-
Arquitectos: Patricia Bustos Studio
- Área: 40 m²
- Año: 2020
-
Fotografías:Nacho Uribe Salazar, Juan Carlos de Marcos
-
Proveedores: Tarkett, BANG & OLUFSEN, D – Luz, Divah, GIRA, Illarcuris, Ilumisa, Lumennet, Pepe Peñalver, Roger Alva, Secrisa, Sibu, Tres Tintas
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Metanoia supone una Catarsis emocional
Metanoia es un templo para el cuerpo pero también para el alma, un nuevo refugio para sumergirse, soñar y relajarse profundamente. Un rincón de placer donde todo es suave, delicado y silencioso.
Los diferentes volúmenes y las formas orgánicas junto con los materiales en crudo nos conectan con la madre tierra y resaltan la belleza de las gemas y del frío vidrio que rodea la zona de aguas. Los contrastes que se generan entre materiales representan nuestras contradicciones internas y conflictos. Y como en ellos podemos encontrar la belleza de la vida.
Unas escaleras nos dan acceso a la ducha custodiada por unos prismas de Cristal degradado que funcionan como mampara al mismo tiempo que semejan la lejanía del horizonte utópico con el que soñamos
Metanoia es un “retiro”, una escalera hacia un mundo utópico donde La Paz interior y la conexión con el entorno son el verdadero camino de conversión. Un despertar a la belleza de lo esencial que purifica nuestro cuerpo y lo que es más importante aún nuestro “alma”
La iluminación es parte fundamental del proyecto evocando distintos escenarios. Una impresionante puesta de Sol dorada que casi abrasa o un amanecer frío y delicado en tonos malvas en el que casi podemos sentir el roció de la mañana. La lámpara “two roads” Corona el espacio y representa la doble dirección de una carretera.... como podemos elegir seguir nuestro instinto y avanzar, o anclarnos al miedo y retroceder.
Las esculturas de la gran bañera central y los lavabos están realizadas en escayola, esparto y madera, todo materiales sostenibles. Emergen del espacio como grandes volúmenes orgánicos con incrustaciones de cuarzo que nos transportan a una verdadera cueva y nos hacen conectar con nuestros ancestros. Cuando nuestras casas eran refugios en la montaña y nos abrigábamos con pieles, cuando lo esencial no estaba empañado por el ruido superfluo, el humo y el brillo efímero y tintilante de las ciudades. U papel de la colección diversity de Patrícia Bustos representa ese ruido y forra la fachada y la entrada de este espacio y se queda fuera, incapaz de penetrar en esta cueva del silencio
El tocador representa un espejismo, un agujero por el que asomarse a la utopía y ver cómo sería un mundo más tranquilo donde oiremos el arroyo, las olas del mar, el viento acariciar las hojas. La silla “fantastic chair” nos conduce a ese mundo, ergonómica pero surrealista le da un toque de ciencia ficción a todo el espacio al igual que la chaise longue “dreamland”.
Las dos lamparas la de pie y la de sobre mesa se llaman “magnetic” nos conectan con el espacio, nos iluminan hacia el, nos hipnotizan gracias a sus aros iridiscentes y nos conducen más allá a la verdadera utopía que soñamos.
“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y ella corre diez pasos más. Por mucho que camine nunca la alcanzaré. Entonces para qué sirve la utopía?... para eso sirve, para caminar. “