Los materiales, productos y sistemas constructivos evolucionan constantemente, siguiendo nuevas tecnologías, descubrimientos y tendencias de mercado. La pregunta es: ¿estamos, como arquitectos, evolucionando con ellos? Hemos escuchado sobre robots trabajando en sitios de construcción, materiales sensibles e inteligentes y el desarrollo continuo de la impresión 3D, pero ¿será que todo esto se convierte en ruido blanco al momento de comenzar un nuevo diseño? Más importante aún, ¿podrían estos nuevos sistemas continuar progresando sin tomar en cuenta la calidad de vida de las personas, sensible y efectivamente?
¿Cómo debemos usar los materiales –en sus formas tradicionales y concepciones futuras– para que nuestros proyectos hagan contribuciones relevantes a la forma en que habitamos nuestro planeta?
Para evolucionar tenemos que saber; por eso es necesario empezar a debatir sobre estos temas.
Construcción y materiales en la era digital
Por Antonia Piñeiro
Con la presencia aparentemente inamovible de los maestros y constructores en la obra, la industria de la construcción parecía haberse quedado atrás en los procesos de modernización. Hasta ahora.
Grandes movimientos sociales, izando la bandera de la sustentabilidad, han aparecido como una reacción contemporánea a los sistemas económicos que promueven la productividad sobre el trabajo artesanal y local. La fiebre por el respeto hacia el medioambiente se ha sumado hoy a la carrera por la eficiencia en la producción, empujando a la industria a incorporar nuevos procesos de fabricación y construcción. El desarrollo de tecnologías para la producción rápida y en masa –como la prefabricación, la impresión 3D o los software colaborativos–, ha llegado incluso a considerarse como una cuarta revolución industrial.
¿Hasta qué punto estas nuevas tecnologías y productos inteligentes marcarán una diferencia en la calidad de vida de las distintas personas alrededor del mundo?
Conceptos como up-cycling y el desarrollo a gran escala de maquinaria y sistemas de producción de alto nivel, pretenden contrarrestar el costo ambiental de la fabricación de los materiales de construcción tradicionales. Contratistas e instituciones de distinto tipo están invirtiendo en capacitación y robótica, con la esperanza de mejorar las condiciones laborales e incorporar métodos más eficientes y seguros. La arquitectura ha acogido también la tecnología en su versión más cotidiana: la domótica. Es así como las nuevas tecnologías y productos se ha convertido en aliados de un cambio que abarca distintas escalas; desde la protección del medioambiente hasta el confort individual.
Esta lenta revolución está abriendo nuevas y prometedoras posibilidades para el diseño arquitectónico y urbano. El desafío para los arquitectos y diseñadores es, por lo tanto, no dejar estas oportunidades en manos de otros profesionales, sino apropiarse de ellas para usarlas en favor de la comunidad, la habitabilidad y el buen diseño.
Diseño universal y automatización: materiales que favorecen el bienestar
Por José Tomás Franco
La accesibilidad en nuestros diseños arquitectónicos es algo que no debería ser discutido. Si bien es algo que generalmente se asocia con regulaciones obligatorias, variables en en cada país, la conciencia y el cuidado de las diferentes personas que utilizarán nuestros proyectos deben estar en la esencia de todos sus elementos y espacios.
Pero la accesibilidad no es solo un problema de diseño. La elección de los materiales y sistemas determina en gran medida la forma en que los usuarios interactúan con el espacio construido. Es más, algunas buenas decisiones arquitectónicas pueden verse socavadas por una mala selección de productos y materiales.
En el caso de las personas con discapacidad visual, por ejemplo, las texturas y las condiciones ambientales –como la temperatura y la acústica– ganan importancia, así como el manejo de los colores, que deben presentar un alto nivel de contraste. En interiores y exteriores, las superficies táctiles ofrecen códigos texturizados que ayudan a facilitar su desplazamiento. Sistemas Braille y dispositivos acústicos o GPS también se pueden incorporar para apoyar todas estas operaciones. Para aquellos con movilidad reducida, se pueden especificar superficies deslizantes o anti deslizantes para permitir el movimiento en silla de ruedas o el uso del bastón, y es clave agregar accesorios de apoyo en muros y áreas peligrosas, como escaleras y baños.
La Domótica y los dispositivos domésticos inteligentes pueden ser herramientas fundamentales para lograr la accesibilidad universal, permitiendo a los usuarios con discapacidades utilizar los espacios a través de sensores y ambientes predeterminados. Ser creativo con los materiales y productos disponibles es algo que también puede ofrecer resultados inesperados, e incluso aún mejores (si no crees que es posible, revisa esta increíble casa diseñada por So & So Studio). Estamos ansiosos por ver cómo esta conciencia –basada simplemente en el sentido común– obligará a los arquitectos a repensar inteligentemente el diseño espacial.
Ciudades densas pero dignas: vida compartida y a pequeña escala
Por Eduardo Souza
Las ciudades son los mayores logros de los seres humanos. Para 2050, casi 10 mil millones de personas compartirán nuestro planeta, y aproximadamente el 60 por ciento de ellas vivirá en ciudades. Pensar en todas las infraestructuras necesarias para atender adecuadamente a toda la población, de manera sostenible, es algo que causa ansiedad en los planificadores, arquitectos y políticos. Pero es inevitable que nuestra forma de vida también cambie.
La relación entre la densidad y la calidad de vida todavía parece ser un tema pendiente después de décadas de experimentación. ¿Rascacielos o bloques de baja altura? Las casas mínimas (o Tiny Houses) también pueden ser buenas opciones, ocupando espacios antes inútiles. O diversificar nuestras formas de convivencia, desmaterializando nuestras nociones preconcebidas de hogar; a través de áreas compartidas, espacios de uso mixto, cocinas colectivas, zonas comunitarias, entre otras. Es vital que los productos arquitectónicos se adapten a estas nuevas demandas y que nosotros, como arquitectos, profundicemos en la comprensión de los materiales para aprovecharlos al máximo.
Equipamientos, mobiliarios y nuevas tecnologías se han vuelto cada vez más flexibles, eficientes e “inteligentes”, para brindar comodidad y mejorar la convivencia de los ciudadanos en los espacios privados y públicos. Ya sea por la necesidad de repensar el uso y la conservación de los recursos naturales o para responder a las limitaciones de espacio (en casas extremadamente pequeñas, viviendas multifamiliares o en veredas y parques urbanos), los arquitectos tienen la gran responsabilidad de elegir materiales y sistemas que permitan una vida digna para las personas en el futuro, más allá de los metros cuadrados disponibles para diseñar.
Remodelaciones: enfocándose en los interiores para impactar en la salud mental
Por Soledad Sambiasi
Con el aumento de los estudios en neurociencia, el campo del diseño de interiores ha evolucionado a un ritmo acelerado durante la última década. Una serie de investigaciones han revelado la manera en que el diseño interior y sus principios fundamentales –equilibrio, proporción, simetría y ritmo– tienen un impacto directo en nuestras respuestas emocionales. Hay muchos estudios que profundizan en estos temas, por ejemplo, en relación a la altura de los techos en espacios comerciales (Universidad de Minnesota), donde "tres experimentos investigaron los efectos de los techos altos (3 metros) y bajos (2.4 metros) en las nociones de libertad versus confinamiento de los individuos, y si dichos efectos influyeron en el procesamiento de la información". [1] Los investigadores concluyeron que la altura de los techos tiene un impacto directo en la noción de libertad, creatividad y enfoque del individuo, y también demostró cómo su estado de ánimo puede mejorar significativamente.
A medida que las ciudades se vuelven más densas y pasamos más tiempo dentro de los edificios, el diseño interior se convierte en un factor clave para determinar la calidad de vida de las personas, particularmente debido a su impacto directo en nuestra salud emocional.
Los espacios de oficina también están cambiando drásticamente. Hace veinte años, los clientes corporativos de Haworth reservaban alrededor del 10% del espacio para uso comunitario; hoy está más cerca del 40%. Con las nuevas dinámicas de trabajo de esta generación, cada vez más empresas asignan recursos para invertir en rediseños y nuevos mobiliarios. En relación a este tema específico, se han realizado descubrimientos e iniciativas interesantes, como el sistema 'Living Office' de Herman Miller o la investigación desarrollada por Velux en relación al impacto de la luz del día en nuestra vida cotidiana.
De este modo, las decisiones relacionadas con el color, la iluminación, el espacio, los muebles y los elementos naturales pueden moldear conscientemente las respuestas humanas como la creatividad, la paz y la felicidad. A medida que las ciudades se densifican, habrá menos espacio para nuevos edificios y la renovación seguirá ganando terreno.
La importancia de hacerse cargo de la calidad ambiental en los espacios mínimos
Por Audrey Migliani
El ciudadano de 2019 es considerado, cada vez más, como parte de una "generación de interiores", que vive rodeada de concreto y casi sin contacto con la naturaleza. La principal preocupación recae en esta falta de conexión con las condiciones naturales, ya que entregan beneficios que ninguna tecnología puede reproducir. La luz solar, por ejemplo, acelera el metabolismo y mejora los niveles de cortisol y melatonina, hormonas que influyen directamente en la calidad del sueño y, en consecuencia, en el bienestar diario. Además, los médicos y expertos aseguran que la ventilación natural disminuye las alergias, la irritabilidad y los problemas respiratorios.
Es fácil cumplir con estas condiciones en una casa en medio del bosque, o en un edificio junto al mar, pero se vuelve más complejo en una ciudad superpoblada. Uno de los grandes desafíos para los arquitectos de hoy, y en el futuro, es proporcionar espacios de vida saludables en edificios multifamiliares con pequeñas unidades de vivienda, características de la metrópolis contemporánea.
Ser lo más eficiente posible al utilizar los productos y materiales correctos puede ser fácil si realmente valoramos las opciones disponibles (especialmente si queremos evitar el uso de acondicionadores de aire o sistemas que consumirán una gran cantidad de energía eléctrica). En proyectos nuevos, una buena opción es la instalación de marcos de PVC de doble vidrio (o reflectivo) para generar ambientes más cálidos y silenciosos. Deben considerarse sistemas como Brises-Soleil y fachadas ventiladas, ya que mejoran significativamente la ventilación natural y el control de la luz. En proyectos de remodelación, es posible, por ejemplo, tomar medidas para lograr niveles adecuados de insonorización. Para esto es ideal adoptar mantas acústicas y pisos más silenciosos, eligiendo pisos vinílicos u opciones elevadas, ya que actúan como una barrera de ruido frente a los vecinos. Los paneles de yeso atenúan hasta 30 dB entre departamentos, por lo que también son buenos aliados durante el proceso de diseño.
Sin embargo, cuando estas inversiones o cambios no son posibles, todavía existen alternativas interesantes: la madera y los paneles de yeso aportan calor, mientras que los colores claros y las piedras ayudan a enfriar. Las habitaciones con menos muebles facilitan el flujo de aire, lo que es bastante bueno. Y es sabido que las plantas aumentan la frescura del espacio, por lo que es útil plantar un jardín vertical en el muro que tenga la mejor exposición a la luz solar.
Nuestra influencia positiva en la buena salud de las personas es un importante y valioso desafío, que podría restaurar la relevancia de nuestra profesión.
Arquitectura expuesta: la calidad y la belleza del material a la vista
Por Eduardo Souza
Los paneles de revestimiento pueden mejorar el confort térmico de los interiores, generar fachadas estéticamente uniformes, y también pueden ocultar algunos errores e inexactitudes de la etapa constructiva. Sin embargo, Vilanova Artigas, una de las precursoras del "Brutalismo Paulista" brasileño, defendió, entre muchas otras cosas, que "las manos de los trabajadores" deberían ser siempre evidentes para dejar en claro quién construyó el edificio. Esta fue una faceta constante de la arquitectura moderna brasileña, donde las materias primas se han dejado, siempre que sea posible, a la vista.
Generalmente, este tipo de decisiones priorizan el aspecto estético frente a las cuestiones técnicas o económicas, pero es innegable que las materias primas conllevan mucha más historia. Ya sea el legado del clavo que sostuvo el molde de concreto, o los nudos y fibras de la madera que muestran la vida del árbol, los materiales expuestos reviven un sentido de artesanía y exclusividad que no es aparente en una construcción más uniforme.
Aunque parece contradictorio, hacer que los materiales sean visibles es una opción más cara, ya que requiere mayor cuidado durante todas las etapas de producción. Sin embargo, su belleza lo convierte en una opción requerida por todo tipo de clientes, y la industria de la construcción ha respondido desarrollando productos que ofrecen resultados naturales y rústicos a precios moderados; desde nuevos tipos de concreto y molduras, a selladores y protectores para madera y ladrillos, pasando por metales y vidrios con nuevas propiedades térmicas y estéticas. Nuevamente, la clave es tomar las decisiones correctas y profundizar el comportamiento inherente de cada material.
Capas y capas de materiales de baja calidad, buscando imitar otros materiales, han ganado espacio en mercados con regulaciones locales débiles y con inversionistas que impulsan la reducción de costos. La imprevisibilidad de las materias primas no parece ser muy bienvenida en el competitivo mundo de la construcción. Pero, en un mundo que parece estar perdiendo su conexión con la naturaleza, ¿no sería importante "volver" continuamente a los efectos de los materiales originales para aprender, y nunca olvidar, la sensación, la aspereza y las sorpresas de sus superficies?
Tal vez sea una buena manera de adoptar estas nuevas tecnologías, sin perder la sensibilidad que nos hizo elegir esta profesión en primer lugar.
- [1] Joan Meyers-Levy and Rui (Juliet) Zhu. (2007). The Influence of Ceiling Height: The Effect of Priming on the Type of Processing That People Use. January 2019, from InformeDESIGN <https://www.informedesign.org/Rs_detail/rsId/3387>