-
Arquitectos: Sebastian Arquitectos
- Área: 90 m²
- Año: 2019
-
Fotografías:Irene Ruiz Bazán
-
Proveedores: Arquimedes, AutoDesk, Cemex, Cortizo, Farrow and Ball, Hensel, ROCKWOOL, Schluter
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta pequeña vivienda construida en la segunda mitad del pasado siglo pertenece al grupo de viviendas parcelación “Damán”, declarado conjunto urbano de interés. Así, se plantea recuperar el tipo de vivienda para adaptarlo a nuestros días, albergando una nueva vida, a un nuevo usuario, a unos nuevos usos de acuerdo con el espíritu de la época, aunque sin perder de fondo esa esencia propia de su identidad inicial. Se trata de un ejemplo de intervención de rehabilitación y regeneración en la vivienda social.
Sujetándose al trazado de calles previsto, se edificaban viviendas de una sola planta, como un contenedor muy estanco, alineándose a la vía pública, encajándose entre las medianeras de los números contiguos y por lo tanto dejando un espacio posterior destinado a jardín o corral. Antes de la intervención, estaba claramente distribuida en tres crujías prácticamente estancas perpendiculares a fachada: en la primera se ubicaba el acceso, el baño, la cocina y una galería; en la central el salón y un dormitorio; y en la tercera dos dormitorios con acceso desde el salón, que actuaba como elemento centralizador de las circulaciones en la vivienda.
La intervención se apoya en la estructura inicial de tres bandas pero reconfigura espacialmente la continuidad entre ellas y sus usos: la primera crujía recoge el acceso, la zona de cocina y la zona de comedor que se prolonga hacia el exterior a través de una galería-invernadero y una grada que busca poner en relación el interior de la vivienda con el jardín posterior, generando un espacio rico en relaciones visuales y funcionales tanto en la vivienda como en el jardín.
La segunda crujía se destina íntegramente a salón, funcionando como el corazón de la vivienda complementándose con multitud de relaciones visuales con el resto de las estancias, que lejos de quedar compartimentadas y aisladas, se integran espacialmente en el mismo. El tamiz de la nueva estructura metálica que apea los muros originales permite el juego con filtros que integren o independicen los espacios en función del uso que en cada momento se asigne al salón.
Finalmente, en la tercera crujía se sitúa la zona más privada de la vivienda, conteniendo el dormitorio y un vestidor, separados ambos por una pieza central que funciona como baño, y sobre el cual aparece un nuevo espacio destinado a invitados y zona de lectura.
La intervención, que ha tenido carácter de integral, ha buscado conservar los cerramientos exteriores y ha actuado fundamentalmente en la mejora de su envolvente tanto constructiva como energéticamente, pero manteniendo al exterior su estética original. En el interior se ha buscado acercarse a una ausencia de particiones, mejorando acabados, y dotando a la vivienda de un carácter contemporáneo. Los muros de carga originales han sido sometidos a una virtuosa y atrevida intervención estructural que les ha permitido convertirse en filtros permeables apoyados en ligeros y pequeños postes, generando continuidad espacial en sentido longitudinal y transversal, posibilitando así multiplicar y potenciar al interior la luz y, en definitiva, las formas de vivir la casa.