- Área: 142 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Mariana Castel
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Proveedores: Saint-Gobain, Keraben, Technal, Webertherm
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La vivienda tiene unos 140m2 construidos y una altura de PB+1PP. Se encuentra en la calle de San Marià, en el casco antiguo de Viladecans en una parcela casi rectangular de 160 m2.
Por las inscripciones encontradas en las piezas cerámicas de la cubierta se puede deducir que el año de la construcción del edificio original es el 1838. Este edificio, que se encontraba en estado de abandono, se había utilizado como vivienda, almacén, escuela de cerámica, y había sufrido todo tipo de intervenciones sucesivas para adaptarlo a las diferentes actividades desarrolladas.
Al tratarse de un edificio incluido dentro de la relación de “Elementos de interés patrimonial”, el tipo de ordenación, así como los parámetros edificatorios y condiciones de uso, estaban sujetos a la aprobación de un Plano Especial de Reforma Interior. Siendo considerado volumen disconforme, las actuaciones realizables se limitan, con la obligación de mantener la volumetría existente.
Para mejorar la relación entre los espacios y garantizar las condiciones óptimas de habitabilidad, se propuso reubicar un cuerpo añadido de servicios higiénicos. Esta reubicación, además, permitía recuperar la volumetría original del edificio, deducible por los agujeros dejados en retirar las vigas que previsiblemente constituían el techo que completaba la planta baja.
El avanzado estado de deterioro de los elementos estructurales debido a la entrada de agua por la cubierta propició la decisión de mantener exclusivamente la fachada a calle, de tabicado de piedra, adaptando las aperturas a las superficies mínimas de iluminación y ventilación. Durante los trabajos de escombro se descubrieron 2 aperturas junto a la puerta de acceso que se incorporaron al proyecto, una como ventana del cuarto de estar y la otra como nicho para las cajas de contadores.
Además, se recuperaron las tejas en mejor estado y el canal cerámico de recogida de aguas, así como una gran cantidad de piedras de las paredes originales, que se reutilizaron en el patio posterior para minimizar la visión de la medianera más alta.
El hecho de tener que conservar la fachada y la posición de la puerta, condicionó la distribución resultante, sobre todo la posición de la escala. Esta se mantuvo en su ubicación original, se optó para mantener el sistema constructivo del edificio existente, consistente en paredes de carga y techos de vigas de madera.
En general se aprovecha la buena orientación suroeste de la fachada a patio para mejorar la iluminación de las habitaciones con aperturas generosas que también permiten captar la luz del sol en invierno.
En la fachada que da a la calle se han colocado carpinterías de madera maciza, teñidas de negro, mientras que las de la fachada del patio son de aluminio de un color similar. En todas las fachadas se ha elegido un SATE proyectado transpirable de 8cm de espesor sobre la pared de obra cerámica. Esta solución garantiza inercia térmica y permite minimizar las necesidades de acondicionamiento ambiental activo. El acabado de la fachada es un mortero con cal, también transpirable, con un color que recuerda al de la piedra local.