- Área: 302 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Javier Agustín Rojas
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Proveedores: Alufran, Anibal ABBATE, Hormigones Uruguay, TERMOCAL
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa se sitúa en un lote frente al mar en pendiente, y se concibe como una gran cubierta suspendida sobre un macizo de hormigón que se integra en la pendiente natural del terreno. Se utiliza el hormigón armado a la vista para resolver la estructura y envolvente de la casa, aprovechando las posibilidades del mismo y la resistencia a los agentes externos, como la sal marina.
En el bloque inferior se busca la sensación de una caja maciza de hormigón, mientras que en la planta alta se logra una cubierta con la máxima delgadez que el material permite, que flota generando una planta totalmente vidriada. La cubierta, levemente inclinada hacia el fondo del lote, descarga sus aguas hacia el bosque, generando una espesa y sonora cortina de agua de lluvia.
La casa se desarrolla en tres niveles organizados en dos grandes áreas, los dos primeros pisos sólidos y menos permeables contienen los ambientes íntimos y servicios de la vivienda, y el segundo piso, transparente y totalmente abierto, aloja la activa vida social de los residentes. El ingreso a la vivienda es a través de un camino de pedregullo natural, en medio de la vegetación y por debajo de un gran alero en doble altura donde se protegen los vehículos, y que a su vez contiene la pileta y terraza del piso superior.
La escalera en triple altura como columna vertebral, articula y concentra las circulaciones, relacionando todos los espacios y niveles. En paralelo, una escalera exterior conecta la planta baja con la terraza posterior del último piso, vinculando los espacios exteriores sin necesidad de pasar por el interior de la vivienda.
En el nivel inferior, semienterrado, se encuentra un gran ambiente único flexible destinado a diversos usos (estudio, huéspedes, alquiler temporario) con posibilidad de subdividirse y con ingreso independiente; además se ubican, lavadero, dependencias de servicio, depósitos y sala de máquinas con un segundo ingreso independiente. En el primer nivel están los ambientes más íntimos, tres dormitorios y tres baños, pensados de manera que sus divisorios puedan modificarse para adaptarse a la cantidad de ocupantes, con ingreso independiente también desde la escalera exterior.
El último piso toma la máxima altura posible por reglamentación y se proyecta como un único gran espacio, totalmente abierto y continuo, con una isla de servicios donde se encuentra la cocina, despensa, sanitario y parrillero. Este espacio se expande a través de dos grandes terrazas, una en relación directa con la arboleda que ocupa el fondo del lote y contiene el quincho y la parrilla, y otra que avanza hacia la playa donde se encuentra el solárium y la pileta con borde infinito. De esta manera, el área social de la casa queda en continua relación con el exterior, con vistas abiertas sobre el mar y un adecuado recogimiento respecto de la calle y la circulación vehicular.