Abordando el diseño de unidades habitacionales para las zonas rurales del sur de la ciudad de Bogotá, la Sociedad Colombiana de Arquitectos llamó a participar en concurso público de ideas con propuestas que plantearan soluciones tecnológicas y espaciales que no solo permitan el desarrollo de formas de productividad y crecimiento viable, sino que apliquen criterios de sostenibilidad que aseguren la eficiencia y el confort de los espacios
Considerando la adaptabilidad de la arquitectura de la unidad a los predios localizados en tres geografías con pendientes variables y características propias del paisaje andino de montaña, el jurado le otorgó el primer lugar al equipo de FP Arquitectura.
Conoce el proyecto en detalle bajo las palabras de sus autores, a continuación.
Memoria enviada por el equipo de proyecto. La unidad habitacional se concibe como un contenedor activo a las condiciones climáticas, alberga un núcleo básico compuesto por dos habitaciones, servicios (baño, cocina, lavado, almacenamiento) y área productiva. Se concibe la cocina como el centro de la vida familiar rural. La estufa ecológica, marca el ritmo de las actividades domésticas en el día, mientras que en la noche actúa como un radiador central que permite ganancias de calor. La estufa es el centro calórico de la unidad, dispositivo que permite reunión y protección de la vida interna. Los puntos húmedos (baño y lavado) se localizan en la esquina suroccidental y suroriental para alejarlas del centro calórico de la unidad. En la noche, estas zonas pueden cerrarse para bloquear el ingreso de viento y humedad hacia el interior.
Acorde a las condiciones térmicas y geográficas de los tres microclimas propuestos, se buscó a nivel general, una unidad habitacional formalmente compacta, sin quiebres o aperturas que propicien perdida de calor por puentes térmicos. A nivel interno, la unidad habitacional se concibe bajo dos premisas: resguardar el área de habitación contra las temperaturas bajas en la noche, y poner el área productiva frente al paisaje andino de montaña en directa relación con el territorio, zona que involucra actividades de unidad familiar en el día.
La estructura espacial permite que la familia pueda gestionar y transformar el interior de acuerdo a sus necesidades cotidianas, y ocupar nuevas áreas en el interior del contenedor (progresividad vertical) y configurar espacios de trabajo para fomentar las economías alternativas familiares y comunitarias.
Con el fin de adaptarse a diferentes pendientes de la topografía, el prototipo se soporta en un sistema de cimentación que combina vigas de fundación en una zona reducida y apoyos puntuales hacia el sur, minimizando la interferencia con el terreno natural.
La sección organiza las decisiones proyectuales:
- El encuentro con el terreno mediante fundaciones puntuales y pilotes minimizando el impacto sobre el terreno natural y aislando la casa de la humedad.
- Una gran ventana orientada hacia el sur funciona como zona de captación de calor regulable, permite la iluminación natural y vincula la casa al paisaje.
- La envolvente a doble altura crea un espacio en segundo nivel disponible para el crecimiento y transformaciones futuras.
- La disposición de un núcleo compacto de servicios protege los espacios del frío del norte.
- El espacio productivo y el corazón de la casa pueden integrarse en un único espacio donde suceden las actividades cotidianas.
Estrategia de diseño sostenible:
La unidad habitacional se orienta con la zona productiva hacia el sur, y se cierra con una superficie transparente permitiendo grandes ganancias de calor al recibir radiación solar todo el día durante 8 meses del año. El calor que entra por las superficies transparentes, calienta el aire interior de este espacio y se transmite a las habitaciones a través de muros trombe. Estos muros se pintan de color negro para que absorban más radiación solar. Se logra un rango de confort climático al interior entre 18º C y 24º C.
La fachada norte es la que menos sol recibe en el año y se cierra con muros de BTC, material de gran capacidad de inercia térmica, que se convierte en una barrera aislante, muy cerrada que retiene el calor obtenido en el interior.
Para verificar la efectividad de todas las estrategias térmicas incluyendo la del control selectivo de ventilación, se realizan las simulaciones con las ventanas de la zona productiva abiertas en un 50% y el resto de ventanas de la unidad habitacional, abiertas al 10%. Se observa que todos los espacios (Habitaciones, Sala y Cocina) se encuentran dentro de la zona de confort el 100% del tiempo en el caso de Doña Juana y La mesa, y al 80% del tiempo en el caso de Betania.
El análisis de confort lumínico se realiza para una condición promedio del año, con condiciones de cielo nublado, es decir una iluminación exterior de 10000 lux. Los resultados demuestran que las habitaciones, la sala y la cocina mantienen unas condiciones lumínicas superiores a 500 lux durante las horas de ocupación. Así mismo, en la simulación de trayectoria solar en el solsticio de verano y en el equinoccio de primavera. Se observa el sol incidente sobre las fachadas, lo cual se traduce en ganancias de calor.
Otras consideraciones sostenibles son:
- Recolección de aguas lluvias: En las zonas de implantación una cubierta de 60 m2 permite recolectar hasta 9.1 m3 de agua al mes para el consumo de la familia.
- Cocina de alta eficiencia: Ahorra entre 30% - 60% de leña en comparación con estufas de leña tradicionales, reduciendo considerablemente las emisiones de material particulado al aire.
- Huerta y ciclo de compostaje: El 50% de la basura son residuos orgánicos que pueden reutilizarse en un ciclo de compostaje, para fertilización de huertas que contribuyen a la seguridad alimentaria de la familia.
Materialidad y autoconstrucción
La unidad habitacional se concibe con una paleta ecológica de materiales que generan un mínimo impacto ambiental y que funcionan adecuadamente para los tres microclimas. Adicionalmente, son materiales asociados a técnicas de construcción tradicional, lo que permite involucrar a la comunidad en la construcción e instalación de la unidad. La apropiación tecnológica favorece la sostenibilidad social y económica del proyecto.
1. Bloque de tierra comprimida BTC: los muros de BTC brindan a la casa gran capacidad de inercia térmica, además, este material genera un mínimo impacto ambiental. Adicionalmente, pueden ser construidos manualmente por las personas produciéndose una apropiación tecnológica que favorece también la sostenibilidad social y económica. (Sólo el 4.74 % CO2 frente al ladrillo común; Masa térmica 1740 KJ/ se traduce en retardo térmico 8 veces mayor frente al bloque en concreto; -1% de energía en la producción de un ladrillo convencional).
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2. Tejas de polialuminio reciclado:Es una teja compuesta 90% tetrapack reciclado y 10% Foil de Aluminio, lo cual constituye en una solución práctica y económica con características térmicas y acústicas adecuadas para estos climas. Además, al ser una teja de fabricación local se incentiva la economía de la región. (A partir de reciclaje de tetrapack al 90% y 10% foil aluminio; Peso 5.3kg / m2 permite fácil transporte al ser ligera; No genera condensación; Termo acústica, aísla entre 4ºC- 8ºC - tetrapack)
3. Plástico de invernadero: Se propone utilizar plástico desarrollado para cubiertas de invernaderos, de alta resistencia a los rayos UV, a agentes químicos y a la lluvia. Tiene además una capacidad de difusión de luz elevada permitiendo un reparto lumínico más homogéneo dentro del espacio. Es una tecnología conocida por los campesinos de la región, lo cual facilita su mantenimiento y la autoconstrucción de viviendas. (Transmisión luz solar 83%; Transmisión UV 1.7%; Difusión de la luz 55%; Permite autoconstrucción y fácil reparación por parte de los usuarios).
4. Muros en seco madera: Se propone el uso de construcción en seco mediante muros en maderas inmunizadas certificadas que son un recurso renovable, y permiten la autoconstrucción apropiando a la comunidad. Adicionalmente este material es liviano lo que permite y facilita el transporte en lugares de difícil acceso.(Baja relación peso/resistencia; Recurso renovable, durante su proceso de crecimiento absorbe CO2; Permite disminuir costos por autoconstrucción).
Crecimiento para el desarrollo progresivo:
La unidad habitacional permite que la familia pueda gestionar y transformar el interior de acuerdo a sus necesidades cotidianas, y ocupar nuevas áreas en el interior del contenedor (progresividad vertical) con los recursos que la familia tenga disponibles en el tiempo, de esta manera se aumenta el área sin que se pierda el lenguaje arquitectónico inicial.
Flexibilidad económica, productiva y social:
La estructura espacial a partir de un núcleo de servicios compacto y dos franjas flexibles permite crear múltiples configuraciones de acuerdo a las necesidades de la familia, bien sea aumentando el número de habitaciones, espacios de almacenamiento o superficies amplias para actividades sociales o espacios de trabajo. Estos últimos favorecen la creación de fami-empresas o cooperativas permitiendo economías alternativas que fortalecen el desarrollo comunitario.
Arquitectos: FP Arquitectura
Ubicación: Bogotá, Colombia
Arquitectos a cargo: Iván Forgioni, José Puentes
Equipo de diseño: Daniel Vergara, Camilo Ramírez, Mariana Vélez, Camilo Cano, Akemi Iwai, Susan Londoño, Pedro Vélez, Natalia Gómez, Oscar Meneses, Juan José López, Lorena Mejía.
Asesora Bioclimática: Verónica Henríquez
Cliente: Secretaría Distrital de Planeación SDP de la Alcaldía mayor de Bogotá D.C
Promotor: Sociedad Colombiana de Arquitectos - Bogotá D.C. y Cundinamarca
Área: 64.8 m²
Año proyecto: 2019