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Arquitectos: Paco Oria Estudio
- Área: 168 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Jose Luis Iniesta
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Proveedores: Cemex, Efapel, Fila, Guardian Select, ISAVAL, Roca, Tejas Mateo, Teka, Tres
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto consiste en la rehabilitación de una casa de campo mediterránea, enclavada entre bancales de secano, que se divide en dos cuerpos: casa principal y cobertizo. La construcción original, en estado de abandono prolongado, data de finales del siglo XIX y responde al tipo tradicional que se levanta sobre muros de piedra y se protege con cubiertas de madera y teja. A estos cuerpos se han ido añadiendo otros menores, aumentando su superficie habitable; volúmenes planos en contraste con las cubiertas inclinadas primigenias, formando corrales, cocina, baño y porche. El conjunto se acopla a la topografía descendiendo suavemente a través de peldaños interiores y exteriores.
Sus huecos y ventanas responden adecuadamente a las cuatro orientaciones disponibles, mediante distintos tamaños y posiciones, adaptándose a las exigencias del clima mediterráneo seco. La propuesta persigue potenciar lo valioso y característico de los edificios originales, preservando sus elementos típicos y el lenguaje propio de la casa y del tipo de construcciones agrícolas de la zona. Humildes, pero de claridad constructiva muy potente y rotunda. Se rehabilitan sus muros y se sustituyen sus cubiertas, manteniendo el contraste entre las inclinadas principales y las planas de los cuerpos secundarios. Bajo esta sólida envolvente, en la casa principal se dispone un espacio de día (salón-comedor-cocina) con un baño lateral, y cuatro dormitorios escalonados de dos en dos, que bajan hasta ocupar los antiguos corrales. Por el sur se le adosa un gran porche, a través del cual ascendemos al bancal del cobertizo. En el cobertizo se produce un gran espacio diáfano indeterminado y un pequeño baño, de modo que se convierte en una pieza independiente.
Para conseguir dar una nueva vida a la casa, se introducen elementos y sistemas actuales, que le darán confort y funcionalidad. Estos nuevos elementos deberán dialogar con los existentes, sin distorsionar su rotundidad y sencillez. Para ello, se utilizan los materiales de la arquitectura vernácula: barro en cubiertas, madera en carpinterías, cal en superficies y cerámica en los escasos revestimientos; dispuestos de manera concisa y precisa, para no destacar. El resultado es una casa/refugio que busca un equilibrio entre lo antiguo y lo actual. Un balance entre los nuevos elementos y los existentes, dando una visión de la capacidad transformadora de la intervención sobre una arquitectura popular en abandono, que precisa de nuestro sincero y entregado compromiso. El compromiso de recuperar este legado cultural y vital mediante la sencillez y la mesura como respuestas más eficaces.