Existen diversas profesiones que en nuestra concepción clásica de trabajo nos parece extraño e inusual juntar. Así es el caso del arquitecto Leo Laniado y el químico Osiel Alves Pereira, quienes, fusionándose, lograron producir pinturas hechas a manos con resultados extraordinarios. Esto nos lleva a plantearnos el rol de la integración de disciplinas para la obtención de soluciones más productivas e íntegras. ¿Será la multidisciplinariedad, la pluridisciplinariedad o la interdisciplinariedad? El caso de Laniado y Alves demuestra una vez más el éxito que conlleva la fusión de competencias en el ámbito laboral y, sobre todo, creativo.
Leo Laniado, especializado en paisajismo y arquitectura, vivió un extenso proceso en búsqueda de revestimientos adecuados para sus proyectos. Imaginaba paredes con texturas y colores que no encontraba en las posibilidades del mercado. Tras esta indagación, conoció en 1993 al químico Osiel Alves Pereira, que más tarde se convertirían en socios de Terracor, empresa especializada en el desarrollo y fabricación de pinturas y acabados murales.
Desde los inicios del laboratorio, los alquimistas cuentan con un particular y eficiente modo de trabajo. El arquitecto idea las texturas y paletas de colores que el químico materializa gracias a su riguroso estudio de fórmulas y pigmentos. Si bien han continuado a lo largo del tiempo empleando el mismo proceso de creación, han ido aprendiendo a utilizar técnicas cada vez más depuradas, que tienen como objetivo generar productos de alta calidad, innovadores y sostenibles.
Las pinturas de Terracor, caracterizadas por sus auténticas texturas y colores, se componen por agua, resina acrílica, cargas minerales, pigmentos de alta resistencia, aditivos y biocidas. No son tóxicas, y son libres de metales pesados como plomo y mercurio. Su desempeño y resistencia se acredita gracias al ensayo de rigurosas pruebas como de permeabilidad al vapor de agua y de absorción.
Entre los acabados disponibles se encuentran los siguientes: Acero corten, Cemento quemado, Eco, Caliza, Originale, Óxidos, Predial, Sabbiato, Seda, Roca, Stuccato, Terracal y Terciopelo. A continuación, conoce algunos proyectos en los cuales han sido aplicados tanto en interiores como en exteriores.
Casa de Escocia / MPA Pedreira de Freitas Architects
Casa Clara / 1:1 Arquitetura Design
Casa Pinheiros / Felipe Hess Arquitetos
Apartamento VB / F.studio arquitetura + design
Apartamento Augusta EC / DT Estúdio
Casa Corten / MAAI Arquitetos Associados
Alphaville Ceará / DMDV arquitectos
Aplicación y mantención
Las pinturas, con 1 año de vida útil en el envase, se aplican en dos o tres fases con llana (de plástico o acero) o con brocha, dependiendo del caso. Antes de la aplicación, es necesario preparar la superficie según los requerimientos para el correcto uso de cualquier tipo de acabado acrílico.
Aunque cuentan con 3 o 5 años de garantía tras la aplicación, según el tipo de obra, las pinturas acrílicas requieren de una simple mantención, y pueden limpiarse con agua y detergente neutro sin perder su calidad estética, manteniendo sus propiedades físicas y mecánicas. Con esponja y cepillo blando, se debe frotar la superficie con movimientos suaves guiándose por la textura. Se concluye con enjuague con agua y se deja secar a temperatura ambiente.
Sin embargo, si la suciedad persiste con la limpieza habitual, es necesario repintar o aplicar nuevamente la textura. Asimismo, Terracor ofrece el producto Repint que logra la recuperación de apariencia, permitiendo hasta el cambio de color. Esta opción es más conveniente que volver a aplicar el acabado original ya que implica menores costos.
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