Sistema preescolar- CDI del Equipo Mazzanti para el departamento del Atlántico en Colombia

La continua intención de El Equipo Mazzanti por mejorar la calidad espacial y la experiencia que se vive en los espacios educativos es una de las primicias que caracterizan la práctica colombiana. A continuación nos comparten en profundidad la exploración del ejercicio de su proyecto sistema modular de preescolares- CDI para el departamento de Atlántico en el norte de Colombia.

Locación y programa 

© Alejandro Arango

Dentro del programa educativo del departamento del Atlántico en norte de Colombia está el desarrollo de preescolares para niños de 0 a 5 años, dentro de una política pública liderada por el ICBF en su programa de 0 a Siempre.

El programa se divide en comedores comunitarios para los niños y las comunidades aledañas, salones de juego, ludoteca y zonas de descanso a groso modo.

El lugar geográfico donde se implantan los diferentes CDI es en el departamento del Atlántico, esta es una región con accidentes topográficos especiales y unas condiciones climáticas muy variables, entre sequía y lluvias altas siempre con elevadas temperaturas de 40 grados promedio durante el día.

© Alejandro Arango

Para enfrentar estas condiciones el proyecto se eleva en una que altura varía entre 75 cm o más dependiendo del terreno. Esto garantiza que en áreas inundables el edificio se proteja contra posibles desastres. Esta elevación de los edificios también ayuda a reducir el área de contacto de los módulos con el suelo lo que produce un menor intercambio de calor. Adicionalmente esto favorece a que el edificio tenga un aislamiento prudente de la calle y de los peatones para proteger los usuarios del CDI que serán niños de hasta 60 meses.

La propuesta plantea un diseño de 21 Centros de Desarrollo Infantil para el departamento del Atlántico, en diferentes implantaciones urbanas y semi-urbanas en 18 diferentes pequeños pueblos localizados en la zona rula del departamento, que se caracteriza por la pobreza y falta de espacios educativos y sobre todo para la primera infancia.

La arquitectura planteada busca darle solución a esta problemática y es más un prototipo que un edificio para cada lugar, esta cubre las necesidades educativas, es un potencializador de cambio social y regeneración urbana que pretende fomentar condiciones que mejoren la calidad de vida no sólo de la primera infancia sino de un gran número de vecinos. Se proponen espacios de uso colectivo que pretenden convertirse en puntos de encuentro de la comunidad, un lugar de referencia en los pueblos y de orgullo de sus habitantes.

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En estos Centros de Desarrollo Infantil se diseñaron espacios educativos, huertas, aulas múltiples, comedores y parques infantiles, algunos de estos pueden ser usados en un ambiente extra-académico por la comunidad. De esta forma ofrecemos un lugar abierto para ser transformado según las necesidades sociales del lugar en el que se encuentran. En anteriores propuestas desarrolladas con este mismo ideal, los preescolares se han convertido en un lugar de constante uso, orgullo de sus vecinos y cuidado por estos mismos.

Cuando se pensó la estrategia el Centro de Desarrollo Infantil se diseñó pensando que los nuevos edificios creados debían ser más que un jardín infantil, debían convertirse en un punto de referencia para el barrio, en un lugar de encuentro y un integrador social. Es por esta razón que el edificio se abre a la comunidad.

Se trata de educar no solo en las aulas de clase sino en los espacios abiertos y de otras características que propicien el encuentro social-comunal que, en nuestra perspectiva, es también una forma de educación. Se crean de esta manera en los accesos de los CDI plazas cubiertas que promuevan el contacto con la naturaleza, la integración social. Estos grandes espacios cubiertos están al lado de las aulas múltiples de cada CDI, éstas son espacios abiertos a la comunidad para diferentes fines y actividades.

El espacio escolar como mecanismo de aprendizaje

Aproximación pedagógica

© Alejandro Arango

El espacio escolar para la primera infancia, no debe ser solamente una solución arquitectónica basada en condiciones técnicas, funcionales y formales de los edificios educativos. El valor de la arquitectura escolar no puede radicar sólo en sí misma, sino en lo que es capaz de propiciar en términos de comportamiento y relaciones para los niños. Espacios que permitan la diversidad y la multiplicidad de experiencias para el aprendizaje e intercambio para cada uno de los integrantes de la comunidad escolar. A un niño no le interesa habitar o llegar rápido por un corredor de un aula a otra y ser más eficiente, la noción de eficiencia y experiencia cambia en un niño. Un corredor sinuoso y lleno de experiencias se convierte en un instrumento educativo más importante, sobrepasando la funcionabilidad de interconexión requerida en el espacio escolar. Esta propuesta presupone un cambio en la manera en que se ha organizado el espacio moderno escolar, el cual se ha basado en la eficacia y la utilidad en los colegios de tipología tipo peinilla, o en los de patio-claustro, fundamentados ambos en la vigilancia y el control, a través de la propuesta de un espacio lúdico y de juego para el aprendizaje, en donde la imaginación y la libertad son sus estructuradores.

¨El espacio del niño está hecho de fluidos, ondas, migraciones, vibraciones, gradientes, umbrales, conexiones, distribuciones, pasos, intensidades, conjugaciones. El espacio infantil funciona como una fabulosa máquina de desestabilización y descendido de un espacio unitario y organizado. Los lugares de los niños pasan a servir para significar otras cosas, de un espacio de posiciones se pasa a un espacio de situaciones." - Manuel Delgado

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En los preescolares del Atlántico las nociones de funcionabilidad y eficiencia en el espacio escolar son transgredidas por la idea de experiencia y juego como elementos estructuradores del espacio, ya no se trata solo de construir estructuras funcionales para la productividad, sino lugares en donde aflore el juego y la lúdica como los principales elementos organizadores de espacio; en donde la discontinuidad espacial y la diversidad son los elementos a seguir, permitiendo que el espacio mismo se convierta en un multiplicador de experiencias cognitivas y de aprendizaje.

Diseñar proyectos educativos, es decir, diseñar ambientes que permitan ‘extraer’ lo mejor de cada uno, implica preguntarse cómo y qué acciones debe provocar el entorno construido para potenciar el proceso de aprendizaje. Es esencial además, reconocer que este proceso no ocurre exclusivamente en las aulas, o salas de lectura, sino en todas las interacciones diarias y rutinas cotidianas que tienen lugar en el colegio. Es diferente preguntarse cómo diseñar un colegio, un jardín de infancia o una biblioteca a cómo diseñar un ambiente de aprendizaje. La primera pregunta nos remite a ciertas tipologías arquitectónicas; la segunda invita a una expansión de la arquitectura y a la articulación oportuna con los distintos actores involucrados en este proceso. En síntesis, diseñar ambientes de aprendizaje es reconocer que si la arquitectura es el ‘tercer profesor’, como sugiere Loris Malaguzzi, y el ambiente es un elemento integral de la experiencia educativa, la arquitectura no sólo produce objetos formales, sino que tiene habilidades adicionales para disponer o detonar nuevas acciones y comportamientos.

El espacio escolar

© Alejandro Arango

El espacio escolar para El Equipo Mazzanti en sí mismo es un mecanismo de aprendizaje y la totalidad de la propuesta espacial en debe tener una función pedagógica y no solo funcional. Es a este objetivo a donde debe apuntar el desarrollo de las nuevas instituciones educativas desarrolladas en el departamento del Atlántico en el norte de Colombia.

Esta es la idea para una nueva generación de jardines infantiles, que deberán ser el inicio de una nueva forma de construcción del ambiente escolar, una arquitectura más al servicio de la educación que una mera construcción formal y funcional que alberga un uso educativo. La discusión no puede seguir basada solo en los aspectos estéticos, sino tratar de dirigirla hacia la inducción de efectos, acciones y acontecimientos pedagógicos. Hacer que los modelos actúen como herramientas que permitan desarrollar formas, patrones y organizaciones nuevas que hagan posible entender los colegios como mecanismos de aprendizaje. Se debe lograr una arquitectura escolar que actúa y no simplemente que acoge, una arquitectura definida por lo que hace y no por cómo luce. 

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Esta aproximación supone la creación de ambientes pedagógicos en vez de edificaciones funcionales compuestas por salones de clase zonificados para educar. El objetivo es evolucionar de un sistema de organización abstracto a un sistema de relaciones de ambientes, en que los objetos no sólo trabajan juntos por cómo están dispuestos, sino por la interacción de los ambientes y sus temas.

La arquitectura escolar que producimos es producto del estudio de las metodologías pedagógicas de cada institución, por lo que ésta debe responder a las necesidades específicas de cada una, para este caso específico se tomó el método de Reggio Emilia desarrollado por Loris Malaguzzi. El modelo arquitectónico busca valorar la totalidad del espacio escolar como un lugar de formación, aprendizaje y relaciones sociales. En este sentido tanto las aulas, como los espacios de circulación, los patios y el espacio exterior, estarán diseñados para responder a la diversidad y complejidad de las actividades y eventos propios de los procesos educativos de cada institución escolar y de su propuesta pedagógica específica.

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La arquitectura escolar debe estar pensada como un organismo capaz de cambiar y adaptarse a las nuevas formas de enseñanza y relaciones entre los alumnos, sus familiares y toda la comunidad; es por esto que la propuesta desarrollada por El Equipo Mazzanti se compone de un sistema de modelos repetitivos versátiles y abiertos, más que estructuras cerradas, lo que se busca son sistemas modulares capaces de adaptarse a diversas situaciones educativas, topográficas y de lugar.

Esta aproximación presupone una crítica al concepto de lugar moderno en el cual la forma del proyecto nace del lugar, esta idea  supone una arquitectura de acción y reacción; en contra de esta idea nos interesa más los valores de posición y disposición con respecto a la lectura del lugar; los módulos se organizan y disponen con base a las condiciones del lugar , estos ya viene predefinidos y sus condiciones espaciales hacen parte del sistema; de esta forma el proyecto solo opera en términos de materia y espacio para cerrase o abrirse , conectar o limitar, etc. Son más acciones performativas definidas por la inteligencia formal de los módulos que especulaciones formales que nacen del lugar.

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Esta propuesta cumple con las exigencias pedagógicas en términos de aulas y además promueve la aparición de vacíos entre ellas, maximizando la cantidad y calidad de los espacios destinados a la formación académica, pues dichos vacíos de diferentes escalas actúan como prolongación de los espacios interiores, como lugares de recogimiento, de congregación o de encuentro; cada patio puede tener una temática educativa, sensorial o lúdica convirtiéndose en un instrumento didáctico;  haciendo de la arquitectura un instrumento educativo y sensorial en la formación  de los alumnos. 

Se propone un prototipo arquitectónico que cumple con todos los requerimientos educativos necesarios y que será implementado en la totalidad de los lotes, con las variaciones pertinentes respondiendo a las necesidades particulares del lugar.

Se busca de esta forma acoplarse a las condiciones ambientales, construyendo espacios bioclimáticamente adecuados requiriendo de un menor uso de energía, siendo así proyectos sostenibles y amables con el medio; respetuosos con el lugar y las condiciones particulares del departamento del Atlántico.

El sistema

© Alejandro Arango

Más que una arquitectura acabada y cerrada en los proyectos, planteamos el desarrollo de sistemas abiertos y adaptativos; compuestos por módulos y patrones de asociación; capaces de adaptarse a las más diversas situaciones, ya sean topográficas, urbanas o programáticas. Lo que se genera son edificios dispuestos a crecer, expandirse, cambiar y adaptarse según circunstancias particulares, presentamos así una estrategia basada en su disposición as que admite cambios, ajustes o intercambiabilidades en contra de que mecanismos composición de formal o geométrica.

Al ser este un proyecto diseñado bajo un sistema modular, los espacios cerrados se presentan como módulos independientes y autosuficientes, que comportan también un rápido y sencillo proceso de construcción. Esta condición hace que sea necesaria una cinta de circulación, este espacio es absolutamente aprovechable para diferentes actividades y se vuelve un complemento de uso comunal para los salones de clase. Es una cadena espacial-comunal que une los diferentes módulos programáticos.

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La organización en cadena de los preescolares nos permite actuar dependiendo de las condiciones del lugar y la forma del lote con gran libertad: ésta es capaz de plegarse, replegarse (para la construcción espacios centrales o patios), girar para evadir obstáculos (árboles, estanques, accidentes topográficos), alargarse (para definir bordes), girar para unir partes y enrollarse (para la construcción de recorridos centrales).

El proyecto es una organización material y espacial basadas en la revisión de conceptos como la repetición, lo indeterminado, lo inacabado, la anomalía la inestabilidad, la contradicción, estrategias y protocolos de uso; resaltando el valor de estas como sistemas de organización con inteligencias formales y materiales abiertas lo que permiten crecer y adaptarse en el tiempo. Una práctica proyectual más cercana a una idea de estrategia que a una arquitectura finita y cerrada como objeto compuesto y diseñado por un solo autor. Un ejercicio que permita diseñar métodos y configuraciones actuantes (performativas desde la materia) y no sólo representativas desde una idea de arquitectura abierta y dispuesta a cambiar.

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El sistema de organización material en cadena en los preescolares está compuesto por: piezas, módulos, patrones; el proyecto es mismo sistema inteligente con sus propias normas y protocolos lo que le permite adaptarse a las condiciones topográficas o de lugar.

Esta es una manera de dar respuesta a las condiciones cambiantes de hoy, así los prescolares son estructuras abierta con una fuerte relación a las configuraciones de organización vegetal,animal y humana. Los módulos que compone el sistema tienen una forma específica de operar y se basan en lo que denominamos como una inteligencia formal; es así como podríamos definir patrones de organización, estructuras de orden y procesos vitales de acción en las organizaciones materiales de cualquier proyecto del Equipo Mazzanti.     

El sistema de preescolares busca reflexionar y se pregunta sobre una arquitectura que denominaremos abierta, inacabada y pluri-vocacional; que permita adaptarse a cambios espaciales y sociales. La base de este diagrama es pensar en diseños que están compuestos por sistemas, módulos, disposiciones, configuraciones o patrones de asociación. Lo fundamental es que sean capaces de adaptarse a las más diversas situaciones, ya sean topográficas, urbanas, de comportamiento social o programático.  Existe un marcado interés por el diagrama como proyecto, el diagrama es el proyecto; con esta afirmación pretendemos explicar y demostrar que en el diagrama se resumen todas las condiciones del proyecto en su origen y entre más se mantenga y opere de forma diagramática más potente es en su forma de construirse, lo que es claro en cada uno de los 21 preescolares. 

© Alejandro Arango

Existió una intención de trabajar los proyectos desde funciones diagramáticas debido a su naturaleza operativa. El diagrama es una estructura gráfica de pensamiento asociada a un procedimiento o comportamiento del sistema, es un catálogo de instrucciones o una estrategia que definen los datos físicos, las relaciones, los programas, la intensidad, los datos de la idea y por ende cualifican y definen las acciones, la forma en que opera.

El diagrama no es una geometría, es una configuración o disposición abierta que nos permite actuar y definir las cualidades deseadas, a manera de instrucciones de uso; es por esto que se pueden transferir modelos o patrones de otras disciplinas. Este es esencialmente operativo no representa nada, no es metáfora, solo define condiciones que actúan sobre la materia y el espacio.

EL diagrama es una estructura grafica de pensamiento asociada a un procedimiento operativo (instrucciones de uso) y define los datos físicos, relaciones, programas básicos de la idea; no tiene escala, ni lugar preciso; por lo general es inacabada, adaptativo.

Estrategia de implantación

Cortesía de El Equipo Mazzanti

El resultado es un sistema abierto y acondicionable capaz de adaptarse a varias situaciones topográficas, urbanas y sociales de los pueblos del Atlántico. La estrategia se construye bajo el mismo sistema y se implanta en diferentes lugares según las necesidades y condiciones. Esta metodología de trabajo implica facilidad y rapidez en el proceso de la construcción, bajando costos, tiempos de desarrollo y garantizando así que el proyecto se lleve a cabo en su totalidad. Por esta razón el programa de los diferentes CDI no será exactamente comparable a el programa modelo de los lineamientos del ICBF y presenta algunas variables en áreas que aunque comportan una diferencia en tamaño jamás comportan un disminución de cualidad de espacios o de disminución de servicios.

Las diferentes tipologías surgen de la implantación de los módulos en los lotes disponibles. Las formas tipológicas fueron surgiendo a partir de ciertos requerimientos programáticos. En el acceso del colegio estarían siempre los módulos del aula múltiple y la batería de baños grande (adultos y niños) de modo que estos espacios sirvieran tanto al CDI como a la comunidad. Hacia el acceso también se ubicarían el módulo de administración, próximo a la salacuna (dos módulos juntos), el comedor (tres módulos juntos) estaría cerca a los módulos de servicios (un módulo grande y uno pequeño). Después se ubicarían los conjuntos de 8 módulos de aulas de pre jardín y el otro de 8 módulos de aulas de jardín con dos módulos de baños para niños. La distribución de los módulos en la cadena que conforma el CDI responde a las necesidades del programa y a los flujos de los usuarios.

Los diferentes modelos programáticos se implantan en el lugar de acuerdo al tamaño y forma del lote. Las tipologías de espiral y cerrado se implantan en lotes de formas relativamente cuadradas, la tipología de herradura responde a los lotes de formas rectangulares donde hay un lado muy angosto. En los lotes más extensos se ubica la tipología de flor.

La repetición y la diferencia (masividad)

© Alejandro Arango

La repetición no es igualdad y como bien decía Deleuze esta no es, ni define la generalidad; desde esta perspectiva la idea de construir un sistema repetible para cada uno de los pequeños pueblos en el Atlántico es una solución que determina su diferencia no por los elementos que componen el sistema, que son los mismos; es decir  la piezas y los módulos, si no como estos se dispone en el lugar y definen su posición con respecto al contexto , la identidad o diferencia de cada uno de los preescolares viene dada por las relaciones espaciales y como operan materialmente ante el lugar; abriéndose, limitando, actuando; conectando los elementos que componen el sitio, esta idea o valor de posición en que se disponen las piezas contradice la idea de lugar tradicional en que la forma de un proyecto arquitectónico es producto del lugar; nuestro interés estaba más en cómo se comportaba el sistema y en sus conexiones que en la condición de representacional o de lenguaje de cada sitio de implantación.

La idea de proponer un  sistema compuesto por las mismas piezas y elementos para cada uno de los 21 prescolares también permiten múltiples ventajas económicas y de manteniendo a la gobernación del Atlántico dueña de los preescolares; la primera es la compra masiva de materiales y procesos de contratación lo que le permite bajar los costos; también la repetición le permite tener un protocolo de mantenimiento eficaz y de  reposiciones tipificadas a la mano; pero sobre todo le permitía  a la institucionalidad actuar de forma industrializada y rápida , lo que género que los 21 preescolares se construyeran en tan solo 3 años . 

© Alejandro Arango

Es importante anotar que el Equipo Mazzanti desarrollo el sistema y la aplicación a 21 lugares diferentes, pero en este momento se están desarrollando 10 mas por arquitectos da cada uno de los pequeños pueblos con los mismos módulos predefinidos ; En este sentido el valor del sistema no está en su condición compositiva o su originalidad si por su condición de repetición basándose en las instrucciones y protocolos de organización o disposición del sistema; de esta manera podríamos creer que el uso de las instrucciones y la repetición permitirían pensar en la desaparición del autor o la muerte del mismo como lo plantea Roland Barthes en su libro el susurro del lenguaje ; en unos años o después de la repetición de múltiples pre-escolares por otros arquitectos la idea de quién es el arquitecto desaparecería; hoy en día casi nadie sabe quién se inventó las piezas del Lego; lo que importa es como operan y como se juega con él; lo mismo podría pasar con una arquitectura basada en la repetición y que se parezca mas a un juguete con instrucciones de uso basadas en módulos y piezas que permitirían diversas configuraciones que a una arquitectura de autor definida por su originalidad y basada en composiciones formales y en donde el valor está en el trazo del autor.

Pensar la arquitectura como un sistema libre de piezas y módulos a manera de un juguete permitió abrir y democratizar el acceso a la implantación de la arquitectura en los pueblos del Atlántico, es como un sistema abierto de software, en que cada pueblo o región define como y de qué manera aplica el sistema para hacer sus preescolares.

Materiales y sistema constructivo

© Alejandro Arango

Se usaron materiales de fácil manteniendo e industrializados; la estructura es un sistema prefabricado de láminas de poliestireno y malla metálica a la cual se le lanza concreto y esta es la estructura de soporte, a manera de pantallas muy delgadas de concreto; las cuales se enchaparon en mosaico veneciano verde de fácil lavado.

Los pisos son de concreto recubiertos de epóxico de color verde; los baños y demás zonas húmedas se recubrieron ele mismo mosaico venecianos del exterior.

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Sobre este autor/a
Cita: El Equipo Mazzanti. "Sistema preescolar- CDI del Equipo Mazzanti para el departamento del Atlántico en Colombia" 15 jun 2020. ArchDaily México. Accedido el . <https://www.archdaily.mx/mx/941638/sistema-preescolar-cdi-del-equipo-mazzanti-para-el-departamento-del-atlantico-en-colombia> ISSN 0719-8914

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