1989, es un proyecto de ilustración digital, fundado en 2015 por la arquitecta chilena Fabiola Morcillo. Sus obras han sido expuestas en la Galería de Arquitectura Casa Gris, Galería Cima y además, es parte de la muestra colectiva "Lights of Chile" que se exhibe hasta el 13 de mayo en la 193 Gallery de París. Su trabajo con mapping y la creación efímera de arquitectra, le valió una postulación para el próximo pabellón de YAP Constructo 2020, cuyo resultado será anunciado en la inauguración del pabellón 2019.
A continuación una entrevista sobre la evolución del trabjo de 1989, y las nuevas tecnologías que está utilizando como herramienta de diseño.
Danae Santibáñez: En tus ilustraciones iniciales, normalmente uno podía reconocer guiños a edificaciones e incluso a construcciones reconocidas en el mundo de la arquitectura. Actualmente, veo que en tus dibujos aparecen mundos irreconocibles, quizás irreales. ¿En qué te estás inspirando para la construcción de este nuevo imaginario? ¿De dónde vienen estos mundos? ¿Hay algo de realidad en ellos?
1989: Me inspiro en mis procesos internos, la mayoría de mis dibujos muestran una imagen mental, de una etapa del juego de mi vida. Vienen de un espacio interior, que es a su vez colectivo y de todos los tiempos. Son lugares o paisajes imaginarios, mundos dentro de mundos, son como un salón virtual mental el que me imagino donde voy coleccionando algunos símbolos de mi propia transformación.
Claro, antes dibujaba casas con cosas, basándose en referencias externas, ahora estoy explorando otro tipo de espacialidad, una más temporal, estoy obsesionada con la magia de la percepción, de cómo todo se une en un punto.
DS: ¿Por qué decides comenzar a usar mármol como soporte de tus ilustraciones?
1989: El mármol es un soporte perfecto para mi. Mezclar el peso histórico que tiene el mármol con técnicas digitales, habla de lo que hay adentro en muchas capas de interpretación. Hasta el momento solo he trabajado sobre mármol negro, porque siento que representa a la perfección el cosmos digital - mental que tengo interiormente, una pantalla natural, una interfaz de AutoCAD.
Es un espejo negro lleno de profundidad y reflejo, es todo un misterio, además es muy simbólico porque está tallado con luz, que devasta la piedra e invierte el color de la veta, es un loco juego de luz y oscuridad que me encanta.
DS: Conocemos trabajos anteriores tuyos con una amplia gama cromática, colores saturados e intensos, ¿Cómo llegaste a reducir tu paleta de colores y qué importancia le das al uso del color negro?
1989: La verdad es que solo pasó, de un momento a otro comenzó un proceso de reflexión más interior y de exploración más de la interfaz en la que trabajo, donde mis dibujos comenzaron a nacer del negro. Es una época más profunda, más de investigación interior que supongo se traduce en esta forma de expresión.
DS: Tus trabajos de mapping han empezado a aparecer en el último tiempo asociados a diferentes eventos culturales. ¿Qué tipo de espacios arquitectónicos te gusta mapear? ¿Qué cualidades espaciales buscas para este tipo de proyectos, y hay algún lugar en específico que te gustaría mapear?
1989: Con 8990_space (proyecto paralelo de visuales) hemos mapeado desde una puerta en departamentocl hasta un muro gigante en el patio de recreofestival. bajo ese punto de vista cualquier elemento es digno de ser un soporte para algo especial. Solo hay que ver la real dimensión del encargo, pero si me pides que sueñe, me encantaría mapear el metro de la línea 6 en alguna de sus estaciones espaciales.
DS: Eres de la las pocas mujeres en Chile, que lidera su propio estudio de trabajo, ¿Cuáles han sido tus mayores desafíos y cómo ves la escena Chilena de arquitectura en términos de inclusión de género?
1989: Si bien me he sentido particularmente como todas las mujeres de este país teniendo que atravesar cosas injustas o incómodas por el hecho de ser mujer pienso que la discusión es mucho más profunda. Es un problema de conciencia que veo más asociado a la misma forma patriarcal de hacer arquitectura que en términos de equidad de género.
Recuerdo un profesor que me dijo en la escuela de arquitectura que la intuición no era un método válido para aproximarse a la arquitectura, y yo a los 19 años por supuesto no le creí. Para mi la intuición es el método, es la forma, el corazón en la realidad. Enfrentar una problemática arquitectónica desde la conexión es muy diferente a enfrentarlo desde la razón. Para mi este es el gran problema de la arquitectura, la gran separación que tiene de la vida y por eso se ha transformado en un espacio patriarcal. Se crea una figura de arquitecto que cree saber desde afuera como resolver la vida de otros, sin antes haber conocido la suya.
Como mujer siento que he sido fiel a mi propio método femenino de entender la vida, el arte y la arquitectura, desde la intuición, la integración y el corazón. Y como en mi camino creo en el de mis compañeras porque lo femenino como el agua sabrá llegar a todas partes.