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Arquitectos: Rizoma Proyectos
- Área: 1700 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Jairo Llano
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Proveedores: Hunter Douglas, Alfa, Ladrillera Santafé
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto se ubica en inmediaciones de la formación arqueológica de El Abra, también conocida como Rocas de Sevilla, límites entre Tocancipá y Zipaquirá. Esta formación, compuesta por abrigos rocosos, tiene registros de asentamientos humanos de hace 12000 años y es de gran valor para los ancianos del lugar, quienes en su juventud las visitaban y escalaban.
El reconocimiento del entorno rural, a 2570 msnm, sugiere un edificio que proporcione abrigo. Atendiendo el análisis bioclimático, el edificio se orienta para captar el calor solar del día y protegerse de los vientos fríos por la noche. La presencia tutelar de las rocas determina una tensión formal y espacial y las actividades se diferencian por bloques dispuestos en el terreno aleatoriamente.
Los patios alargados enmarcan en sus extremos el paisaje de las Rocas de Sevilla, dándole preponderancia a esta visual, también apreciable en los recorridos que conectan los volúmenes, enriqueciendo los mismos. La intención es resaltar la historia, la geografía y el espíritu del lugar.
De igual forma, el reconocimiento de los usuarios sugiere un proyecto para la vida que se hace rutinaria en la vejez. El edificio se adhiere al terreno como un sistema de patios, con el objetivo de disminuir el efecto de la rutina a través de la vivencia múltiple del entorno, en la idea de expandir el espacio para contraer el tiempo. Las actividades agrícolas y lúdicas se realizarán simultáneamente en el interior y el exterior.
La materialidad se resuelve con estructura en concreto y envolventes en mampostería de ladrillo dispuesto en machones seriados en fachada, con la lectura vertical de los estratos rocosos erosionados por milenios y diferenciados compositivamente en los patios.
El comedor del edificio se separa funcionalmente de las áreas privadas, con el fin de habilitarlo para otras actividades de la comunidad circundante, sin interferir con la cotidianidad de los abuelos.