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Arquitectos: Reddog Architects
- Área: 1990 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Christopher Frederick Jones
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Proveedores: Fuse Furniture, Kfive Furniture, Versalux, iGuzzini
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Trabajando en conjunto con el plan maestro del campus, el bloque D es un sitio importante que forma una conexión de referencia para el viaje escolar en el Colegio Anglicano Cannon Hill. El edificio es un punto de entrada natural al campus y una importante intersección entre la educación secundaria y la superior.
El edificio debía ofrecer flexibilidad en el uso del espacio, reconociendo el deseo del colegio de poder utilizarlo para una amplia variedad de funciones, eventos y experiencias de aprendizaje. El bloque D crea un nuevo edificio de dos plantas que alberga nuevos espacios de enseñanza/aprendizaje, espacios de descanso, una terraza al aire libre, servicios para los estudiantes, una cocina contemporánea y un nuevo recinto de comida y bebida para los estudiantes.
El diseño respondió al entorno verde existente. La construcción del edificio afectó mínimamente a los árboles ya crecidos en el campus. La elección de los ladrillos blancos realzó la sensación de bosque circundante, proporcionando un telón de fondo para las sombras de las hojas de los árboles. Los colores del interior inspirados en el bosque (grises, verdes y rosas suaves) actúan como señales de "orientación", ayudando a los estudiantes y a los visitantes del campus a moverse por el espacio.
Cada aula es intencionadamente diferente. Una paleta de colores y una perspectiva diferentes para cada aula crean experiencias memorables para los alumnos y el personal. Las aulas cuentan con espacios de descanso con una variedad de caracteres, algunos de colaboración, otros de reflexión, que reconocen diferentes formas de aprendizaje y socialización. Las aulas están orientadas a conseguir los mejores resultados para el aprendizaje: máxima ventilación, luz abundante pero suave.
Un atrio meridional de doble altura cuenta con plantaciones para limpiar el aire, actuando como chimenea térmica. También permite conexiones visuales discretas entre el espacio social y el espacio de aprendizaje sin crear distracciones. El comedor fomenta una cultura alimentaria saludable que promueve una experiencia inclusiva, proporcionando lugares para sentarse cómodamente en solitario y mirar hacia fuera, así como espacios comunes más amplios. La gradación de los espacios crea una extensión sin fisuras del paseo adyacente (más comunal, activo) y luego bajo el arbolado (grupos grandes, más resguardado). Las grandes puertas conectan con el paseo exterior proporcionando flexibilidad. El borde es más idiosincrásico, con muebles fijos, bancos altos y taburetes, más lúdico, creativo e íntimo. El comedor es lo suficientemente lúdico como para atraer a los estudiantes y, al mismo tiempo, lo suficientemente elegante como para fomentar el uso por parte del personal, además de poder utilizarse para eventos escolares. El mobiliario de la sala es interior y exterior para fomentar esa conexión sin fisuras con el exterior.