Descripción enviada por el equipo del proyecto. Manuel y Patricia, dueños de un hotel ubicado en plena naturaleza, nos encargan un espacio de gimnasia donde poder refugiarse del sol y la lluvia, manteniendo el paisaje como telón de fondo.
Creamos una caja de acero y vidrio, una única fachada opaca que la protege y soporta las instalaciones.
El resto: paisaje, filtrado en los días de fuerte sol por persianas de madera que tamizan la luz y las vistas.
El volumen, cuidadosamente encajado entre higos y olivas, levita sobre un garaje existente.
Madera, vidrio y acero en blanco enmarcan un maravilloso pedazo del parque natural de Sierra Nevada.
Como resultado, un cambio de uso, ¡un espacio así no puede ser usado para sufrir! finalmente se utiliza como espacio de descanso. Los tiempos definen la construcción: un mes de puertas cerradas, invierno y bajas temperaturas sugieren taller y montaje. La construcción debía ser seca, sencilla y rápida.