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Arquitectos: Diego López Fuster
- Área: 167 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Pablo Pacheco
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Proveedores: Flos, Acor, Adobe Systems Incorporated, AutoDesk, Chaos Group, Cinca, HAY, HIDROBOX, Revigres, Robert McNeel & Associates
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Una pareja joven, una herencia y una finca familiar paralizada durante 35 años, con la última planta inacabada que deja una especie de solar en altura con el que empezar a trabajar.
El principal objetivo es conseguir la máxima captación de luz natural posible desde las 3 aberturas principales, conectándolas a través de un mismo espacio longitudinal, abierto y amplio, huyendo de elementos de circulación estrechos e innecesarios.
Así, arrancando desde la fachada principal, se suceden una serie de espacios, con una misma modulación, que crecen proporcionalmente en base a su importancia dentro de la vivienda: la zona de estudio, de 6 módulos, importante para uso profesional de los clientes; el área de comedor, de 7 módulos, a la que se llega en continuidad con el distribuidor de la entrada de la casa; la cocina, de 8 módulos, que se sitúa en el centro, siendo el lugar mejor comunicado de la casa y disfrutando de la mejor iluminación natural; y por último el salón, de 9 módulos, que es el espacio más amplio de la vivienda y que está conectado a una amplia terraza volcada al patio interior de manzana, que actúa como si de una segunda fachada se tratara.
El resultado es una gran estancia muy diáfana, abierta, bien iluminada y ventilada, pero a su vez con una zonificación clara compuesta por estas 4 zonas principales. Esta gran estancia principal abarca el mayor volumen continuo posible y conecta la fachada delantera con el patio intermedio y con la fachada trasera.
La vivienda queda, por tanto, dividida en 2 franjas longitudinales. La zona de día, con la sucesión de estudio-comedor-cocina-salón, muy abierta e iluminada y otra franja complementaria a ésta, mucho más compartimentada, que contiene las zonas de noche o descanso, con los dos dormitorios de la casa.
La planta de distribución está definida por el gran mueble que configura cada uno de los espacios de esta estancia principal y que se apoya en la medianera Sur, captando la iluminación de la fachada principal por el este, el patio interior por el Norte y la fachada posterior por el Oeste. Este mueble, de 19 m de longitud, de 30 módulos, alberga todo el almacenamiento de la casa, y está ordenado en base a la proporción adecuada de cada zona de día, formando un ritmo que articula la gran estancia principal, matizando con color cada zona de uso en su recorrido.
Las zonas húmedas están reunidas en torno al patio interior para que tengan todas iluminación y ventilación directa. La cocina es el epicentro de la casa, conectada a una pequeña zona independiente de lavado. Los dos baños se sitúan a ambos lados del patio intermedio, cada uno en un extremo, asociados a cada uno de los dormitorios.
En cuanto a espacios exteriores, aparecen unas terrazas asociadas a cada una de las dos fachadas: dos pequeños balcones a este, que sirven al estudio y al dormitorio secundario, y una terraza más amplia que se crea en la fachada posterior, con acceso desde el salón.