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Arquitectos: FP Arquitectura
- Área: 1556 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Alejandro Arango
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Proveedores: Gerflor, AutoDesk, Holcim, Trimble
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto se localiza al sur de Bogotá en la localidad de Ciudad Bolívar, en la esquina suroriental de una manzana con vocación residencial. El predio destinado para el proyecto, originalmente era una amplia zona verde con un buen número de árboles existentes. Con el fin de integrar y disponer la naturaleza a los espacios educativos, el Jardín Infantil se implanta en el espacio disponible entre los árboles, lo que permite que una amplia zona verde arborizada rodee el proyecto por todos sus frentes internos. El proyecto es un volumen alargado de dos niveles orientado en el sentido norte- sur, del cual se desprenden perpendicularmente dos alas de un solo nivel con terrazas habitables conectadas al volumen central. Las circulaciones principales están orientadas hacia un patio interior, y confluyen en un centro a doble altura, correspondiente al comedor/ aula múltiple, que articula los espacios y los conecta con el hall de acceso. El acceso y la plazoleta se disponen en la esquina sur en respuesta a los flujos peatonales existentes.
El proyecto presenta un lenguaje sobrio y macizo hacia el exterior, en concordancia con el contexto barrial que lo rodea. Sin embargo, se apuesta por una fachada en concreto gris que establece un contraste con el paisaje urbano existente. Un ritmo de vanos profundos coloreados de amarillo y una serie de cajas en voladizos igualmente coloreadas, le da identidad escolar y singularidad al proyecto. Hacia el interior se privilegia la transparencia, lo que permite una comunicación más directa con el patio y la arborización existente. En contraposición a los esquemas educativos tradicionales de hilera de aulas cerradas y corredor lateral, donde se obliga a los alumnos y maestros a permanecer estáticos en un espacio carente de identidad colectiva, el jardín infantil se compone por ambientes de aprendizaje abiertos y flexibles, en el que cada espacio educativo se vincula al siguiente de manera continua y fluida. La movilidad de puertas y cerramientos, y la transparencia entre espacios permite una organización espacial cambiante, versátil y adaptable a múltiples situaciones pedagógicas, promoviendo un aprendizaje activo y colaborativo.
De acuerdo con las etapas de formación escolar: transición, pre-jardín y jardín, el programa se organiza en franjas de tres ambientes de aprendizaje relacionados entre sí, los espacios técnicos y la cocina escolar se ubican en relación al acceso para facilitar el mantenimiento y abastecimiento. Las circulaciones se amplían para convertirse en espacios de interacción social entre niños y docentes, y asumen un rol pedagógico activo como superficies de extensión de las actividades escolares fuera de los ambientes de aprendizaje. La unión de estos espacios de extensión con los ambientes de aprendizaje forma un espacio integrado y dinámico. Como nueva infraestructura escolar, el espacio esta propuesto de acuerdo a un enfoque pedagógico más activo donde el niño aprende a través de diferentes escalas de relación social. Para ello se crea un grupo de dispositivos y muebles a la escala de los niños, ubicados en el interior de los ambientes de aprendizaje y en las áreas libres del Jardín infantil, que sirven de apoyo para actividades de aprendizaje personal, pequeños grupos o comunidades.