- Área: 290 m²
- Año: 2013
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Fotografías:Paulina Ojeda / contra taller de diseño
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Proveedores: Vitro®, Apasco, Cemex, Mattera, Metecno lamina multipanel
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Casa Ceiba fue creada a partir de una pequeña y antigua construcción de estilo neocolonial de los años 30, en la que vivió el actual dueño por más de 10 años, hasta que de pronto surgió la necesidad de ampliarla para albergar a su nueva familia: Él mismo: artista plástico, una bailarina/maestra de yoga y dos niños pequeños.
La casa original, aunque contaba con los elementos típicos de la arquitectura neocolonial mexicana no tenía gran valor histórico ni arquitectónico, aun así la directriz del proyecto fue conservarla intacta. Así como las antiguas pirámides, donde la nueva estructura se levantaba sobre la anterior, dejándola ahogada dentro de ésta, se diseñó un respetuoso envolvente para la casa neocolonial. La ampliación delicadamente abriga y exhibe las formas, elementos y materiales originales. Quedan claramente establecidas cada una de las etapas constructivas.
El programa de ampliación planteaba construir un salón de yoga al que se pudiera acceder sin entrar a la casa, dos nuevas recámaras para los niños, así como ampliar las áreas de cocina, comedor y servicios.
A la construcción se accede a través de un pequeñísimo vestíbulo, donde al frente se encuentra la fachada original de la casa y la puerta de acceso a las zonas privadas o bien, desde este mismo vestíbulo, a mano derecha, una escalera helicoidal junto al tronco de una ceiba, eleva al usuario hasta la copa del árbol y de ahí, esquivando las ramas superiores aparece de pronto un estanque, un jardín y el estudio de yoga.
Si del pequeño vestíbulo se continúa de frente, atravesando la antigua puerta principal, se llega a un “zaguán” que desemboca en un privado patio alrededor del cual gira la casa. Unos amplios cristales permiten que una gran beaucarnea, una caída de agua y el arco de tres puntos del zaguán sean la escenografía y testigos de todas las actividades de la familia.
A la zona íntima de la casa se accede por una puerta lateral al patio, situada junto al expuesto depósito de agua que recuerda los antiguos aljibes musulmanes y que desprende un pacífico y continuo murmullo de agua corriente. Alturas de 4 mts. y gruesos muros de adobe albergan una biblioteca/sala de música, recámaras y baños.
Al fondo del patio, conservando su ubicación original y detrás de un arco rematado por un mascarón, se encuentra la cocina-comedor con una vista abierta y franca hacia el patio principal.
Atravesando un angosto pasillo lateral a la cocina existe un segundo patio, más grande que el primero y cubierto por la fronda de un enorme y antiguo árbol de zapote, bajo el cual se encuentra el estudio del artista.
Casa Ceiba se aleja de las grandes pretensiones formales y exageraciones a las que son dados la mayoría de los arquitectos, su fachada simple y un refinado diseño interior lleno de simbolismos, vegetación y espacios íntimos, toca por momentos aquellas palabras que Luis Barragán alertaba estaban siendo olvidadas por los arquitectos: Belleza, inspiración, embrujo, magia, sortilegio, encantamiento, serenidad, silencio, intimidad y asombro.