-
Arquitectos: Bricolo Falsarella
- Área: 1750 m²
- Año: 2021
-
Fotografías:Atelier XYZ
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El fuerte crecimiento del enoturismo en Italia ha provocado la necesidad de que las bodegas históricas amplíen sus zonas de degustación. Este nuevo impulso también ha sido muy fuerte en la zona de Custoza, que con el tiempo se ha convertido en un destino imprescindible para los turistas y visitantes que buscan lugares donde experimentar plenamente la combinación de vino y paisaje. Entre estos lugares virtuosos, merece una mención especial la Cantina Gorgo y sus 53 hectáreas de viñedos ecológicos que serpentean por las suaves colinas morénicas del lago de Garda en torno a la zona urbanizada de Custoza.
Para responder a estas nuevas exigencias, los propietarios se dirigieron a nuestro estudio no para que diseñáramos un nuevo espacio cerrado, sino para que creáramos un espacio abierto donde los clientes pudieran degustar sus vinos y, al mismo tiempo, experimentar el singular entorno ambiental, en la estela de la gran tradición de los jardines históricos italianos. Inspirándonos en el patrimonio vernáculo de la zona, propusimos una reinterpretación de la tipología rural del Brolo, un modelo de espacio híbrido entre interior y exterior que ha persistido durante siglos en la campiña véneta.
El nuevo Brolo se suma a la gama de espacios dedicados a la hostelería ya creados por nuestro estudio en torno al patio principal de 2005 a 2016 (tienda de vinos, salas de cata, bodega de barricas). A diferencia de estos espacios cerrados, el nuevo Brolo se desarrolla en la parte trasera del patio (de acuerdo con la tradición local) y tiene el aspecto de una sala rectangular alargada con el cielo abierto, cerrada por los lados para formar un gran vacío central. El gran vacío es el eje físico, arquitectónico y simbólico del proyecto. En este espacio, los visitantes pueden reunirse y demorarse contemplando el paisaje a través de alas, insinuaciones y marcos y participando activamente en la belleza del lugar.
Como en muchas de nuestras obras, los materiales utilizados tienen superficies rugosas (piedra labrada, hormigón armado a la vista, madera cepillada, hierro oxidado) para relacionarse expresivamente con la luz del sol, aportando la autenticidad bruta típica de los edificios vernáculos de la zona. Esta elección constituye una postura precisa e introduce una fuerte humanización en el proyecto, que sigue estando profundamente conectado con el lugar. La arquitectura se inscribe en su contexto, buscando un nuevo encuentro con las raíces del mundo rural y una relación madura y más consciente con la naturaleza.
Frente a la vida contemporánea, cada vez más acelerada y superficial, el Brolo de la Cantina Gorgo ofrece al visitante un microcosmos calibrado en el que puede redescubrir la lentitud de su mirada y vivir una experiencia completa y activadora. La idea que subyace es un nuevo viaje por Italia que no es la nostalgia de algo perdido, sino la búsqueda por revivir la cultura del país. El proyecto esconde también la ambición de una nueva arquitectura italiana, que podría refundar lo vernáculo, liberándolo de lo pintoresco, gracias a una expresión moderna fuertemente contemporánea pero también intemporal y en continuidad con la arquitectura de nuestra nación.