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Arquitectos: Estudio Arzubialde
- Área: 118 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Franco Piccini / Martín Cabezudo
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Pueblo Esther es una localidad situada junto al Río Paraná, a 20km hacia el sur de la ciudad de Rosario. Su origen y posterior desarrollo se relaciona con el de casas-quinta para fines de semana y temporadas estivales. Su tejido urbano característico se conforma por lotes arbolados de grandes dimensiones y tierras de producción hortícola. Inserto en este marco se sitúa el Teatro en la Orilla.
El encargo demandó, en su fase inicial, la construcción de un espacio que pudiera albergar diversas actividades artísticas tales como la enseñanza de artes dramáticas, el ensayo de compañías teatrales (con las variantes que esta disciplina involucra: dramaturgia, clown, títeres, malabares en tela y trapecio) y grupos de danza, así como la confección y guardado de piezas escenográficas, vestuario y otros elementos técnicos propios de la actividad (equipos de luz y sonido, telones, trapecios, herramientas, etc).
En octubre de 2018, simultáneamente al hecho de que Pueblo Esther superó los diez mil habitantes y dejó de ser Comuna para ser declarada Ciudad, se realizó la primera edición del Festival de Teatro de Pueblo Esther; cuya finalidad fue acercar el teatro de calidad, de diferentes géneros y estilos a un público que habitualmente no acostumbra a ir al teatro, o tienen que viajar más de 20 kilómetros para disfrutar de esta expresión artística. Esta primera edición del festival se efectuó con gran éxito, fomentando el turismo regional y convocando a más de siete mil asistentes en cinco días, entre los cuales se encontraban niños y jóvenes alumnos de escuelas primarias y secundarias de la región que pudieron acceder de forma gratuita.
El suceso del evento animó a los comitentes (Compañía Tuto Tul, integrantes del comité organizador del mencionado Festival) a potenciar la iniciativa. Decidieron así apostar por un espacio que no sólo posibilitara las actividades mencionadas anteriormente, sino que también estuviese calificado para efectuar espectáculos de teatro, danza, música y proyecciones para una acotada concurrencia de público.
Una vez establecidas las características definitivas del encargo, se optó por el diseño de un edificio que albergue un espacio principal en doble altura, recostado íntegramente sobre la medianera sur del terreno, cuidando la permanencia de todos los árboles existentes. Esta implantación permite, además, que la luz del sol norte ingrese desde lo alto de este espacio principal; filtrándose a través de una pantalla compuesta por pequeños arcos de ladrillo.
Las galerías, conformadas por arcos de ladrillo portante, rodean la totalidad de la planta baja y funcionan como espacio semicubierto para circulación y expansión; La galería al este como un espacio de reunión relacionado con el patio al fondo del lote, mientras que la galería oeste hace lo propio con respecto al patio de ingreso y permite, mediante un portón rebatible, ampliar la superficie de trabajo y representación. Los ambientes que componen la planta alta se asoman, integrándose al espacio principal: pueden funcionar como depósitos, áreas técnicas o, en circunstancias de alguna función especial, como platea alta.
La obra ha sido completada y habilitada a partir de presupuestos muy bajos y en brevísimos tiempos ejecución. Atendiendo a estas condicionantes, se han obviado todo tipo de terminaciones. La totalidad de las aberturas fueron adquiridas en saldos de demoliciones y remanentes de fábrica; de ahí su discontinuidad en cuanto a materiales, formas y dimensiones.
La compañía teatral bautizó a este espacio como Teatro en la Orilla; acertado nombre que nos recuerda la proximidad del Río Paraná y pone en valor las manifestaciones culturales orilleras y alternativas.