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Arquitectos: Cazú Zegers
- Área: 365 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Daniel Corvillon
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Durante la primera década del milenio Cazú Zegers incorpora una forma de nombrar los proyectos a partir del alfabeto. Es el alfabeto de la palabra poética y con esto una serie de casas que son la síntesis abstracta de una letra que se vuelve obra. Tiene que ver con la creación de realidad a través del lenguaje. Cada “casa letra” tiene un diálogo único con el paisaje, un diálogo territorial donde la obra es una unidad entre paisaje y arquitectura. La letra K surge en un terreno complejo, de mucha pendiente y a la vez de gran belleza, debido a la abundante vegetación nativa del clima mediterráneo. Es un terreno urbano, con una fuerte presencia territorial, ubicado en el último terreno urbanizado del Condominio Lomas de la Dehesa. Colinda con lo que será el futuro Parque Metropolitano de La Dehesa.
El desafío es crear una obra que invada mínimamente el lugar, pienso en un diálogo entre arquitectura y paisaje, un recorrido por el terreno, donde la arquitectura se funde con el paisaje. El acceso por abajo y la normativa municipal, le agregan una dificultad mayor. La estrategia fue fundar la casa sobre unas grandes piedras que existían en el terreno. El volumen de dormitorios –anclado al cerro y suspendido sobre el paisaje– se apoya en un pilar “roca” construido en base a un cuerpo geometrizado. Esto es lo que le da estructura a la casa , logra resolver la problemática de acceder por abajo, así como la limitación de rasantes de la normativa municipal, que no permite avanzar con el volumen muy adelante.
Este sistema de volumen con pilar es la estructura desde la cual se desprende en diferentes niveles del resto del programa en forma diagonal al volumen principal, dando forma a la letra K. Pienso las cubiertas de los diferentes volúmenes como cubiertas terraza, que permiten hacer un recorrido por el terreno, que a veces es cerro natural, a veces arquitectura. El resultado final, es el de una casa que dialoga en forma armónica con el terreno, tomando las diferentes vistas del lugar. Cada cubierta es a la vez, un lugar de estar y acceso desde el jardín a ese volumen. Esta estrategia de la Casa “K” logra resolver un programa complejo con elegancia y simpleza, otorgando una alta calidad en la experiencia de habitar a la familia.