Este mes se dio a conocer a DARP (De Arquitectura y Paisaje) como el equipo ganador del concurso público de anteproyecto arquitectónico para el diseño del edificio A del Plan de Desarrollo Físico de la Universidad de Ibagué, el cual posiciona a la universidad en el panorama de la arquitectura contemporanea de uso académico que caracteriza la escena nacional.
El Plan maestro de Desarrollo Físico de la universidad es un proyecto realizado en el año 2018 con asesoría del Taller de arquitectura de Bogotá, cuya primera fase consta en la construccióin del Edificio A, una edificación multipropositos que se abstiene de demoler lo preexistente. Como resultado la propuesta de infraestructura además de brindar las condiciones para el desarrollo de las capacidades de la población universitaria, debe servir como un vínculo que comunica la ciudad con el campus.
Memoria oficial del equipo ganador:
TERRITORIO - NATURALEZA - ARQUITECTURA
La construcción del Bloque A de la Universidad de Ibagué, representa la oportunidad de materializar el primer edificio de un campus contemporáneo, flexible y articulado con los sistemas naturales donde se implantan. Respetar el sitio de implantación es el punto de partida para la propuesta, que busca armonizar una estructura adaptable en el tiempo, con los sistemas naturales circundantes.
El edificio debe permitir vivir una experiencia en relación con su entorno, donde la arquitectura sea reflejo del entendimiento del territorio. El proyecto parte de reconocer los valores de su lugar de emplazamiento, de sus potencialidades urbanas y naturales como parte de un sistema articulado.
Entendemos la arquitectura como construcción física y cultural, capaz de "transformar un sitio en un lugar" descubriendo y potenciando su sentido más profundo, para darle un nuevo valor o significado a lo allí encontrado. EL EDIFICIO EN FUNCIÓN DEL PAISAJE.
El proyecto nace de la relación interior - exterior, del diálogo con el lugar natural, de la compresión de sus límites (recinto cercado), de su posición, delimitación, composición y atributo de sus cerramientos (aberturas), esto como síntesis de hechos culturales y materiales que definen un espacio en un sitio especifico y concreto.
Para lograrlo, el edificio se posiciona de manera escalonada en el claro del bosque existente actualmente en el sitio, (huella libre de vegetación) este se concibe no como una única entidad, si no, como una serie de volúmenes que permiten construir una íntima relación con el paisaje generando recintos y múltiples espacialidades entre ellos, su entorno inmediato y distante.
La propuesta se ubica hacia el costado oeste del predio, para construir un jardín escalonado que alberga espacios de todas las escalas, un lugar de encuentro y esparcimiento para los estudiantes de la Universidad de Ibagué permitiendo el aprovechamiento de la vegetación existente y potenciando su valor paisajístico, este espacio lo denominamos el PAtio los Ocobos.
Los bloques están orientados con sus fachadas abiertas norte - sur para un óptimo control climático y energético garantizando el confort al interior de los espacios de mayor permanencia.
Partimos de la idea de hacer un edificio que se pudiera fraccionar, que fuera permeable, que mediante la disposición de sus partes se generarán espacios de transición y encuentro, una configuración simple que permite multiplicar el número de fachadas aprovechables en términos bioclimáticos.
Planteamiento urbano
Retícula ordenada - Patio de los Ocobos
El planteamiento urbano del proyecto se realiza a partir de una RETÍCULA, que permite articular las áreas semipúblicas de los edificios, las áreas exteriores (Patio de los Ocobos) y eventualmente puede servir de principio ordenador del resto del campus. Esta retícula permite incorporar usos diversos a partir de un único sistema reconocible y repetible.
El Edificio A, plantea un primer piso libre, que fluye a través de pequeños volúmenes de acceso a los programas académicos de los niveles superiores.
Este plano de piso desdibuja el límite con el exterior, abriéndose al patio y conectándose al resto del campus por medio de uno de sus pabellones. Esta superficie continua se vincula a la ciudad a través una gran escalinata urbana, un nuevo ingreso de índole peatonal, que visibiliza la universidad hacia la avenida Ambalá.
La configuración espacial parte de una racionalidad técnica, una retícula de 8 x 8 metros que ordena el territorio, entendiendo el paisaje y el edificio como sistema, empleando una estructura simple y una materialidad económica, pero de alta calidad que garantiza la durabilidad y el bajo mantenimiento.
Programa arquitectónico
La estructura espacial de cada módulo está compuesta por tres franjas, dos programáticas en los extremos (aulas y laboratorios) y una franja horadada en la mitad que propicia los espacios de encuentro y las relaciones entre los estudiantes, convirtiéndose en un lugar de intercambio pedagógico y extensión natural del aula como espacio de aprendizaje.
En los pisos inferiores del proyecto se concentran las zonas de parqueadero y áreas técnicas que soportan las demás actividades del edificio, así como el área de aprovechamiento comercial, sala plana multipropósito en estrecha conexión con el campus y la ciudad.
Los espacios y actividades de carácter cívico y lúdico tales como el patio de los ocobos y pabellones articulan el nuevo edificio con el campus existente, el primer piso libre se configura como la extensión del espacio público de la calle (av. Ambala). La propuesta separa el ingreso vehicular del peatonal dándole mayor jerarquía a este ultima con una pequeña plazoleta cubierta y una gran escalinata de carácter urbano que visibiliza la propuesta pública del nuevo campus.
En segundo y tercer piso y con fachadas vidriadas se localizan los nuevos laboratorios, sus áreas de apoyo y áreas docentes por su proximidad con el primer nivel y para fomentar el carácter investigativo que promueven este tipo de espacios.
En los pisos superiores se desarrollan las aulas, salas de estudio y espacios multifuncionales a doble altura con vacíos y fachadas permeables propiciando permanentes relaciones espaciales con su entorno natural, estas están dispuestas heterogéneamente para lograr un equilibrio entre áreas formales y no formales de aprendizaje y lugares de encuentro que fomentan la construcción de conocimiento.
Un edificio, cuatro módulos
Sostenibilidad, viabilidad y desarrollo por etapas
La propuesta tiene la posibilidad de ejecutarse en 4 etapas espacial, estructural, funcional y arquitectónicamente autónomas que permiten ajustarse al presupuesto y a las condiciones económicas de la universidad.
Las tres primeras etapas se desarrollan sobre el plano base y contienen el programa arquitectónico solicitado. La cuarta y última etapa alberga las áreas de aprovechamiento económico.
En esta etapa se propone un gran salón, con infinitas posibilidades de uso, un espacio flexible conectado y abierto a la ciudad con un ingreso permanente desde el interior del campus, pero con un funcionamiento totalmente independiente para su uso como lugar de eventos de escala metropolitana (simultaneidad de actividades).
Directores: Jaime Cabal - Jorge Buitrago
Arquitecto asociado: Carlos Palacio
Equipo de trabajo: Cristian Camilo Ríos, Melissa Arango, Milena Jaramillo, Sofia Patiño, Ricardo Zarate, Alejandro Pérez, Valeria Monsalve, Alexander Jiménez y Daniel Osorio.
