La exposición Víctimas, una obra de John Hejduk materializa la obra que nunca fue construida del arquitecto neoyorquino, en esta primera instancia por parte del Museo de Arquitectura Leopoldo Rother de la Universidad Nacional de Colombia. Además del levantamiento a escala de la obra, las 67 figuras son acompañadas de narraciones, ilustraciones y un cortometraje titulado Estructuras de una herida.
La exposición da cabida a la experiencia multi sensorial a través de la empatía que Hejduk proyecto mediante la arquitectura. En particular, la puesta en escena se da ante la absoluta pertinencia de materializarse en un país donde su población ha vivido como víctima por décadas incesantes.
La exposición estará abierta al público en el museo hasta febrero de 2020 de lunes a jueves de 8am a 7pm y Viernes y sábado 8am a 4pm.
Memoria oficial
El Proyecto
El parque de Víctimas es el resultado de la investigación y trabajo del arquitecto neoyorquino John Hejduk, que más que hacer edificios, creaba personajes con un fuerte carácter simbólico, mítico y misterioso. A través de ellos y con ayuda de sus escritos poéticos, Hejduk narra historias y transmite un mensaje profundo en su obra. En este caso, para las víctimas del holocausto nazi.
El solar para el parque se encuentra en Berlín, donde durante la segunda guerra mundial se localizaba la sede de la Gestapo y múltiples cámaras de tortura, además, era una zona degradada por la cercanía al muro de Berlín. El solar va tornándose con el tiempo en un vacío urbano que esconde un pasado oscuro. Es por esto por lo que el lugar tiene una connotación irrefutable con la memoria, y en 1983 la exposición del IBA convoca un concurso internacional para recuperarlo.
Hejduk propone un parque lleno de oficios y recuerdos representados en una serie de estructuras, donde cada una contiene arquitectura y cada arquitectura contiene memoria. Todos los elementos que componen el parque están representados en dibujos y en escritos, de los cuales cada visitante puede crear su propia interpretación.
Son en total 67 figuras que le dan vida al parque, lo importante no es la arquitectura en sí misma, sino los recuerdos y las vidas que ellas evocan. Cada una tiene un nombre, que puede ser el de un oficio; en este parque, el pintor es igual de importante al médico y a la dama del ganchillo, pues todos traen consigo memorias y heridas diferentes.
Mediante el parque y sus estructuras, Hejduk logra regalarle a la ciudad y a la arquitectura, la capacidad de lo mnemónico, que pertenece a la lucha constante contra el olvido y la indiferencia, lucha a la que se enfrentan todos los días las víctimas que ha dejado la violencia.
La Exposición
Al entrar al museo, el visitante se encuentra con la introducción que el mismo arquitecto hizo sobre su parque y una breve biografía, custodiadas por el ala de un ángel que ha caído en las trampas de Hejduk.
Después de subir la solemne rampa del Museo, el visitante se pierde en la historia de la cacería del ángel, cacería que plantea el autor, con el fin de atrapar bestias mitológicas para revestir la arquitectura con sus atributos fantásticos, y así darles vida a los edificios, como solo él los sabe hacer.
Al lado del calendario de pensamientos del arquitecto, dos grandes guardias observan a los visitantes de manera inquietante y custodian la entrada, pero nadie sabe que hay detrás de ella. Para ingresar, hay que pasar en medio de estos dos custodios –si lo permiten–, pues son protectores y recelosos, cuidan lo más valioso y frágil: la memoria.
Al atravesar el umbral, el visitante suspira y se aproxima; 67 personajes envueltos en el frío invierno de Berlín, conversan entre ellos y ocupan la sala principal del Museo. Niños juegan, personas y bestias se encuentran, ángeles caen en trampas, y un tranvía rodea el parque en su viaje constante. Los muros vestidos de negro son la pizarra de los dibujos blancos que describen cada estructura y bajo estos, poemas y narraciones de aquellos que habitan allí.
Después de ver dibujos, leer poemas, y perderse en el proyecto, los visitantes se alejan con una pregunta en su interior, no saben que alguien los observa. Un ángel sobrevuela el parque sin ser advertido y es testigo de la transformación de los asistentes.
El Proceso
El parque es construido con todas sus 67 maquetas a escala 1:30 en el espacio principal del Museo. La técnica y la ejecución de las maquetas se realizó en madera e impresión 3D, logrando las texturas y geometrías necesarias que cada estructura requería. Un trabajo de construcción de un par de años termina cerrando el parque con la vía del tranvía, instalando los postes de teléfono y ubicando cada modelo en su posición adecuada para lograr así la alta calidad de manufactura de la exhibición.
La sala secundaria contiene información del proyecto a una escala menor, una maqueta de contexto que muestra las diferentes estaciones por las que pasaría el proyecto, –de haber sido construido–, un catálogo axonométrico de las 67 estructuras, y un calendario que revela algunos pensamientos de Hejduk que esconden el origen de este intrigante parque.
Estructuras de una Herida: una animación para víctimas de la arquitectura
El cortometraje que acompaña la exposición es la narrativa de un proyecto soñado. Es un recorrido que capta la esencia y el complejo mundo que imaginaba John Hejduk, donde la arquitectura no es solo estructural, sino que, al representar una memoria, nos personifica. De manera concreta, este paseo en primera persona, sitúa al espectador en la percepción de un niño curioso que divaga por el parque de Víctimas. Atraviesa y descubre la vida dentro de algunos de los 67 objetos, desentrañando sus significados o solamente dejándose deleitar por los rostros estáticos en la arquitectura del arquitecto neoyorquino.
En el recorrido, un ángel lo observa desde lo alto, y es solo cuando el niño se pregunta por su vida y reconoce el parque como una construcción de su memoria y las heridas que esta le deja, el ángel cae para morir. Esta animación es un intento de proyectar la construcción del parque en su totalidad, repensando la manera de construir un centro memorial, y repensando en sí la manera en que nos relacionamos con la arquitectura. El corto se puede ver en el museo junto con la exposición.
CRÉDITOS:
Equipo Víctimas: Ricardo Daza Caicedo, Gabriela Silva Correa, Laura K. Pineda Guacaneme, María del Pilar Zárate y Louis Sebastián Sequeda Toro
Gestión y Coordinación Museo de Arquitectura Leopoldo Rother: Laura V. Sepúlveda Henao
Cortometraje animado: Estructuras de una herida: Mav Nuhels
Maquetas: Equipo VÍCTIMAS +Daniel Felipe Muñoz Aragón, Paula Andrea Guayara Pulido, Miguel Forero y los estudiantes de las clases Teoría de la Arquitectura III y IV con el profesor Ricardo Daza.
Texto: Ricardo Daza Caicedo - Gabriela Silva Correa
Fotografías: Laura Sepúlveda Henao
