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Arquitectos: Salgado E Liñares Arquitectos
- Área: 545 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Héctor Santos-Díez, Roi Alonso
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Proveedores: Tente Construcciones Modulares
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El cliente nos demanda una intervención hotelera singular en el Lugar de Albeida, en el hermoso vértice y principio de la ría de Muros y Noia: nueve alojamientos exentos y de nueva planta que deben complementar la rehabilitación de cuatro construcciones tradicionales, además de recuperar y poner en valor un espacio sabiamente humanizado, con un bello hórreo y unos muros de mampostería que perfilan dulcemente el territorio, aunque ahora ya colonizados por gran cantidad de caducifolias.
La potente historia de las edificaciones tradicionales, hasta ayer mismo residencia y estudio de grabación de un músico que ha compuesto algunas de las líneas más relevantes de la música contemporánea en Galicia, así como el cuidado y la conservación tanto de la rica vegetación como del territorio construido, determinaron, pero enriquecieron el acercamiento al proyecto a través de varios niveles de aproximación.
El primer nivel, el más global, nos permite el acercamiento a través de la sección, que nos procura unas primeras manchas, con el objetivo de mantener la intimidad de cada construcción, pero sin renunciar a las bellas vistas, a través de las ramas de los árboles, con la desembocadura del río Tambre en primer término, y la villa de Noia que un poco más allá se asoma a la ría, casi en su vértice, y al fondo los montes del Barbanza, como un telón.
En el segundo nivel, el acercamiento prosigue con la definición exacta de las nuevas edificaciones, su situación precisa, escrupulosas del mundo vegetal con el que van a convivir, pero también de las preexistencias tradicionales con las que van a dialogar.
Las ligeras estructuras de madera se apoyan sobre el territorio salvando las raíces de los árboles, con los que se mezclan de forma natural. Se precisan las alturas de las plataformas, los recorridos de acceso y las llegadas… Se borran los límites arbitrarios y todo discurre en una charla cordial, pues lo natural y lo artificial inician un diálogo que se apoya en el pasado, se asienta en el presente y se proyecta hacia el futuro.
Por último, la definición exacta de las soluciones constructivas evoca una cadena de relaciones: los entramados de madera proporcionan un sistema en el que cada nuevo paso se insinúa de algún modo en el anterior, en las distintas escalas de intervención, donde lo mismo se resuelven las estructuras portantes que los detalles del mobiliario. Como si de un pentagrama se tratase, las distintas melodías remiten a variaciones de un tema principal, en honor a las arpas más famosas del mundo, que durante tantos años llenaron de harmonía este vello lugar.
Un orden musical que se mantiene y que determina acabados y proporciones.
Música, pasado, presente y ya se verá.