El proceso de descentralización que se lleva a cabo en Chile es una de las grandes transformaciones sociales y estructurales del sistema político en un país que se ha caracterizado por tener una cultura predominantemente centralista. En mayo de 2021 con la elección democrática de los Gobernadores Regionales, Chile avanzó hacia ese objetivo, pues la verdadera descentralización ocurre al transferir la capacidad de toma de decisión a los territorios, redistribuyendo el poder del gobierno central a las regiones.
Para colaborar en una descentralización exitosa y fortalecer a los gobiernos regionales, nace la Matriz de Bienestar Humano Territorial (MBHT), diseñada por el Centro de Inteligencia Territorial del Design Lab de la Universidad Adolfo Ibáñez (CIT.UAI.CL), en el marco del “Programa Nacional de Fortalecimiento de Capacidades Regionales” que lleva a cabo la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere).
Esta herramienta dota de mejores capacidades a los organismos que toman las decisiones, ya que compara diversas zonas, identifica patrones, problemáticas y oportunidades para conectar con soluciones de manera efectiva e identificar las brechas y desequilibrios que se deben superar.
Luis Valenzuela, director del CIT-UAI, comenta que en los últimos años el crecimiento, la dinámica de las ciudades y los cambios sociales en Chile, han dado como resultado una enorme inequidad y segregación urbana, donde los sistemas actuales de medición de brechas territoriales son insuficientes y no son capaces de procesar la gran cantidad de datos que pueden levantarse en los territorios.
Marcela Letelier, directora ejecutiva del CIT-UAI, agrega que se trata de una nueva forma de ver las regiones, ciudades, comunas y barrios. La herramienta — que se visualiza de manera gratuita y está abierta a todas las personas en la Plataforma de Análisis Territorial— posee 18 indicadores territoriales agrupados en cuatro dimensiones: socioeconómica, seguridad ambiental, accesibilidad y a futuro, activos comunales.
“Diseña un sistema de recopilación e interpretación de información por medio de algoritmos propios del CIT, que obtienen evidencia conectada al territorio, para comprender las relaciones dinámicas entre las personas y los lugares que habitan”, explica la profesional.
Su objetivo es comprender las condiciones de los entornos urbanos y rurales para construir soluciones que impacten positivamente en el bienestar de las personas y su hábitat. Colabora entre otras cosas, para que la toma decisiones sea más rápida y efectiva. Así, por ejemplo, es posible conocer dónde es mejor realizar las inversiones de una región de manera que beneficie a más personas.
Uno de los atributos de la Matriz BHT es su característica de escalar, esto significa que se pueden ver los resultados que arrojan sus dimensiones en la unidad mínima, que es una manzana en un barrio, a nivel comuna, región y país.
Toda la información tiene un largo desarrollo que comienza con la identificación, obtención y procesamiento de datos emanados de fuentes oficiales, confiables y gratuitas. Luego incluye el trabajo en terreno del equipo de investigadores, donde se recoge información del territorio realizando mediciones con equipos especiales de tecnología geoespacial, diferentes softwares, Sistemas de Información Geográfica (SIG) que son apoyados por drones, estudios cartográficos, imágenes fotográficas, y por supuesto, entrevistas con los habitantes de los territorios, entre otros insumos. Parte importante de este trabajo es el que se realiza en conjunto con los equipos técnicos de los gobiernos regionales y locales, además de la labor con las comunidades. Ellos efectúan un gran aporte, pues son los que conocen mejor el entorno.
Marcela Letelier comenta que todo el material es procesado por un equipo formado por profesionales de diferentes áreas, tales como arquitectos, geógrafos, ingenieros, diseñadores, sociólogos, economistas, programadores y periodistas.
“Creemos que la Matriz BHT es una gran herramienta para mejorar la calidad de vida de las personas, no solamente en Chile. Es posible aplicarla en diferentes áreas y organizaciones, sean gubernamentales, empresas privadas, Ongs, fundaciones. Nos gusta decir que no tenemos límites y que vamos de Chile al mundo, para mejorar el bienestar de las personas en los territorios que habitan”, concluye Luis Valenzuela.
