Organizado por el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires (CAPBA) y promovido por el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, el Concurso de Proyectos Habitacionales Casa Propia – PROCREAR II se desarrolló con el objetivo de implementar un plan de acción que permita facilitar el acceso a la vivienda permanente a través de diversas acciones que favorezcan la asequibilidad de soluciones habitacionales para todos los sectores sociales en función de la demanda que existe en Argentina.
El Programa Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Única Familiar (PRO.CRE.AR) busca, justamente, facilitar el acceso a la vivienda propia y fomentar la generación de empleo como políticas de desarrollo económico y social, otorgando créditos para la construcción, la adquisición de viviendas y el desarrollo de proyectos urbanísticos destinados a familias.
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En esta ocasión, las tipologías propuestas debían contar con un módulo básico de superficie mínima de 36 m2, incluyendo un módulo sanitario baño-cocina más un espacio flexible social y/o privado. El módulo completo llegaba a los 60 m2 sumando al anterior, espacios flexibles sociales, privados y/o de trabajo. Se otorgaron un total de 50 premios por tipologías de viviendas distribuidas por las 4 zonas geográficas establecidas: Zona Metropolitana, Pampeana Norte, Pampeana Sur-Oeste y Costera. A continuación, presentamos algunas de las propuestas premiadas.
Zona Metropolitana
- Equipo de proyecto: Fernando Fariña, Emilia Fernández, Agustín Ichuribehere
- Colaboradores: Asesoramiento sistema constructivo: Camila Gómez
Descripción por los autores. Una vivienda genérica y adaptable, con máxima economía de recursos, que permite la interpretación espacial y se completa con la eventual intervención de sus habitantes. Capaz de actualizarse a procesos dinámicos y modos de habitar, admitiendo trabajo, ocio, independencia y reunión.
Ajustándose a las condiciones de superficie y presupuesto disponibles, se propone un soporte espacial lo más flexible y grande posible, un volumen habitable sobre una superficie de 4m x 15m, que configura un único espacio expandido o varios autónomos. Adaptable a diversidad de terrenos pero fundamentalmente pensado para el aprovechamiento de parcelas pequeñas acordes al costo de la casa.
La casa se organiza a partir de un esquema lineal con medidas mínimas, 4m x 9m (36m2) en su primera evolución y de 4m x 15m (60m2) en la segunda, configurando una matriz lineal con capacidad de adaptación a medidas de terrenos iguales o mayores a 8.50m de ancho (permitiendo un patio lateral de 4.50m de lado mínimo), e iguales o mayores a 20m de profundidad, tanto en su condición entre medianeras como en esquina a partir de simples variaciones de inversión biaxial, desplazamiento y/o rotación, admitiendo un retiro de frente de 3m o 5m. El esquema lineal adoptado permite el uso pleno del vacío del terreno en las condiciones de ancho mínimo y en sus múltiples posibles longitudes, permitiendo siempre la adaptación a la mejor orientación.
Espacialmente el proyecto se plantea desde la sistematización de dimensiones, componentes y espacios. La vivienda consta de 5 módulos espaciales de 3m x 4m, uno especializado que concentra los dispositivos de servicio e instalaciones (cocina, baño, guardado exterior y lavadero) y 4 no especializados, admitiendo su vinculación o independencia a partir de paneles divisorios o dispositivos móviles de distinto tipo, que permiten la libre disposición de equipamiento preexistente de sus habitantes o futuras potenciales intervenciones reversibles.
La casa está pensada como un sistema eficiente en términos de consumo energético y de recursos, desde su inicio y a largo plazo. La reducción de consumo mediante estrategias pasivas como adaptación a las mejores orientaciones, circulación de aire y desde sus procesos constructivos de rápido montaje a partir de elementos y materiales de bajo mantenimiento.
Zona Pampeana Norte
- Autor: Arq. Leonardo Jauregui
- Colaboradores: Arq. Gustavo Gomez Jones, Federico Raniolo
Descripción por los autores. Tradicionalmente, las habitaciones no son espacios que se hayan discutido demasiado, cuando son la base de nuestra vida cotidiana y de nuestra intimidad. Una habitación puede no ser una caja estanca. Los pasillos pueden no ser alargados. Una habitación puede no tener un uso determinado.
A veces, las ideas de arquitectura provienen precisamente de contradecir lo que se da por supuesto, lo obvio y lo que no nos atrevemos a discutir. Una sucesión de habitaciones de iguales características, conectadas interiormente a través de vanos. Una sucesión de espacios iluminados, ventilados y conectados siempre al exterior.
Cada uno de los espacios – habitación tiene las mismas posibilidades de crecimientos futuros. El hormigón puede no ser un material frío y tal vez la arquitectura puede no ser cara.
Zona Pampeana Sur-Oeste
- Autores: Arqs. Rodolfo Frolik, Mercedes Frolik, Andrés Torres, Paula Alessio y Josefina Criscione
Descripción por los autores. Entendemos que una vivienda debe dar cuenta del proceso natural de incremento, modificación, ampliación, combinación, y disminución de la familia, ya que no es un núcleo fijo como antaño sino que asume ahora formas infinitas y cambiantes. Se pensó en una casa que se adapte a la necesidad de hacer lugar a la nueva falta de jerarquía espacial y simbólica, y a la flexibilidad necesaria para que el habitante adapte el hábitat a sus necesidades y deseos. Que lo subdivida, que lo amplíe, lo transforme. Los elementos constructivos conforman una célula base cuya distribución permite la mayor cantidad de configuraciones posibles. Son las decisiones constructivas las que potencian esa flexibilidad.
Se propone un sistema abierto que se estructura a partir de módulos que se ajustan a un proceso productivo eficiente y sostenible. Dicho sistema define un módulo inicial con condiciones habitables mínimas y genéricas que permiten apropiaciones diversas por parte de sus usuarios. Se trata de una estructura repetible que consta de dos componentes esenciales: un módulo flexible que contiene las infraestructuras secas (dormir, estar, comer, trabajar) y un módulo de servicios con las infraestructuras húmedas (baños, cocina, lavado).
El sistema modular nos permite pensar en la sistematización de los elementos que la componen y customizar la casa para cada situación. Aquello que se mantiene constante es la infraestructura mientras que la envolvente responde tanto a problemas de orden contextual (situación geográfica, medida de la parcela, orientación, clima, vistas, etc) como a demandas funcionales de los usuarios (conformación familiar, intereses, crecimiento futuro, etc).
Se proyecta una casa sin jerarquías, con espacios flexibles, inestables, transformables, capaces de concebir usos superpuestos, en donde toda la superficie es espacio de uso. En cada módulo flexible conviven espacios de guardado que se materializan mediante muebles que se abren, despliegan y rebaten creando nuevos escenarios. La configuración de los espacios interiores/exteriores es tan importante como la continuidad que se produce entre ambos. La casa se va estructurando en el tiempo a través de una sucesión de espacios interiores/exteriores, llenos y vacíos configurando un tejido poroso, permeable, adaptado al usuario y sus experiencias.
Estos vacíos cargados de usos son la interfaz con el ambiente, aportan brisas, remansos, luz, accesos y usos diversos. En estaciones más frías se pueden transformar en invernaderos con la implementación de cerramientos estancos (lona o policarbonato). En estaciones cálidas y húmedas, estos vacíos se pueden transformar en brisas y sombras mediante cerramientos porosos como por ejemplo, mallas vegetales, comportándose ambos como sistemas pasivos de acondicionamiento. La disposición de las aberturas ubicadas en dos caras diferentes de cada módulo permite la ventilación cruzada logrando una menor dependencia de los sistemas artificiales de acondicionamiento climático.
La casa evoluciona con sus usuarios, gradualmente, se plantea un crecimiento modular reutilizando los elementos preexistentes. Estos módulos pueden combinarse entre sí para formar unidades de vivienda incrementales, pudiendo crecer de manera horizontal, en una sola planta o hacerlo en altura, o bien combinar entre ambos crecimientos. El único limitador sería el tamaño del terreno.
Las ampliaciones se pueden realizar tanto de manera paralela como perpendicular al núcleo central de la casa y son costumizables dando lugar a distintos modos de hábitat. Las potenciales operaciones de combinación y rotación que se pueden obtener hacen que la casa pueda ubicarse aislada o apareada con otras unidades en una urbanización densa, como en un terreno de perímetro libre en un área suburbana. Proponemos una casa que se llena, se transforma, crece, se complementa, se vuelve a transformar, capaz de adaptarse y acompañar a sus habitantes de manera natural en cada etapa de sus vidas.
Zona Costera
- Autor: Arq. Ignacio Bertolini
- Equipo de Proyecto: Magdalena Halberg, Jonathan Guzman, Arq. Ursula Uriarte
Descripción por los autores. En el territorio bonaerense, más precisamente en la zona metropolitana, la mayoría de los loteos urbanos y periurbanos bajo la ley 8912 promueven parcelas que varían entre los 8 y 10 m de ancho. Por otro lado, las familias y usuarios jóvenes que acceden al préstamo PROCREAR se caracterizan por priorizar una “vivienda” flexible, adaptable y de fácil crecimiento.
La propuesta inicial contiene la totalidad de las infraestructuras a futuro, propone el uso de materiales tradicionales, bajo costo de mantenimiento, flexibilidad de uso y crecimiento. Un espacio de 6m x 6m (36m2) con un núcleo sanitario compacto sobre uno de sus lados. De esta manera, maximizamos el espacio social y lo relacionamos fuertemente con el exterior. Dos muebles interiores proponen un uso eventual diurno (trabajo) y nocturno (dormir).
Una clara circulación organiza y divide los servicios del social. Como resultado una forma cuadrada como módulo inicial que permite la diversidad de implantación en el lote, dejando abierta las operaciones futuras de crecimiento a 60 m2 y 90 m2.
La materialidad propuesta resuelve cerramiento y estructura con un muro de ladrillo común tradicional portante de 20 cm compuesto, con una cámara de aire, aislaciones y una placa de yeso. La fundación es una platea y se arriostra superiormente con un encadenado de Hormigón perimetral.
Esta caja de ladrillo típica de nuestra cultura pampeana incorpora una ventilación e iluminación superior sobre la losa y bajo la cubierta de chapa. Esta abertura permite la ventilación cruzada del ambiente social y un control bioclimático del espacio social según el clima. La cubierta sencilla, económica y disponible en cualquier municipio facilita los tiempos de obra.
El completamiento de la operación no cierra la vivienda y deja abierto a futuras ampliaciones. Los 24 m2 complementarios no incluyen instalaciones y se materializan de la misma forma. La independencia de los espacios de dormir le da flexibilidad de uso y en ningún momento se corta la relación frente-fondo del lote.