Plazuela de Acho: Un nuevo entorno para Acho y la ribera norte del Rímac
Escrito por Susana López, Karen Canaza y Mariana Leveau
La propuesta para la Nueva Alameda y Plazuela de Acho se ubica en la ribera norte del río Rímac, inserto dentro del Centro Histórico de Lima, el cual se caracteriza por su gran valor patrimonial, cultural e histórico (Fig. 1). Desarrollado por el Programa Municipal para la Recuperación del Centro Histórico de Lima (PROLIMA), este proyecto es una de las 51 intervenciones planteadas en el Proyecto Especial Paisajístico Río Rímac (PEPRR), y ha sido identificado como proyecto priorizado (Fig. 2), en el marco del convenio suscrito por la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) y la Cooperación Andina de Fomento (CAF).
El entorno de Acho estuvo conformado por célebres y emblemáticos paseos, plazas y alamedas, los cuales, brindaban a los transeúntes, confort y disfrute en sus recorridos. Entre ellos destacamos la antigua Alameda de Acho; creada en 1773, este espacio remanente a consecuencia de la construcción de los tajamares, se convirtió en un paseo de frondosos álamos que conectaban la actual Municipalidad del Rímac, con una plaza circular, que servía de conector y conexión visual directa entre la Plaza de Toros y el río Rímac. Esta conexión se vio reforzada físicamente con la construcción del puente Balta en 1869, comunicando así ambas márgenes, al tiempo que se reforzaba la axialidad con la Plaza (Fig. 3).
Sin embargo, un desarrollo urbano poco planificado, ligado al empoderamiento del vehículo privado, trajo consigo la construcción de infraestructuras viales tales como el Puente Ricardo Palma, la vía Evitamiento, o la Línea Amarilla, y con ello, la desaparición de la antigua Alameda de Acho (Fig. 4).
Todo ello ha tenido como consecuencia la desarticulación y fragmentación de las áreas públicas del entorno de Acho, y su desconexión con el río Rímac, configurando un espacio poco confortable para el ciudadano, donde la presencia casi unánime del vehículo ha borrado cualquier huella de urbanidad pasada (Fig. 5).
Frente a este escenario, que ha intensificado las brechas sociales, culturales y paisajísticas que sufre el distrito, la propuesta apuesta por mejorar la percepción del espacio público del entorno de Acho, revalorando las condiciones del patrimonio histórico preexistente y devolviendo a los ciudadanos del Rímac la conexión con su río.
Para ello, y como punto de partida, ha sido necesario comprender el palimpsesto urbano de Acho. La superposición de trazados históricos -ortofoto de 1940- y actuales, ha evidenciado vacíos, pero también una serie de permanencias -Mirador Ingunza, Plaza de Toros de Acho y el Fundo el Potao- y oportunidades. Esto ha posibilitado reinterpretar los trazados históricos preexistentes, y reincorporarlos a las actuales dinámicas urbanas, permitiendo a su vez la continuidad de las demás intervenciones planteadas en el Proyecto Especial Paisajístico Río Rímac, sin que esto afecte a las condiciones actuales de transitabilidad (Figura 6 y 7).
Tres serán los lineamientos clave que rigen la propuesta para la Nueva Alameda y Plazuela de Acho: SUTURAR, CONECTAR Y DAR VIABILIDAD (Fig. 8).
SUTURAR las conexiones transversales a nivel peatonal
La reinterpretación del ex Óvalo de Acho a través de una plaza semicircular hundida, permitirá reinsertar en el imaginario colectivo lo que antiguamente fue el elemento conector entre el Puente Balta y la Plaza de Toros (Fig. 9).
El tratamiento de la nueva Plazuela de Acho continuará, a nivel de trazado y pavimentos, el antiguo eje urbano Balta rematando en la portada de ingreso de la Plaza de Toros de Acho, potenciando así este monumento histórico. Además, el desmontaje del actual puente peatonal elevado de Acho, permite incorporar en su lugar, un crucero peatonal directo que conecte el actual Puente Balta y la plazuela de Acho, que enfatizará esa axialidad peatonal perseguida (Fig. 10).
CONECTAR a nivel urbano y paisajístico el margen norte del Río Rímac
La reestructuración y reordenamiento del espacio de movilidad -basado en una reducción de carriles, un reajuste de los anchos de pistas y bermas centrales, la incorporación de ciclovías y la ampliación de veredas-, el ritmo generado por los pavimentos, el uso de un mobiliario unificador y el retorno de los álamos y los cedros, permiten volver a retomar esa idea de “Alameda”; un nuevo paseo para el Rímac que permitirá volver a conectar la Municipalidad con la Plaza de Toros de Acho, e integrar otros proyectos desarrollados por el PEPRR (Fig. 11).
La pavimentación consta de diferentes tramas y patrones en los recorridos de la Alameda y Plazuela, de tal manera que los espacios de “recorrido” y los espacios de pausa y estancia tengan una lectura marcada, reforzada a su vez por graderías y bancas continuas que generan un límite virtual entre ambos espacios. El mobiliario urbano mantendrá el diseño integral de las intervenciones que conforman el PEPRR, considerando la condición particular de encontrarse en una zona ribereña. La vegetación busca aumentar el confort urbano del espacio público propuesto, al tiempo que se rememora el carácter que tenía la antigua Alameda de Acho (Fig. 12).
De esta manera, la “alameda” logrará recuperar la condición de paseo urbano que el entorno de Acho poseía, brindando un recorrido más amigable para los usuarios de a pie, con movilidad reducida y ciclistas (Fig. 13).
Dar viabilidad al proyecto mediante fases agregativas que vinculen los proyectos aledaños
Su cualidad como pieza articuladora y su enorme complejidad vial, ha llevado consigo entender la implementación del proyecto en fases consecutivas y agregativas, vinculadas a su vez, a otras intervenciones del PEPRR. Cada fase funcionará de manera independiente y acorde al avance de la reestructuración de contexto existente, con la intención de gestionar la temporalidad del avance del proyecto, sin limitar su uso y funcionamiento (Fig. 14).
La mejora de la Plazuela y creación de la Nueva Alameda de Acho traerá consigo beneficios ambientales, sociales, turísticos y económicos para el distrito del Rímac. Esto supondrá la implementación de más de 1000 ml de ciclovías, 175 luminarias, 290 árboles, y 1100 m2 de arbustivas y herbáceas, que fortalecerán este corredor ambiental; la generación de 51 500m2 de nuevo espacio público, la mejora de calzadas y bermas, la creación de 3 nuevos cruceros peatonales y 2 paraderos dobles de transporte público, además de reducir los niveles de inseguridad vial, mejorarán las condiciones de accesibilidad para el peatón (Fig. 15). Asimismo, el proyecto “Nueva Alameda y Plazuela de Acho” se encuentra articulado con su entorno y conectado a otras actuaciones del PEPRR, como Piedra Liza y Estancos (Fig. 15).
Es así, como a través de la ordenación de la movilidad, se generan espacios públicos accesibles y sostenibles para el entorno de Acho, logrando mejorar las condiciones de confort de este espacio público, revalorar el patrimonio y devolver al Rímac el vínculo con su río (Fig. 16).
Equipo de diseño de Nueva Alameda y Plazuela de Acho
Dirección del proyecto: Susana López Varela
Coordinación y diseño paisajístico: Pedro Mendoza Ávila
Coordinación y diseño arquitectónico: Karen Canaza Apaza
Coordinación gráfica: Claudia Calenzani Bravo
Asistencia de diseño: Vanessa Zapata Quispitupa, Mariana Leveau Armas