Carlo Ratti puede considerarse como uno de los arquitectos más innovadores de nuestro tiempo, es socio y fundador del galardonado estudio de arquitectura italiano Carlo Ratti Associati y director del MIT Senseable City Lab. Ratti defiende el poder de las nuevas tecnologías para transformar tanto la manera en que vivimos como el diseño. El acto de "convergencia" es fundamental para la perspectiva arquitectónica de Ratti, ya sea en la confluencia de lo natural y artificial, o en la armonía entre el hombre y la tecnología. Además, cree que esta convergencia puede replantear el proceso de diseño e involucrar a los ciudadanos en debates sobre el tipo de ciudad en la que desean vivir.
Es apropiado, por lo tanto, que Ratti haya sido elegido como curador para la 2019 Bi-City Bienal de Urbanismo\Arquitectura de Shenzhen. En colaboración con Meng Jianmin y Fabio Cavallucci y los curadores académicos del Politécnico de Turín y la Universidad Tecnológica del Sur de China (SCUT), Carlo Ratti coordinará la edición de 2019 de la única Bienal de Arquitectura y Urbanismo del mundo.
En esta entrevista, Ratti habla con Niall Patrick Walsh de ArchDaily sobre la Bienal, así como sobre el tema subyacente de la innovación arquitectónica. Reflexiona sobre la importancia de discutir el papel de la tecnología en el diseño y el funcionamiento de las ciudades, la convergencia de lo natural y lo artificial, y el diálogo entre las dos secciones temáticas de la Bienal. Para obtener más información sobre la UABB 2019, debes visitar el sitio web oficial aquí, o navegar por nuestra página dedicada al evento, para conocer las últimas noticias relacionadas con el tema de la Bienal de este año.
ArchDaily (Niall Patrick Walsh): ¿Qué inspiró al equipo curatorial a investigar la innovación tecnológica para el tema de la Bienal de este año?
Carlo Ratti: En general, nos apasiona la convergencia del mundo natural y artificial. Tradicionalmente, la gente ha visto cómo lo natural puede hibridarse con lo artificial y la cibercultura. Para la Bienal, similar al MIT Senseable City Lab y nuestra oficina de diseño, nos apasiona cómo lo artificial, el mundo de los edificios y las ciudades, pueden hibridarse con lo natural. Las tecnologías innovadoras son una gran parte de eso, por lo que fue una vía de exploración. También reflexionamos sobre Shenzhen. Por un lado, es un lugar donde se ha construido un tejido urbano importante, que personifica la idea de una "ciudad instantánea" y el auge de la construcción que está ocurriendo en China en este momento. De hecho, durante este siglo, China podría construir más infraestructuras urbanas de lo que se ha construido en la humanidad a lo largo de la historia. Por lo tanto, Shenzhen es una especie de "ciudad laboratorio", donde se ponen a prueba las principales innovaciones. Por otro lado, esta ciudad puede verse como una fábrica de innovación, donde muchas de las nuevas tecnologías y productos se están desarrollando y produciendo, extendiéndose desde China al mundo. Por lo tanto, parece bastante lógico usar Shenzhen como un lugar para explorar tales temas en la Bienal.
AD: La Bi-City Bienal de Urbanismo\Arquitectura es única en comparación con otras bienales, dado que está dedicada exclusivamente al tema del urbanismo y la urbanización. Habiendo participado en la curaduría del evento, ¿cree que estas circunstancias únicas crean más oportunidades para debatir sobre el tema?
CR: Como arquitectos, estamos en un momento muy interesante, donde los avances tecnológicos significan que podemos lograr esta hibridación de lo artificial y lo natural. Los edificios y espacios, por primera vez, han adquirido la capacidad de responder inteligentemente a diferentes estímulos, adaptándose mejor a las vidas de las personas que los habitan. Es una condición nueva, similar a lo que sucedió hace cien años cuando los avances materiales trajeron una nueva forma de expresión arquitectónica con el movimiento moderno. En aquel entonces, la "era de la máquina" encontró su propia expresión arquitectónica, especialmente a través de las obras de Le Corbusier. Hoy, estamos en un punto similar, donde el espacio físico está adquiriendo el potencial de responder a su entorno como un ser vivo. Entonces, aunque parece más enfocado que otros temas, esta innovación tiene implicaciones tan profundas que creo que veremos una gran variedad de propuestas en la Bienal.
AD: En esta nueva dinámica donde el proceso de diseño está cada vez más influenciado por los avances tecnológicos, ¿cree que veremos un aumento en el crecimiento arquitectónico, a medida que los avances tecnológicos crezcan más y más rápido?
CR: Hasta hace poco, la arquitectura no había avanzado muy rápido. El 2016, McKinsey produjo un informe que analizaba la rapidez con la que los diferentes sectores se adaptaban a las velocidades de cambio en la tecnología. Los bienes raíces estaban en el fondo, junto con la caza y la agricultura. Pero las cosas han comenzado a cambiar bastante rápido. Por ejemplo, hace cinco años, en la conferencia anual de Le marché international des professionnels de l'immobilier, o MIPIM, celebrada en la ciudad de Cannes, la discusión sobre las nuevas tecnologías y la creación de ciudades se realizó en un pequeño pabellón llamado Gare Maritime, fuera del lugar principal. Pero durante los últimos años, se convirtió en el núcleo del lugar principal. La tasa de cambio está realmente aumentando, así que veo esto como el comienzo de algo que va a inyectar en la arquitectura una transformación rápida que hemos visto hasta ahora en otros campos.
AD: Además de la sección principal de la Bienal, “Eyes of the City", la sección "Ciudad Ascendente", por otro lado, es una oportunidad para que explore otros temas muy familiares para el trabajo que ha estado haciendo en el MIT Senseable City Lab, como "top-down y bottom-up" para el urbanismo y las ciudades del futuro. ¿Cómo describirías la relación entre estas dos secciones de la Bienal?
CR: Hubo una serie de propuestas, y el jurado finalmente eligió la nuestra así como la propuesta de Ciudad Ascendente, luego nos pidieron que las combináramos. Es un proceso similar a la del plan maestro, donde se toman y extraen diferentes ideas de una propuesta y se fusionan con otra. Curiosamente, esta combinación ha estado funcionando bastante bien. En la parte de Ciudad Ascendente, la atención se centra más en predecir e imaginar el futuro, y examinar cómo se pueden desarrollar diferentes tendencias. Por ejemplo, en esta sección de la Bienal se pueden encontrar muchos proyectos que funcionan con ciencia ficción. Por nuestra parte, estamos muy entusiasmados con el potencial del presente y con la forma en que podemos transformarlo para avanzar hacia un futuro del que todos podemos beneficiarnos. Entonces, desde ese punto de vista, nuestro lado también comparte un enfoque "top-down, bottom-up". Nuestro proceso fue de "bottom-up" (de abajo hacia arriba) en el sentido de que junto a nuestros curadores fundacionales, teníamos una convocatoria abierta. Recibimos cientos de presentaciones que se presentarán en la Bienal, y unas pocas que se publicarán en línea. Esta forma de "filtrado de abajo hacia arriba" es una forma útil de tomar un tema, generar una discusión y, a través de eso, poder decidir qué tipo de ciudad queremos.
Desde un punto de vista metodológico, vemos esto como bastante interesante en comparación con el proceso de arquitectura y planificación urbana del siglo XX. En ese siglo, la idea era que había una solución, y cada otra función estaba orientada a implementarla. Un buen ejemplo es la visión de Le Corbusier para París, donde la ciudad vieja sería demolida y reemplazada por torres modernistas sin ningún tipo de retroalimentación u otra participación de la población. Creo que el papel de la arquitectura debería ser muy diferente hoy. Tenemos la oportunidad de especular sobre posibles transformaciones, usar el diseño como una forma de iniciar un diálogo, para que podamos decidir juntos qué ciudad queremos para nuestro futuro.
AD: La Bienal ha actuado históricamente como un ancla geográfica, permitiendo a los diseñadores y creadores converger en un solo lugar. Después de que concluya la Bienal, ¿cómo planea compartir las conclusiones, hipótesis y sugerencias del evento al mundo en general?
CR: El legado de la Bienal de Shenzhen es interesante, ya que históricamente ha tomado un pedazo de la ciudad y la ha transformado. Por lo tanto, la Bienal ha sido una herramienta de exploración arquitectónica. Este año fue un poco más difícil porque estamos en un lugar que fue construido recientemente; una nueva estación en Futian donde llega la conexión ferroviaria de alta velocidad desde Hong Kong. El problema con la estación es que la mayoría de las personas salen a una plaza hundida, en el nivel inferior del suelo, que no tiene conexión con la ciudad. Para la Bienal, algunas de las instalaciones en la plaza buscarán abordar este problema, y las mejores instalaciones se quedarán por más tiempo. Por lo tanto, parte del legado será la transformación de este lugar y su reconexión con la ciudad.
También hay un aspecto humano. En lugar de recibir un hermoso silo de concreto o un edificio industrial para convertirlo como en las Bienales pasadas, nos dieron este nodo activo, un lugar por el que pasarán millones de personas que viajan entre Shenzhen y Hong Kong. Con eso en mente, diseñamos el espacio de la Bienal como un gran vacío, y nos apropiamos de este espacio para construir un diálogo con la población local, con las miles de personas que pasan por la estación, exponiéndolos a las discusiones que pueden abrir nuevas formas de pensar. Después del cierre de la bienal, obviamente publicaremos el catálogo de eventos, que incluirá todos los trabajos presentados, incluidos los que solo se publicaron en línea. Incluso los artículos y entrevistas publicados por ArchDaily son parte de este legado y estarán disponibles para el público en general mucho después del cierre del evento.
AD: Al final de su libro ”The City of Tomorrow: Sensors, Networks, Hackers, and the Future of Urban Life” usted dice que "los datos abiertos y las plataformas son tan valiosos para una ciudad inteligente y viva como el espacio público accesible y abierto es a una ciudad tradicional”. Con los ciudadanos teniendo más control en el proceso de diseño y operación de sus ciudades, ¿cree que el papel del arquitecto deba cambiar?
CR: Antes de escribir "City of Tomorrow", en realidad publicamos otro libro llamado "Open Source Architecture" que fue escrito de manera muy colaborativa con varias personas. Decimos que el arquitecto se convertirá en el "conductor", alguien que está coordinando el proceso de diseño y construcción. Es una tarea importante, particularmente para la entrega de proyectos y sus etapas. El futuro arquitecto puede ser la persona responsable de reunir los comentarios de las personas, el programa de necesidades y todas las limitaciones espaciales y ambientales de un proyecto determinado. Es muy diferente de lo que vimos en el siglo XX, y la idea del individuo singular que toma cada decisión. Ahora se trata más de poder armonizar diferentes voces, como la de los usuarios y la comunidad en general. Es similar a lo que sucede en la naturaleza. El proceso evolutivo toma un diseño, lo cambia ligeramente, ve cómo reacciona el sistema y luego, en la próxima generación, ocurren cambios aleatorios, adaptándose a la vida futura. Creo que tenemos mucho que aprender de esto en la forma en que diseñamos nuestros edificios y ciudades.
AD: Dada su experiencia en el estudio de ciudades inteligentes en los Estados Unidos, Europa y Asia, ¿ve alguna diferencia en cómo estas partes del mundo adoptan la integración de datos y tecnología en las ciudades?
CR: Muchas ciudades de todo el mundo son conscientes del potencial de este enfoque y están experimentando en diferentes direcciones. Por ejemplo, Singapur está experimentando con la movilidad. Milán está experimentando con diferentes formas de llevar la naturaleza a la ciudad. Boston tiene un proyecto llamado New Urban Mechanics que analiza la participación ciudadana. Helsinki ha estado buscando mucho en la optimización y eficiencia energética. El hecho de que muchas ciudades exploren diferentes ángulos es un fenómeno positivo, ya que crea un ecosistema de innovación rico y diverso que está surgiendo en todo el mundo.
AD: ¿Tiene alguna reflexión final sobre la Bienal o algún tema que le gustaría compartir con nuestros lectores?
CR: Además de los trabajos que se mostrarán en la Bienal de Shenzhen y las ideas que se generarán, ya estamos recolectando un enorme volumen de contribuciones. Vemos esto como un proceso abierto, el comienzo de una conversación que continuará mucho después de la Bienal y, en última instancia, nos permitirá decidir colectivamente en qué tipo de ciudad queremos vivir a futuro.