Las prolongadas olas de calor han sido cada vez más comunes en los últimos años y las ciudades están ideando varias estrategias para combatir el efecto de isla de calor urbano. Este verano, Sídney experimentó temperaturas abrasadoras de hasta 50 grados centígrados por lo que, recientemente, las autoridades prohibieron los techos oscuros en las viviendas nuevas y ordenaron buscar alternativas de colores más claros para reflejar la radiación solar. En Europa, Atenas ha tomado el ejemplo de Miami y ha contratado a un Director de Calor, encargado de encontrar estrategias para hacer frente a las olas de calor y los incendios forestales que llevaron a una gran cantidad de residentes a abandonar la capital.
En un intento por combatir el efecto de isla de calor urbano que afectó a los suburbios de Sídney, la ciudad ha hecho obligatorios los techos de colores claros para todas las casas nuevas. Al mismo tiempo, las autoridades exigen que los lotes residenciales tengan al menos un árbol maduro, ya que la cobertura del dosel en algunos vecindarios es solo del 1 por ciento. Las nuevas regulaciones se aplicarán inicialmente en el suburbio de Wilton. La estrategia climática actual de Sídney tiene la intención de abordar aún más el calor urbano al aumentar la cobertura del dosel de la ciudad en un 50% para el año 2030 e implementar pavimentos fríos.
En la medida en que las olas de calor se han convertido en un elemento básico para Atenas y se convertirán en un lugar común en los próximos años, el municipio ha seguido los pasos de ciudades como Miami y contrató a un Director de Calor encargado de encontrar estrategias de adaptación. Algunas de las medidas propuestas incluyen desviar la energía de las áreas industriales a las residenciales durante las olas de calor, crear centros comunitarios con aire acondicionado, cubrir superficies de asfalto con acabados más reflectantes e implementar jardines en las azoteas. Las olas de calor ya han provocado un éxodo de residentes y probablemente tendrán un impacto negativo en la industria turística de la ciudad. Además, la falta de espacios verdes en Atenas plantea riesgos para la salud de sus habitantes.
Desde hace varios años, los investigadores han estado trabajando en tecnologías que ayudarían a enfriar los entornos urbanos sin necesidad de electricidad. Se han desarrollado varios revestimientos y acabados nuevos que irradiarían calor, ayudando a enfriar su entorno. Sin embargo, su implementación a gran escala aún está por verse.
