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Arquitectos: Atelier Sunder-Plassmann, Schnell&co architekulabor
- Área: 55 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Mikael Blomfelt
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En los años setenta, Otl Aicher desarrolló un trabajo para la ciudad de Isny, en el Allgäu, la ciudad en blanco y negro. Una serie de 136 carteles pictóricos, en blanco y negro y en formato casi cuadrado, retrata la ciudad, el paisaje, la región. Una obra que no ha perdido ni su agudeza ni su expresividad desde entonces y que aún hoy forma parte de la imagen de la ciudad.
Con motivo del centenario de Aicher, Insy también celebra este aniversario. No en la Galería Municipal del Castillo de Isny, sino en un edificio temporal en el espacio público, decisión y consecuencia del proyecto „aichermagazin“, que se podrá ver desde mayo hasta octubre del 2022.
El edificio provisional está situado en el Kurpark, un espacio verde situado justo a las afueras de las murallas de la ciudad histórica. Un espacio recreativo que reúne a un público gratificantemente diverso a lo largo del día. En el centro de la zona verde se encuentra una plataforma que se utiliza para diversos eventos a lo largo del año; este verano se utilizará para la exposición.
Temporal significa reversible, significa presencia por un tiempo, como invitado. Y aunque la plataforma le proporciona amablemente un apoyo y una base, el edificio se encuentra finalmente compensado y volcado, buscando el diálogo como prioridad junto con la independencia. La arquitectura es reducida, es una secuencia espacial, es madera, es negra. Una única sala central está cerrada por una pérgola. Una capa entre el suelo y el techo, sostenida por esbeltos soportes y ligeramente separada del terreno. Una rampa se extiende acogedoramente hacia el camino a modo de introducción: quien desea seguir, deambula y da vueltas. La pérgola enmarca el campo de visión en negro, guiando la mirada. Muestra que la naturaleza, la ciudad, es un lugar para pasear, para detenerse, para contar historias. La entrada en el centro acaba por cambiar el enfoque. Concentrado en el espacio y la exposición, uno encuentra a Aicher como diseñador y persona, entre ortigas y una gran ventana a la luz.
La exposición y la arquitectura siempre se sitúan en la luz en la que se observan. En el crepúsculo, bajo el sol y bajo la lluvia. Siempre son diferentes y siempre están abiertas. No hay entrada, ni puerta, ni luz, ni techo. Durante medio año, para todos.