- Área: 5126 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Javier Callejas
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Proveedores: Knauf, Isover, Ladrillos Suspiro del Moro LSM, SGG CLIMALIT
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto está claramente condicionado desde sus inicios por la topografía y la morfología de la parcela y nace de la transformación de esos límites en su virtud. La topografía, muy marcada, desciende acusadamente en dos direcciones y la morfología de la parcela que se cierra hacia afuera y se abre hacia dentro, dejando un frente mínimo para el desarrollo de la fachada.Todo esto sumado a unas estrictas normas de diseño, que exigen la colocación de algunos usos con entrada directa desde el exterior, como la conserjería, espacios comunes de infantil, o el AMPA y además animan a dotar a la entrada de un carácter institucional.
Por tanto, el edificio necesita adosarse al único punto de contacto con el vial principal con el máximo de superficie posible. De ahí nace la morfología en forma de “U” que se abre abrazando la zona de juegos y planteando el máximo de fachada admisible. El edificio se implanta junto al único vial de acceso actual de la parcela, desarrollando todo el programa educativo en un volumen compacto que se desarrolla en la parte superior de la misma, dejando el resto del terreno para los espacios exteriores.
Además, se aprovecha el fuerte desnivel de la calle para proponer las entradas de infantil y primaria en niveles diferentes, simplificando los flujos internos del colegio y facilitando la recogida de niños en el exterior. La diferencia de cota de la calle de acceso en los dos extremos de la parcela es así crucial para el diseño.
Esta premisa se utiliza, además, para establecer otros accesos diferenciados al centro educativo, como el acceso rodado para vehículos de suministro y el del aparcamiento, situados en el extremo inferior de la calle. Aproximadamente en el centro de la línea de fachada de la parcela se sitúa el acceso general al centro, suponiendo a efectos prácticos la inexistencia de planta baja y primera, sino dos niveles de acceso autónomos y claramente diferenciados.
En el nivel inferior, se desarrolla en primera instancia el nivel educativo infantil, con un porche que conecta directamente con los espacios comunes. Las aulas de infantil están dotadas de sus correspondientes aulas exteriores y de sus zonas de juegos, completamente separadas del resto de usos. En la zona central, con acceso independiente desde el nivel educativo infantil y desde el de primaria, se plantea el comedor, con la cocina y las instalaciones del edificio, situadas en depresión respecto a la calle, pero con un acceso rodado directo para suministros. En la parte central del vial se encuentra el acceso general al centro, con la zona de administración y la mayor parte del nivel educativo de primaria.
Se busca así la creación de un edificio compacto que suponga una entidad y que, aun siendo austero, sea contundente y reconocible. El resultado es un volumen que se adapta generosamente a la topografía existente y se estructura de forma clara tanto en volumen como en la diferenciación de usos.
Desde el punto de vista constructivo, este tipo de edificios se caracteriza por la materialidad austera y la sencillez constructiva, por lo que el componente plástico en este caso se apoya en la utilización del ladrillo de hormigón blanco. Este ladrillo, colocado a hueso, genera una textura limpia y cálida que acompaña con su dibujo a las grandes bandas horizontales que definen los volúmenes.
Además, supone la utilización de un material resistente, durable y de fácil puesta en obra, respondiendo así a las exigencias del impuestas por el promotor. Se trata, por tanto, de un “proyecto-respuesta” que genera su discurso a partir de las imposiciones tanto físicas como de planteamiento.