- Área: 1200 m²
- Año: 2017
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Fotografías:BIKUBIK
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Proveedores: Sherwin-Williams, Briggs Veneers, Byron Silva, Facciatta, Mario Arcos, Mira, Máximo López
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Proyecto seleccionado en la categoría “Rehabilitación arquitectónica” nacional por la BAQ2018.
El edificio donde ahora se aloja Nova fue construido en la década de los 70 cuando Ecuador vivía su primer boom petrolero. Es uno de centenares de edificios que la ciudad heredó de un auge constructivo cuyo legado genérico y ubicuo es un importante depósito de recursos, y la actualización de cuya forma urbana supone un reto para la rehabilitación arquitectónica y el reciclaje. En este edificio en particular, ubicado en una de las principales avenidas diagonales de Quito, trazada por el arquitecto Jones Odriozola en su plan regulador de 1942, nació Diners Club del Ecuador. La estructura tiene un importante significado de origen para sus propietarios, quienes querían transformarla, dotarle de nueva vida como aseguradora Nova, sin destruir su legado histórico.
Las instalaciones y el diseño, tal como estaban, no cumplían con las necesidades de la empresa. En la totalidad del edificio trabajaban 80 personas. La distribución del espacio nos pareció ineficiente. Lo re-estructuramos, instalaciones eléctricas e hidrosanitarias incluidas. Literalmente, pelamos el edificio, en planta y fachada. Concentramos todos los ductos (baterías sanitarias, instalaciones eléctricas, ascensor y escaleras) en la parte lateral, adosada, de la edificación, junto con las cafeterías. Esto nos permitió abrir la planta y la fachada para generar zonas de trabajo amplias, flexibles, bien ventiladas y bien iluminadas. La luz natural ahora penetra el edificio a través de tres de sus cuatro fachadas, reduciendo drásticamente los costos energéticos, y el aire circula transversalmente.
La altura entre piso y techo era limitada, por lo que elegimos no introducir cielos rasos que la redujeran. Todas las instalaciones son vistas y las texturas del encofrado original, en bambú, quedaron al descubierto. Esto nos permitió mantener una dosis del carácter constructivo original. Hoy por hoy, trabajan cómodamente 120 personas en el edificio y, en lugar de ser demolido, un edificio genérico ha sido reciclado y revalorizado como recurso.