La construcción de salas teatrales en la Provincia de Córdoba, Argentina, viene de la mano con la segunda oleada inmigratoria que llegó entre 1880 y 1930, junto a la instalación de redes ferroviarias en el país. Hoy la ciudad cuenta con una gran cantidad de teatros que en gran parte datan de este periodo y constituyen parte del patrimonio cultural cordobés, aunque durante muchos años sufrieron de la desidia de diferentes gobiernos.
La construcción del Teatro del Libertador General San Martín se aprobó por las cámaras legislativas el 27 de julio de 1887, y comenzó unos meses después concluyendo el 26 de abril de 1891, con el diseño del arquitecto Francisco Tamburini. Se sitúa a cuadras de la plaza San Martín sobre la “Calle Ancha”, es decir sobre la Avenida Vélez Sarsfield. Es una pieza ejemplo de las intenciones modernizadoras de la época en la ciudad, junto con la creación del Barrio Nueva Córdoba, el Parque Sarmiento, el Hospital de Clínicas y otras iniciativas públicas y privadas que dejaban atrás el lenguaje colonial para adaptarse a las ideas higienistas provenientes de Europa. El edificio se caracteriza por su carácter neomanierista, posee dos niveles ritmados por pilastras adosadas, un pórtico central y en el coronamiento se destaca la escultura alusiva a lo artístico. El interior es neobarroco, sobre el foyer balconean las escaleras. La sala teatral es en herradura, con capacidad de 1020 localidades y halagada acústica.
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Debido a su importancia patrimonial, la obra de remodelación fue llevada a cabo por el gobierno provincial de Córdoba. Estuvo a cargo de 300 profesionales que realizaron la minuciosa tarea de mantener su aspecto original en equipos interdisciplinarios de arquitectos, historiadores y artistas con diferentes habilidades.
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La remodelación del teatro, finalizada el pasado diciembre, fue realizada con el fin de alojar el Congreso Internacional de la Lengua Española que será del 27 al 30 de marzo de 2019. Se restauró la fachada y además se refuncionalizaron aspectos relacionados a la seguridad, vías de evacuación, sistemas anti incendios, y gran parte de la instalación eléctrica.
También se amplió la capacidad del escenario del teatro y se restauraron todas las butacas, telones y pinturas de la sala. El valor de autenticidad que mantiene la obra es algo que mantiene interesados a quienes trabajan en ella, aún posee la maquina escénica original de madera, siendo uno de los pocos en el mundo que no ha sido alterado.
Escapando del centro cordobés, en el tradicional barrio pueblo de Alberdi se encuentra el viejo Cine Teatro Colón. Comenzó a funcionar en 1930 y es parte de la identidad barrial como el histórico Club Belgrano o la ex Cervecería. En sus distintas funciones siempre fue icónico, en sus inicios como un cine, luego hito de teatro independiente y también como espacio de lucha donde la clase obrera se organizaba en contra del gobierno militar durante la última dictadura. Allí también se festejó el retorno a la democracia en 1983.
En 1997 fue declarado patrimonio arquitectónico y urbanístico de la ciudad de Córdoba, a pesar de esto en 2002 cerró sus puertas y en 2013 fue privatizado. No dejo de ser símbolo de luchas populares y menos en favor de su propia causa. Gracias al intenso reclamo de vecinos y organizaciones barriales en 2014 se expropió por parte de la Municipalidad de Córdoba y actualmente se encuentra en restauración para su próxima reapertura. Fue declarado bien de interés histórico. Su carácter ecléctico es único con elementos neoclásicos y art decó: fue construido por los reconocidos Victor Metzadour y Juan Kronfuss.
Denominado por la mayoría como "La Piojera", se encuentra en su etapa final de obras, después de permanecer cerrado desde 2002. Se realizan tareas de pinturas artesanales en los muros y de recuperación de las 320 butacas de la sala principal. Fue intervenido en el hall central y en los muros del sector este con tonos naranjas y amarillos, respetando las variedades cromáticas originales. En los baños se conservaron los azulejos originales, así como también las piezas ornamentales. Aspectos relacionados a las instalaciones fueron fundamentales en la intervención: se ejecutarán canaletas y bajadas pluviales, ya que debido a las filtraciones de agua se han producido graves daños en el patrimonio.
La premisa de las restauraciones es respetar la configuración original en cuanto a forma, color, diseño y materialidad pero adecuando los edificios a las normativas actuales de seguridad contra incendios.
Es fundamental rescatar el patrimonio cultural de la ciudad y adecuarlo a las normas vigentes, siempre con el criterio de mantener su autenticidad que es lo que les otorga su iconicidad. Estas obras constituyen una visita obligada para quienes viajan a Córdoba, como lo es el Teatro Colón en Buenos Aires, donde se busca conocer parte de la identidad ciudadana a través de su cultura artística, arquitectónica e histórica.
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