El Perú es un país que cuenta con un extenso, rico y trascendente patrimonio arqueológico. Lamentablemente, el paso de los años ha traído consigo un fuerte deterioro. Los autores Norma León Lescano, Yann Barnet y Alvaro Racchumi, exponen a través de su artículo “Captura de datos 3D para virtualizar el patrimonio cultural” el método que ellos siguieron para recolectar en tres dimensiones una réplica del Palacio de Puruchuco. De esta manera, se busca proporcionar la información necesaria que sirva como guía para promover el proceso de virtualización del maravilloso patrimonio cultural, logrando un mayor alcance, revalorización y conservación del mismo.
El Palacio de Puruchuco se encuentra insertado en el área arqueológica del distrito de Ate, en la ciudad de Lima, Perú. La edificación, que sirvió como residencia del Curaca (la máxima autoridad Inca), se emplaza en la base de un cerro contra la ladera. Este es construido enteramente de adobe, creando una alta complejidad arquitectónica, en la cual se cuenta con pasajes angostos y varios espacios cubiertos. El edificio patrimonial restaurado es escogido como caso de estudio por los autores, debido al desafío que este representa para la captura de datos gráficos 3D a través del uso de tecnologías de fotogrametría.
Previo al proceso de captura de la data 3D para virtualizar el patrimonio, se realizó un estudio de las tecnologías, métodos y herramientas a ser utilizadas. Se optó por emplear equipos de menor tecnología, que permiten minimizar los costos y lograr una mayor facilidad para su posterior réplica. Por lo tanto, el método empleado cuenta con cuatro fases. Las cuales son: Adquisición de datos 3D de la parte exterior, adquisición de datos 3D de los ambientes interiores, optimización de los modelos e integración 3D de los mismos.
En primer lugar, para levantar la información de las partes exteriores del Palacio de Puruchuco junto con su entorno inmediato, se optó por la fotogrametría basada en las fotografías tomadas por un UAV, que es un dron equipado de una cámara. Sin embargo, para los ambientes internos del Palacio, cuya luminosidad es muy baja, se empleó la tecnología de captura de imágenes HDR y datos de profundidad mediante la cámara insignia de Matterport, la cual gira automáticamente sobre un pie. Ambas técnicas permiten la generación de una nube de puntos utilizando los píxeles de fotografías georreferenciadas que se puede convertir en una malla 3D con textura de alta precisión y calidad.
Una vez recolectada la información y creadas las mallas 3D en los procesos previos, se procede a optimizarlas mediante el uso de un software de edición tridimensional. Con ello, se busca corregir las eventuales anomalías en la geometría y disminuir la complejidad del modelo, lo cual aligera directamente el peso de este. Para ello, se usó el software de edición Blender y el retoque manual de las imágenes para eliminar elementos no deseados. Posteriormente, se emplea el software Unity para integrar los modelos 3D obtenidos. Este programa permite importar los modelos tridimensionales y convertirlos en escenas independientes, generando objetos interactivos, como el empleo de puertas para transitar entre ambientes. De esta manera, se logra unificar un espacio virtual de fácil acceso y manejo.
El artículo expuesto por los autores no solo explica el método a detalle que permite levantar el modelo 3D del Palacio de Puruchuco, sino que pone a disposición las herramientas y procesos para los profesionales, investigadores del patrimonio cultural e interesados. Por ello, en el artículo se genera una tabla de recomendaciones para una captura 3D óptima, según los análisis dados en el estudio, en ella se detallan características específicas y tiempos de trabajo para una persona. Como mencionan los autores: “Con el método empleado, el proceso integral para llegar a la virtualización del Palacio de Puruchuco fue relativamente rápido: 13 días de trabajo de una persona, desde el levantamiento de información previa hasta la integración de los modelos en un solo espacio virtual.”
De esta manera, se demuestra que el proceso de virtualización del patrimonio cultural es de cómodo alcance y manejo. Lo que permite perpetuar las infraestructuras arqueológicas, logrando la revalorización, conservación y fácil acceso al patrimonio ancestral. Lo que nos deja una puerta abierta para su futura réplica en el territorio.
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