- Área: 350 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Anny Leiva
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En una pausa dentro de la ciudad, se posa la residencia Menari, la cual pretende ser un respiro para sus habitantes.
Dicho proyecto se gesta bajo una serie de requerimientos según los lineamientos dados por el cliente en relación al manejo de privacidad hacia su contexto inmediato, razón por la cual, la morfología responde a dicha intención y por esto la residencia se ensimisma, tornándose hacia un amplio patio interno y proyectándose al contexto por medio de una plástica diáfana, caracterizada por volúmenes puros, sólidos en su mayoría, que establecen un juego de llenos y vacíos a través de las perforaciones que dejan colarse al exterior hacia el interior del inmueble, teniendo siempre jardines como remate visual de los diferentes espacios.
Es así como su expresión volumétrica se torna imponente en un contexto llano, bajo una superposición geométrica entre una superficie trapezoidal y un rectángulo, donde se busca la interacción de su materialidad sencilla, caracterizada por el uso de hormigón expuesto, vidrio y acero.
El proyecto se ubica en un clima caliente, lo que implica tener consideraciones en términos de utilización de estrategias pasivas para generar el estado de confort óptimo, por lo que se establecen lineamientos bioclimáticos que van desde la orientación de la vivienda, cerrándose hacia los puntos de mayor exposición solar, además de la utilización de ventilación cruzada con grandes aperturas para ventilar de forma óptima los diferentes espacios, además de iluminación natural para todos los aposentos. También se caracteriza por poseer grandes alturas y amplios aleros, así como la adecuada escogencia de los materiales para impedir el recalentamiento hacia lo interno.
A nivel espacial se gesta un juego de dobles alturas, donde se provoca una íntima relación entre el exterior y el interior, de modo que su materialidad neutra permite que destaquen acentos como lo son los pisos del área social en mosaico de diversos colores posicionados con un patrón particular, así como el piso de madera tintado azul para las áreas privadas de la casa, entre otras particularidades.
Otro distintivo es el tener amplias terrazas que perforan los sólidos volúmenes, estrechando la relación visual entre niveles, borrando los límites entre lo interno y lo externo, aprovechando que no se tienen bordes duros alrededor, para que así todos los espacios gocen de un aprovechamiento de las visuales naturales en las que está inmersa la residencia.
