¿Podría un espacio ser uno y muchos al mismo tiempo? Bajo el nombre Mínimo Común Múltiple, Estudio BNAA ha diseñado un espacio de superficies mínimas, que comúnmente se utiliza para locales comerciales u oficinas, con la particularidad de que puede convertirse en múltiples espacios a la vez. Ubicado en San Luis, Argentina, se trata de un proyecto que hace referencia al concepto matemático (MCM) pero desde otro enfoque y función, combinando movimiento, flexibilidad y el uso del magnetismo como sistema constructivo.
Desde Estudio BNAA, sostienen que deberíamos dejar de pensar los espacios en m2 y empezar a pensarlos en unidad de volumen, es decir, en m3. El desafío surgió de esta manera, al analizar cuantos m3 tenemos los arquitectos y arquitectas para diseñar. Contando con un espacio de 15 metros cuadrados, la idea se centró en sumar todas las superficies de paredes buscando un espacio de mayor aprovechamiento y obteniendo así 37,5 metros cúbicos.
El estudio dividió el espacio en Estaciones (E1, E2) y Subestaciones (S1, S2, S3) pudiendo contemplar diversos usos que involucran desde situaciones de permanencia o de mayor privacidad hasta de recorrido. El diseño incluye mobiliario móvil y también un rótulo luminoso capaz de personalizarse según las necesidades de sus usuarios.
El equipamiento se llevó a cabo desde cero teniendo en cuenta tanto al espacio como al material base, que es el metal y su polo opuesto, el imán como conector. Para aprovechar al máximo el lugar, se utilizaron piezas mínimas de imanes, mesas, sillones, estanterías y hasta un reloj. Esta propuesta flexible y móvil cuenta con tres objetivos fundamentales.
El primero de ellos consiste en demostrar la flexibilidad y el grado de adaptabilidad a diferentes usos que puede adquirir un espacio pequeño pasando a conformar desde un estudio, un espacio para dar clases o un estudio de fotografía hasta un micro cine, una muestra de arte, un local de ropa, entre otros.
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El segundo objetivo se centra en responder al encargo de los clientes brindando un espacio para que emprendedores y pequeñas empresas, que en su gran mayoría han surgido con la pandemia de Covid-19 desarrollándose en los rubros textiles, gastronómicos y demás, puedan dar cuenta de su trabajo sin tener que alquilar un espacio mensualmente. MCM se plantea entonces como un espacio cómodo para alquilarse por día.
El último objetivo tiene que ver con la utilización del magnetismo como sistema constructivo donde el cliente disponía de láminas de chapa de 1m por 2m. Reutilizándolas y revistiendo todo el espacio, se decidió, por un lado, usar la chapa como revestimiento y por el otro, agregar una banda magnética de 5 cm de espesor alrededor del habitáculo con imanes de diferentes potencias para generar divisiones, colocar estantes, colgar macetas, relojes, herramientas de trabajo y otros elementos.