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Arquitectos: Marina Vella Arquitectura
- Área: 480 m²
- Año: 2020
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Fotografías:dc fotografia arquitectonica
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Proveedores: CHIQUIHUITE Artesanias, ORVEN, SOLIDOM
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El lugar. La casa Traversa está ubicada en un fundo ganadero de gran amplitud próximo al centro poblado de Tanlajas (Tam lugar de / Laja piedra que forma capas), el cual pertenece a la Huasteca Potosina, una de las cuatro regiones del Estado Mexicano de San Luis Potosi. El clima de la zona se caracteriza por ser cálido húmedo, con una temperatura media anual mayor de 18°C con lluvias intensas en verano. Cruza por el terreno el río Coy, el cual en temporada alta se desborda formando manantiales y espejos de agua.
La zona está principalmente habitada por el grupo étnico denominado Teneek cuya vivienda vernácula es considerada un patrimonio cultural de la Huasteca Potosina por los materiales utilizados, las técnicas constructivas así como sus principios de preservación del medio ambiente.
Lineamientos. Concebida como una línea en el paisaje, que se integre y mimetice con las líneas del entorno natural, la casa Traversa tiene tres lineamientos principales. El primero es el requerimiento de usos, que la define como una vivienda de carácter temporal para albergar a los propietarios y amigos durante las estadías en la zona. En segundo lugar la propuesta debe lograr una arquitectura de carácter contemporáneo a nivel espacios/usos y simultáneamente poner en valor las técnicas constructivas y los materiales utilizados en la vivienda vernácula Teneek. A su vez, debe ser consecuente con la práctica arquitectónica del estudio, donde los elementos construidos deben respetar e integrarse al contexto, respondiendo a las características climáticas de la zona.
Toma de partido. Para dar respuesta a los requerimientos el emplazamiento de la casa Traversa toma como punto de partida la ubicación de los árboles de tamarindo existentes en el terreno y los recorridos del sol y del viento. Siguiendo estos ejes se descompone el programa en cuatro módulos que albergan las zonas sociales y los dormitorios, los cuales se articulan por un sistema de patios y ejes de circulación. Por la variedad de usuarios se considera necesario que la organización espacial del programa permita realizar múltiples actividades en simultáneo evitando registros visuales y cruces sonoros entre las actividades y los espacios. El uso de líneas inclinadas para modelar los espacios llenos y los vacíos logra aprovechar las vistas y la circulación del viento, enmarcando el paisaje y generando espacios ventilados y acogedores. Parte importante para lograr la intención del proyecto fue proyectar una cobertura que replique el efecto generado por las copas de los árboles y a su vez imite las líneas de las montañas.
La materialización. Los materiales utilizados son la piedra de Tanlajas, el bambú local guadua vellutina conocido como Otate, (considerada una de las especies más flexibles y resistentes debido a la cercanía entre sus anillos) y la tierra del terreno. Para proteger a la construcción de la humedad y mantener los ambientes frescos al interior, las fachadas exteriores fueron edificadas en piedra y las interiores con el sistema constructivo de enjarre (bahareque en la bioconstrucción). La cobertura se separa de los muros para generar una ventilación cruzada natural en los ambientes con el objetivo de evitar sistemas de ventilación mecánicos.
En la construcción de la cobertura se utilizaron en paralelo sistemas de construcción contemporánea y vernácula, como el curveado de las vigas con la técnica de “sangrado” y el uso del andamiaje y cimbra en la estructura. Se utilizó la esterilla o bambú planchado de la especie de old hamii como cielo raso y para los frisos se colocaron latillas de bambú, para la carpintería se utilizó la madera de Orejón. Todos los materiales fueron cosechados en la zona Huasteca.