Clásico de Clásicos, por su representatividad arquitectónica en el imaginario de los peruanos, porque es un espacio donde se juegan clásicos o desenlaces icónicos, como la clasificación al mundial después de tantos años; este edificio es además y sobretodo —aunque vestido por un manto contemporáneo— un clásico de la arquitectura moderna peruana. Lo que esta presentación pretende es ir desde lo más visible y familiarizado al día de hoy, hasta comprenderlo en su estructura y diseño original.
En las descripciones históricas halladas sobre el estadio nacional, se percibe un lenguaje técnico para mencionar sus atributos y expectativas de lo que fuera un edificio moderno y único para la época. Evidentemente, después de tantos años de historia y transformaciones, hace falta un cálido lenguaje para presentar a este contenedor de emociones. Hablar de un estadio es hablar de memoria, de un edificio capaz de congregar tantas vibraciones energéticas impregnadas en el espacio.
—No había asistido a un partido de fútbol en este estadio; cuando fui a visitarlo por dentro, al caminar por las tribunas oía canticos y barras, como si los ecos fueran parte de las reverberaciones de cada paso que das en este lugar —.
Inaugurado oficialmente el 27 de Octubre del año 1952, el nuevo Gran Estadio Nacional, proyecto original del arquitecto Alberto Jimeno,fue una importante obra pública que se desarrolló en un corto plazo por encargo del gobierno del general Manuel A. Odría, bajo la dirección y ejecución de la “Junta Departamental Pro-Desocupados de Lima”, presidida por Miguel Dasso, responsables de numerosas e importantes obras públicas. Se le atribuyeron tales expectativas como: “…habrá de quedar clasificada como una obra (piedra) fundamental, para el deporte y para la cultura física nacional”. Y así lo ha sido, el principal escenario deportivo del país, popularmente llamado la casa de la selección.
“La edificación deportiva consta de un volumen (anillo) perimetral de graderías que contienen los recintos de las oficinas, sedes deportivas, salas de deportes (cubiertos) servicios o instalaciones. La volumetría que alcanza los 4 pisos de altura conforma el espacio central elíptico de campo deportivo, la ubicación exenta del estadio Nacional configura la fachada cerrada de 770 ml. caracterizada por la monumental portada de mármol de ingreso principal de acuerdo al concepto de composición académica.”
Es un referente urbano por su ubicación en el centro de la ciudad. Ante las cualidades requeridas para un estadio de esta escala, se le concedió una ubicación muy central; justificando así el aprovechamiento al máximo de terrenos importantes emplazados frente al Paseo de la República, entre el Parque de la Exposición y el Parque de la Reserva. El perímetro total de la fachada de cuatro pisos, alcanza una extensión de 720 metros lineales, magnitud de los servicios e instalaciones. Aparte de las instalaciones correspondientes a las tribunas, con capacidad para 61,000 personas (o espectadores), contiene recinto para catorce deportes. Las áreas totales construidas suman 49,820 metros cuadrados.
La accesibilidad y circulaciones importantes constan de cuatro ingresos principales emplazados al Sur, Norte, Este y Oeste del estadio. Para la salida de los espectadores existen 24 puertas en todo el contorno del local. Estas puertas y sus correspondientes escaleras, de 8 metros de ancho, cada una; más 6 de los 8 ascensores, permiten desalojar el estadio, cuando se halle concurrido con el máximo de espectadores.
Las 61 000 localidades, todas numeradas, fueron diseñadas y divididas en tres grandes sectores; las populares con 33,000 asientos, las de clase “Intermedia” con 22,000 asientos y las “preferenciales” con 8,000. No existen en el estadio sectores para espectadores sin asiento.
Los recintos bajo las graderías —que alcanzan las proporciones de edificios de cuatro pisos de altura— contienen numerosos y vastos locales. Dentro de dichas instalaciones funcionaban en su momento el antiguo Comité Nacional de Deportes (ahora Instituto Peruano del Deporte -IPD) y todas las Federaciones Nacionales varias de ellas con locales deportivos y sedes nacionales. A lo largo del día se solía practicar fútbol, atletismo, ajedrez, basketball, billar, box, esgrima, gimnasia de aparatos, levantamientos de pesas, natación, pelota a paleta, hand ball, tenis de mesa y voley-ball. Además, se construyeron oficinas y salas para sesiones. También ocupaban algunos salones las Federaciones de Deportes Ecuestres, Ciclismo, Remo y Tennis. Las oficinas médicas se encuentran en el piso bajo de la tribuna oficial.
En la zona sur del edificio se construyeron residencias-dormitorios capaces de albergar en su momento a 400 deportistas. Esta sección contaba, asimismo, con un gran comedor, salones, cocinas y servicios, inclusive un ascensor y un montacargas eléctrico. “Con estas instalaciones se elimina el viejo sistema de alojar a las delegaciones de deportistas en locales distantes, unos de otros y del estadio. El control podía ser llevado a cabo con eficiencia y se ahorraría en gastos de movilidad, así como retrasos por motivo de tráfico congestionado, y los peligros derivados de la intensidad del mismo”.
El proyecto original incluyó una cafetería, comedores y salas de té, en la tribuna preferencial y en la torre, “a fin de facilitar estos servicios a los espectadores que salen tarde de sus labores y oficinas y residen en lugares distantes, teniendo que ahorrar tiempo y dinero para llegar a los espectáculos en momento oportuno”. En la Torre de Homenaje fue proyectado el funcionamiento de un restaurante de lujo, que por la singular ubicación fue motivo de atracción especial. En la parte baja de la tribuna Sur, en lo que se conoce como la ampliación de ese sector, para empalmar con la tribuna Oriente, se instaló otro gran comedor cuyos servicios para el público permitían la comodidad de presenciar el desarrollo de los espectáculos, desde su interior y sentados, en torno a sus mesas de servicio. Asimismo, el estadio también tuvo un carácter mixto al contemplar espacios de alquiler de oficinas hacia la calle dirigidas a bancos y tiendas.
Sobre las características técnicas, en cuanto a su sistema constructivo, el estadio está hecho íntegramente en concreto armado. Entre los elementos arquitectónicos más distintivos se mencionan la Torre sobre la tribuna Norte y el paseo de los Laureles Deportivos – distinción otorgada a deportistas destacados- en el perímetro exterior. La Torre lleva el Nombre de Miguel Dasso, un recordado promotor del estadio. Destaca la materialidad de las graderías de concreto armado y las escaleras de acceso para el público; así como toda la fachada de ventanas horizontales y la ornamentación de los cuatro ingresos principales. El Gran Hall de la entrada principal fue escenario de grandes ornamentaciones y materiales extranjeros hábilmente combinados dentro del espacio de ingreso.
Jugó un papel importante la iluminación del estadio, especialmente para la cancha de fútbol y la pista de atletismo con la finalidad que los jugadores y el público se beneficien con una intensidad adecuada y buena distribución de luz artificial para resaltar al estadio.
Actualidad: pos-remodelación
Muchos años después, en el año 2012, se planteó la remodelación y ampliación del Estadio Nacional de cara a nuevas competiciones deportivas y estar al tanto de los nuevos adelantos tecnológicos que la FIFA exige para estadios de categoría mundial. Dicha intervención otorgaría a la ciudad, en crecimiento y desarrollo, un hito de imagen “moderna”, entendido esto acorde a los últimos avances constructivos y tecnológicos. El proyecto de remodelación estuvo a cargo del estudio del Arq. José Bentín Diez Canseco. La remodelación arquitectónica buscó dar una imagen moderna e impactante, respetando los elementos representativos de la estructura original: la torre y los laureles deportivos. La capacidad del estadio cambió a 50 000 espectadores debido a la inclusión de butacas para todas las tribunas y la mejora y ampliación de los palcos, los cuales se cuentan 384 en la actualidad.
La idea central es generar una piel a manera de envolvente del edificio que cambie la imagen actual del Estadio, pero que por su nivel de transparencia permita ver, a través de ella, la forma original del edificio. “Esta piel envolvente es de planchas de aluminio perforado, montadas sobre una estructura metálica curva. La nueva fachada está anclada a la estructura principal de concreto que rodea el Estadio. Las planchas de aluminio perforadas, sujetas a la estructura, son de color natural (plateado) con algunas de color rojo como acento”. Entre la antigua fachada y la nueva se insertaron diversas facilidades propuestas que darán una relación funcional más fluida a la edificación, estas incluyen escaleras de evacuación, ascensores, pasillos y ambientes de acceso a los nuevos niveles superiores donde se ubicarán los ambientes de palcos, salón VIP, cafeterías y cabinas de prensa. Para la protección solar y de lluvias se ha planteado que la edificación quede coronada de una cobertura geosintética que flota sobre las tribunas.
El proyecto propone rodear el perímetro del estadio con una nueva fachada montada sobre una estructura de acero y cubierta de planchas de aluminio perforado conformando una piel envolvente que además albergaría los antiguos laureles deportivos los cuales se verían desde todos los ángulos exteriores del estadio nacional. Para la iluminación de fachada se utilizarán leds, que podrían cambiar de color mediante una programación de acuerdo a los eventos deportivos que alberguen, por ejemplo, la utilización masiva de colores rojos durante encuentros de eliminatorias de la selección o colores neutros o relativos a clubes principales del país durante partidos clásicos o de definiciones de campeonatos. Asimismo, los laureles deportivos tendrían una iluminación especial por detrás para que destaquen como elemento principal.
En definitiva, la presencia urbana del estadio debía manifestarse de manera que no se pierda la antigua esencia de la edificación que alguna vez reemplazó la vieja cancha con bancas de madera donada por la comunidad inglesa a inicios del siglo XX para luego convertirse en una de las piedras angulares del modernismo peruano, testigo de grandes logros y caídas, de lágrimas de tristeza y ahora ultimo de alegrías contenidas por más de tres décadas. La arquitectura finalmente es un oficio que genera cambios en el tiempo, que se adapta a los contextos del tiempo y de la sociedad que la alberga. Es el estadio nacional el vivo ejemplo de ello, un edificio que albergó largas esperas, delirios, dolores, glorias, previas, familias y amigos. Un edificio que a través del tiempo evolucionó consecuentemente y que forma parte del imaginario deportivo peruano tantas veces denostado y redimido.
Agradecimiento al Archivo Histórico del “Catálogo de Arquitectura Movimiento Moderno del Perú (CAMMP)” de Alejandra Acevedo y Michelle Llona, y a las fotografías actuales de Henry Cárdenas.
- Área: 49820 m²
- Año: 1952
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Fotografías:Henry Cárdenas, Delia Esperanza
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Proveedores: Hunter Douglas, Hunter Douglas Perú
