Aunque los edificios antiguos tienen una presencia arquitectónica convincente, la demolición o el cambio radical es a menudo su destino. Mientras que algunos arquitectos prefieren introducir estructuras completamente nuevas, otros eligen honrar las obras de arquitectos históricos, quienes construyeron las bases y los cimientos de las estructuras que ayudaron a dar forma a las ciudades de hoy.
Para la remodelación del Hotel Fouquet Barrière de París, ubicado a una manzana de Avenue des Champs Elysées, Edouard François fue seleccionado para renovar toda la propiedad, incluyendo oficinas, servicios de spa, fachada y patios. La estrategia de diseño de François fue bastante inequívoca, usando solo dos palabras clave como referencia: "COPIAR-EDITAR"; una reinterpretación de lo "viejo" a través de tecnologías contemporáneas y el material modificado.
El "triángulo dorado" de París encarna el significado y el lujo, características que están demasiado inmersas para ser eliminadas o cubiertas. Posteriormente, los arquitectos se encuentran creando un diálogo arquitectónico entre lo antiguo y lo nuevo / pasado y presente. Para resaltar este puente estilístico entre el siglo XXI y la era francesa de Haussmann, François reprodujo las ventanas, el sótano, el techo y los adornos característicos del edificio, con paneles de concreto. Sin embargo, manipuló las dimensiones de los paneles para desviarse ligeramente de los bloques de piedra típicos de París, pero optó por mantener sus tonos grises como referencia a la arquitectura antigua y los edificios circundantes.
Las alteraciones más drásticas de François tuvieron lugar en la arquitectura interior del hotel. La distribución de las habitaciones y los pisos ya no correspondía a los niveles originales del edificio, lo que influyó en el arquitecto para implementar nuevas ventanas de estilo contemporáneo en la fachada, de acuerdo con las nuevas necesidades funcionales. Las ventanas enmarcadas de corte limpio se implementaron horizontalmente en aberturas viejas y nuevas en la fachada, exhibiendo la idea de diseño "antiguo + nuevo" del arquitecto.
Con cualquier remodelación de arquitectura notable, el pasado se erige como una base o punto de partida para nuevos diseños. La renovación de Edouard François del Hotel Fouquet Barrière no fue una excepción, ya que el diseño respeta su contexto arquitectónico y la elegancia de la metrópolis, al mismo tiempo que presenta elementos de diseño contemporáneo. En este proyecto, las modificaciones sustanciales que se hicieron en el interior se extruyeron levemente hacia afuera, como para reconocer el valor arquitectónico del hotel y la calle en la que está construido, pero con una personalidad nueva y juvenil.