- Área: 1388 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Luis Gordoa
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Escuela de Iniciación Artística ubicada en la ciudad de Uruapan Michoacán, pretende constituirse como un espacio contemporáneo para la enseñanza, práctica y ejecución de las artes de niños y adolecentes. Es un edificio que busca una gestión cultural trascendente de las artes escénicas, plásticas y lo social participativo, privilengiando la relación persona – arte – naturaleza. Una masa edilicia de fachadas “dinámicas” con ventanas verticales de proporción 1:5 que establecen ritmos formales y luminosos, que de manera metafórica evocan notas sostenidas y bemoles de un piano, creando una sutil emancipación de la plástica arquitectónica dentro de un edificio funcionalista, austero, pero resuelto con gran rigor.
Plantea un programa unificado evocativo de la metodología Kahniana, que abarca espacios como auditorio de usos múltiples, área de exposición, salón de artes visuales, salón individual de música, de danza, teóricos, mixto, mediateca, áreas administrativas, vestidores y servicios, que se organizan como espacios servidores alrededor de una zona central integradora. Su apariencia sobria e incluso modesta, establece una estratégia eficaz para insertarse dentro del contexto urbano de esa zona de la ciudad, caracterizado por viviendas de interés social o edificios auto construidos, siendo coherente con un país y sus ciudadanos de evidentes rezagos económicos, adquisitivos y educacionales.
La variedad perceptual de los materiales en su estado natural, hacen de su apariencia una sinfonía acromática de los grises del concreto, prefabricado y fraguado en sitio, convirtiendo la construcción, en arquitectura, ciudad y arte. Tanto los elementos murarios, como los fraguados de las losas de concreto enduelado expuesto, muestran uniones amachimbradas, como urdimbres simbólicas que refuerzan la belleza de las uniones, remarcando la tecnicidad del edificio. La naturaleza más abstracta, no menos presente y protagonista de la arquitectura, la luz, proviene de los diferentes vanos y se expande sobre las superficies, para matizar sutilmente los límites de cada uno de los elementos físicos de la arquitectura, modificando la belleza háptica material del lugar.
Como piece de resistance de este simbólico espacio de creación, se abre una ventana cinta en el lado poniente del edificio, cuya vista en profundo, es un área de reserva ecológica situada en torno a la presa Caltzontzin, cristalizando ese ideal Le Corbusiano que plantea a la ventana como un elemento devenido en cuadro natural. Haciendo una analogía sintáctica del “hortus conclusus” se realizó una intervención de arte plástico que llamamos “Artus Conclusus”, al integrar un mural del artista Quetzal Fuerte, a manera de provocación hacia los estudiantes de la escuela para apropiarse del espacio realizando este tipo de intervenciones.
La Escuela de Iniciación Artística es un trabajo con rigor y con limitaciones que sin embargo no dejó de lado la experimentación, donde la pieza con su mutismo formal, asume la necesidad de una arquitectura austera que contribuye a la reconstrucción del tejido social. Si se piensa en las condicionantes tipológicas y en las economías precarias de un país en vías de desarrollo como México, la arquitectura de la Escuela de Iniciación Artística es coherente. Este edificio aspira a sugerir que enseñar arte en las edades tiernas, es un acto de trascendencia y por ende, una contribución al arte vital: al sublime arte de existir.