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Arquitectos: Estudio Curtidores
- Área: 453 m²
- Año: 2012
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Fotografías:Jesús Granada
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Proveedores: Altherma Daikin, AutoDesk, Collbaix, Cortizo, Cype
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El presente proyecto consiste en la rehabilitación de 141 puertas: la oportunidad de reciclar 141 puertas de madera que la propietaria había reciclado de un almacén antiguo. Así surge la oportunidad de generar una piel interior, que es capaz de dibujar ámbitos de diferente dimensión, ampliables y reductibles, según se abren o cierran las hojas de este corazón de la casa, metiendo la luz y apropiándose del patio de maneras muy diferentes, según los usuarios deseen. La casa (el patio y sus prolongaciones), es un juguete para ser modificado en cada momento y adaptado a las necesidades de intimidad o continuidad de sus habitantes, o a las necesidades de luz, en función del clima externo, o del estado de ánimo interno de los moradores. Una piel continua que permite que la casa se constituya de múltiples pequeños espacios de la misma naturaleza, gracias a la continuidad de esta naturaleza interna que construyen las puertas (y sus grandes y pequeñas aperturas para dejar el paso de personas y de la luz), o transformarse en un solo espacio que de ocasión a la fiesta con los amigos, a las cenas de invitados o a las veladas entre el patio y las terrazas.
Las estancias se construyen según esta naturaleza interna encontrada en su materialidad y en relación a los diferentes espacios exteriores: el patio central, que se dilata en altura, el pequeño patio del fondo, que permite la apertura al jardín de la Buhaira a través del colegio de San Bernardo, o las terrazas con las que se esculpe la fachada en función de la aplicación de la normativa. …y la altura de las plantas se decide según el tamaño de las carpinterías. Según esto, en el sótano, se sitúa la zona de juegos, donde los dos patios se desnudan o llegan descalzos a la zona más baja y fresca de la casa. En la planta baja, estancias para trabajar o para invitados. En planta primera, la cocina y las diferentes estancias que permiten descansar con la familia y los amigos: comedor y salón. Desde esta planta, la escalera biblioteca conecta a los dormitorios, de padres y niños (vestidores y baños para cada uno) y más arriba, donde la escalera se transforma en un rincón de lectura, la subida al ático, en la que las máquinas necesarias para el tratamiento de ropas se esconden en el mobiliario de la terrada, dejando libre la estancia para ser compartida con este uso, o de nuevo vaciarse para disfrutar en compañía, de las vistas de las cubiertas de San Bernardo y los jardines cercanos.
Una casa sin pasillos, a cambio, estancias disponibles para ser usadas de muchas maneras, dependiendo de la voluntad, deseos y necesidades de los usuarios, gracias al juego mágico que las puertas permiten …espacios para lo valioso… La casa presenta una situación privilegiada ya que presenta una medianera en su cara norte, con el patio del Colegio San Bernardo, abriéndose, a través de este vacío, a los Jardines de la Buhaira. El proyecto aprovecha esta oportunidad situando un pequeño patio en esa situación, introduciendo así el jardín y el amanecer, en las diferentes estancias del final de la casa. Patio que se cubre en la última planta atrapando así este importante vacío que consigue descentralizar la predominancia que en estas casas tiene el patio central, para entrar en juego con el mismo a través de las puertas y sus posibilidades.